martes, 19 de septiembre de 2023

Crítica: A Haunting in Venice (2023)

Película dirigida por Kenneth Branagh y escrita por Michael Green, la cual está basada en la novela “Hallowe'en Party” de Agatha Christie. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 15 de septiembre, recaudando hasta la fecha $37.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En 1947, el detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) se ha retirado y vive en Venecia sin aceptar docenas de casos que llegan cada día a su puerta. Sin embargo, cuando una vieja amiga lo convence de ir a una sesión espiritista donde se lleva a cabo un asesinato, este regresará a sus viejos hábitos para resolver el crimen.


Comentarios generales:

Es curioso cómo a veces funciona el cine de terror gracias a todos los subgéneros que le proporcionan una amplia variedad de opciones para tratar de llegar a distintos tipos de público, ya que realmente nunca me imaginé que estaría escribiendo sobre una secuela de “Death on the Nile” en este blog. Son cosas que pasan y como preámbulo de la siempre demandante época de Halloween la verdad es que A Haunting in Venice no es una mala opción para ir calentando motores.

Y es que si bien lo presentado por Branagh siempre deja muy en claro que se trata de una película de misterio y crimen, lo cierto es que tampoco rehúye a integrar cosas como leyendas o presuntas apariciones de fantasmas para poner en jaque el escepticismo del personaje principal. Siendo esto siempre el punto central de la historia, aunque durante el primer acto se contiene un poco para poder brindar el contexto detrás de la sesión espiritista bajo una atmósfera un tanto tétrica y presentar a un extenso grupo de personajes que a su modo guardan muchas peculiaridades, logrando con esto que desde muy temprano exista un gran número de sospechosos creíbles para cuando el asesinato se lleve cabo.

El cual no solo añade un shock significativo, sino que además también proporciona una sensación de peligro suficiente que incrementa las dudas con respecto a los involucrados y además ayuda a mantener el misterio intacto por una mayor cantidad de tiempo gracias a lo sorpresiva que resulta la víctima. Complementando todo esto con un ritmo ágil y, sobre todo, con una serie de momentos puntuales diseñados con la intención de llevar la investigación de Poirot por caminos en donde su razonamiento lógico se ve afectado por situaciones difíciles de explicar al contar estas con elementos más fantasiosos que mantienen el lado del terror presente de manera discreta.

Dejándonos así con una parte final que necesita responder varias preguntas que han quedado en el aire y afortunadamente lo hace de manera efectiva durante un desenlace que no es tan intenso, pero que si cuenta con la suficiente claridad para que las revelaciones más importantes tengan el impacto necesario. Dejando solo la interrogante sobre si había o no algo sobrenatural detrás para que sea el propio espectador quien saque sus conclusiones al respecto.  

En lo que se refiere a las actuaciones nos encontramos con un Kenneth Branagh que lo hace bastante bien con un personaje cuya personalidad y apariencia son extravagantes por naturaleza, pero que gracias al escepticismo que maneja logra evitar que caiga en lo caricaturesco. Además de que está apoyado por un grupo de secundarios sólido, siendo Michelle Yeoh (Joyce Reynolds) y Camille Cottin (Olga Seminoff) quienes más destacan.

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: A Haunting in Venice me gustó. Buena película de misterio/crimen para pasar un buen rato.

Ojometro:
****