Película dirigida por Daniel Stamm (The Last Exorcism, 13 Sins), cuyo guión fue escrito por Robert Zappia. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a finales de octubre, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 13 de diciembre.
Sinopsis:
Ann (Jacqueline Byers) es una monja que se encuentra estudiando en una escuela para exorcistas re-abierta por la Iglesia Católica. Aunque estando ahí se encontrará cara a cara con un demonio que tiene misteriosos vínculos con su pasado.
Comentarios generales:
Para este punto las películas sobre exorcismos las suelo ver más por obligación que por convicción debido a que la mayoría de estas siguen una línea que difícilmente cambia y por lo consiguiente mis expectativas suelen ser bastante bajas en comparación a otros subgéneros. Sin embargo, la premisa de Prey for the Devil sonaba interesante porque tenía potencial para ofrecer algo diferente a lo acostumbrado y en cierta forma lo hace, pero no explota todo su potencial.
Ya que lo traído por Stamm es una historia que te vende la escuela de exorcistas como algo fundamental y de inicio ciertamente lo es al ofrecernos un primer acto en el que Ann se desenvuelve dentro de este peculiar entorno para obtener conocimiento, a pesar de que se encuentra rodeada de complejos arcaicos propios de la iglesia católica. Lo cual claramente le brinda cierta dosis de crítica que, al combinarla con la modernidad de la locación, hace que todo el concepto te atrape y durante 30/35 minutos sientas que estás viendo algo fresco.
Desafortunadamente dicha frescura empieza desaparecer una vez pasado este punto y las cosas poco a poco se van yendo hacia lo convencional, no como para arruinar la experiencia, pero si para entrar a lugares por demás conocidos que resultan muy predecibles tanto en el desarrollo como en la efectividad de los sustos para ir generando momentos de tensión. Aunque el principal fallo es el hecho de que el tema de la escuela se empieza a dejar de lado para darle más importancia a la problemática que envuelve a Ann, con la que se trata de añadir un mayor peso emocional por medio de sus traumas y así construir una relación mucho más compleja con el demonio que la acecha.
Algo que ciertamente no es novedoso y llega a fastidiar, pero al menos proporciona un poco de sorpresa para aquellos que no son tan atentos y en general prepara el camino de manera decente para un desenlace entretenido. Sobre todo porque no se van por la dinámica convencional de las escenas de exorcismos y tratan de hacer algo distinto que probablemente no resulta tan espectacular como se tenía pensado, más si logra que el cierre sea convincente.
En cuanto a las actuaciones la única que resalta es la propia Jacqueline Byers, quien hace lo que debe sin dejar nada particularmente memorable. Mientras que en producción nos encontramos con una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es muy buena, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: Prey for the Devil está ok. Película simple de exorcismos para pasar el rato y nada más.
Ojometro:
***