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martes, 16 de diciembre de 2025

Crítica: The Elixir (2025)

Producción indonesia dirigida por Kimo Stamboel (The Queen of Black Magic), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Agasyah Karim y Khalid Kashogi. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 23 de octubre.

Sinopsis:

El dueño de una renombrada empresa de medicina herbolaria y patriarca de una familia disfuncional intenta innovar para crear un nuevo producto premium, aunque este termina ocasionando un apocalipsis zombie.


Comentarios generales:

Ya he comentado cómo dentro del cine de zombies asiático cada país ha tratado de replicar a su modo el sello coreano sin demasiado éxito y por ello es que me resultan tan interesantes este tipo de proyectos porque quiero saber si alguien por fin puede hacerlo bien. Y tras ver el trailer de The Elixir parecía que esta podía lograrlo, pero para nuestra mala suerte se queda algo corta en su propuesta.

Lo cual es una lástima porque lo traído por Stamboel tenía potencial dado a que los zombies que presenta son bastante amenazantes y sabe cómo brindarles el tiempo en pantalla necesario para que resalten; sin embargo, el que no sepa cómo trabajar con el resto de los personajes termina siendo contraproducente para lo que nos quiere contar. Ya que después de un drama familiar inicial que establece las bases del caos, la verdad no tiene que pasar demasiado tiempo para empezar a desesperarse con un grupo de personajes cuyas acciones son demasiado tontas al momento de tener que afrontar a los zombies y gracias a eso lo que uno quiere es que los maten a todos de la manera más rápida posible para ahorrarte tiempo.

Algo que hace que la primera mitad de la película sea bastante floja, aunque el hecho de que los zombies tengan tanta presencia en pantalla provoca que en ningún momento el ritmo se vuelva pesado y las malas decisiones sean digeribles por el nivel de violencia que imprimen conforme la horda va creciendo. Logrando con esto que poco a poco durante la segunda mitad la sensación de riesgo sea mayor y con ello se puedan construir algunas escenas que le brinden cierta profundidad a los personajes sin que se deje de lado la brutalidad bajo la que tienen que desenvolverse, además de que se utilizan de manera original cosas como la lluvia o los fuegos artificiales para ofrecer cierto toque de frescura.

Dejándonos así frente a una parte final que resulta bastante intensa y en donde se logra establecer un grado de emocionalidad suficiente como para que el desenlace no se sienta tan hueco dentro de toda la espectacularidad visual que lo rodea.

De las actuaciones hay de todo un poco, pero la verdad ninguna sobresale como para que te preocupe demasiado alguien dentro de este grupo de personajes poco inteligentes. Mientras que en producción tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje de gran nivel.

Opinión final: The Elixir está ok. Película de zombies para pasar el rato viendo mucha sangre.

Ojometro:
***

viernes, 19 de septiembre de 2025

Crítica: Orang Ikan (2025)

Película escrita y dirigida por Mike Wiluan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un soldado japonés y un prisionero británico quedan varados en una isla desierta donde son perseguidos por una peligrosa criatura. Ocasionando que dos enemigos mortales tengan que trabajar en conjunto para poder sobrevivir a lo desconocido.


Comentarios generales:

Un porcentaje muy alto de las películas de terror que nos cuentan historias bajo el contexto de la segunda guerra mundial se suelen enfocar primordialmente en los nazis, así que realmente no existe tanta variedad en este tipo de trabajos y muchos de estos suelen pasar desapercibidos para la gran mayoría de los fans. Por eso es que no es de extrañar que Organ Ikan (Monster Island en su titulo en inglés) no hiciera tanto ruido y quedara un tanto olvidada, siendo una lástima porque al menos se trata de algo curioso.

Y es que lo traído por Wiluan se basa en una criatura del folclore malayo e indonesio de la cual realmente se sabe poco en este lado del planeta y eso inmediatamente hace que la historia tenga una dosis de frescura, a pesar de que el concepto como tal no va más allá de una simple película de monstruos.

La cual se ve aderezada con una dinámica entre un japonés y un británico que durante los primeros minutos son puestos en una situación interesante en la que tienen que dejar de lado su odio para poder mantenerse con vida y establecer así cierto mensaje sobre que la barrera del idioma no es un impedimento para poder empatizar con otros a quienes consideras muy distintos a ti. Algo que genera algunos momentos sólidos con respecto a hacer creíble su alianza, aunque mentiría si no dijera que todo lo que ocurre durante este primer acto se siente demasiado acelerado y eso no permite que la relación entre ambos individuos pueda fortalecerse lo suficiente como para que te importe de gran manera lo que pudiera llegar a ocurrirles más adelante.

Un aspecto que sin duda hubiera sido muy problemático, pero afortunadamente la aparición de Orang Ikan resulta tan llamativa como para evitarlo gracias a que su presencia en pantalla cambia por completo el ritmo y expone un nivel brutalidad mayor al esperado para establecerlo como una criatura en extremo peligrosa. Logrando con esto que la sensación de riesgo para los protagonistas siempre esté presente durante un segundo acto en el que se cae dentro de cierta pasividad al separarlos por un lapso considerable de tiempo y con ello limitar mucho la profundización sobre la amenaza, salvo por ciertos detalles básicos que te dan una idea del porqué su presencia en la isla.

Con todo lo anterior llegamos a una parte final que en términos generales es efectiva dado a que realmente no intenta inventar nada y se propone ofrecer un enfrentamiento decisivo lo suficientemente entretenido que justifique lo que viste. Proporcionando una violencia decente y dejando la puerta abierta para futuras secuelas.

Las actuaciones cumplen con Dean Fujioka (Saito) y Callum Woodhouse (Bronson) haciendo lo necesario para que su acelerada amistad cumpla su objetivo primordial en cuanto al trabajo en equipo contra la criatura. Mientras que en producción la factura es sólida: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Orang Ikan está ok. Película que no tiene ningún otro propósito más que el de hacerte pasar un buen rato.

Ojometro:
***

sábado, 6 de julio de 2013

Crítica: Dead Mine (2013)


Película escrita y dirigida por Steven Sheil (Mum & Dad). Tuvo su lanzamiento en DVD y BR durante el pasado mes de mayo en los Estados Unidos y el Reino Unido. No sé si este disponible en México también.

Sinopsis:

Un cazador de tesoros lleva a un equipo a la jungla en Indonesia para buscar el oro de Yamashita. En el transcurso de su expedición se quedan atrapados en un antiguo bunker japonés de la Segunda Guerra Mundial; donde lo que encontrarán no será un tesoro, sino una aterradora arma desarrollada por los asiáticos durante el conflicto bélico.



Comentarios generales:

Esta película es una combinación de varias otras historias, cuyo punto más original radica en la zombificación de unos Samurais.

Sin duda esto último en el papel se escucha divertido, pero en el desarrollo no lo es debido a que por un lapso de 45/50 minutos todo lo que vemos es a un tipo tragado por la tierra, un tiroteo y a un equipo de búsqueda caminando por un bunker sin que se genere el más mínimo grado de suspenso para que en el momento que inicie la masacre se sienta el impacto. Simplemente todo ocurre de manera tan genérica que al final ni siquiera la idea loca del arma diseñada por los japoneses te genera algo.

Aunque lo peor es que deja muchas cosas sin resolver; de hecho, creo que todo lo que plantea en algún momento se queda sin respuesta. Una situación que se refleja perfectamente en los minutos finales donde el (supongo) protagonista desaparece por arte de magia y el filme acaba de golpe, sin brindarte satisfacción y dejándote una idea de que viste algo incompleto.

Las actuaciones no están tan mal, la mayoría algo exageradas pero no a extremos odiosos como en otros trabajos. En producción tiene sus cosas positivas como un buen desarrollo visual de tomas en exteriores, una solida dirección de arte en todo lo que respecta al bunker y un trabajo maquillaje de los zombies decente. Aunque las escenas de sangre apenas y resaltan, algo siempre negativo en películas de este tipo.

Opinión final: Dead Mine es un trabajo mediocre. No es espantoso, pero tiene tantas cosas que te terminan molestando que ciertamente hacen difícil recomendarla.

Ojometro:
**