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viernes, 4 de noviembre de 2022

Crítica: The Munsters (2022)

Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects, Halloween). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de septiembre y ese mismo día también salió tanto en formato físico como digital.

Sinopsis:

Herman Munster (Jeff Daniel Phillips) y Lily (Sheri Moon Zombie) inician su relación para el desagrado de El Conde (Daniel Roebuck), lo cual desencadenará una serie de eventos que los llevarán a mudarse de la comodidad de Transilvania a los suburbios estadounidenses.


Comentarios generales:

Ya se sabe que todo lo que haga Rob Zombie va a generar un ruido enorme debido a que ningún director divide tanto a los fans con su estilo y visión como lo hace él, pero el hecho de que por primera vez se embarcara en un proyecto de corte familiar sin duda generaba gran curiosidad. Mucho más al estar relacionado con una franquicia tan querida como The Munsters, cuyas esperanzas de volver al mainstream se sustentaban en esta película y tristemente creo que después de esto puede caer en el olvido por varios años más.

Y es que resulta evidente que Rob Zombie no sabe hacer comedia y se siente fuera de su elemento natural al ofrecernos una historia que probablemente en cuanto al concepto no está tan mal si tomamos en cuenta que se trata de una precuela de la serie, pero ya al momento de plasmar sus ideas ante la cámara los resultados están lejos de ser los mejores.

Lo cual es una pena porque en realidad durante el primer acto lo que vemos es entretenido y mucho de esto se debe a que el humor como tal está bien dosificado por medio de una serie de personajes secundarios que le aportan mucha vida a este mundo sin que lleguen a resultar fastidiosos, siendo especialmente Dr. Wolfgang y Floop los que logran llamar más la atención. Además de que el diseño colorido de los impecables sets logra que desde el lado visual se tengan muchos detalles a los cuales ponerles atención.

Hasta ahí todo camina de manera relativamente correcta, sin embargo, es justo cuando aparece Herman Munster que la película empieza su espiral descendente y no tanto porque la actuación sea mala, sino porque las situaciones que se construyen alrededor de él no tienen gracia y su química con Lily es prácticamente inexistente. Algo que conforme nos adentramos en el segundo acto empeora debido a que la libertad creativa del propio Zombie empieza a ser un factor cada vez más negativo debido a que el desarrollo brinca de un lado a otro sin rumbo fijo y, cuando por fin parece que hay un evento especifico que dictará el rumbo las acciones, mejor se decide ir por otro lado y lo termina dejando tirado para pasar rápidamente a la parte final.

Una que está más conectada a lo que todos conocemos de la serie, pero que se siente acelerada y muy ajena a todo lo demás. Con solo dos o tres momentos graciosos que no son suficientes como para contrarrestar un desenlace que te deja con una sensación de vacío importante ante lo random que resulta.    

En cuanto a las actuaciones hay que decir que en el caso de Jeff Daniel Phillips como Herman Munster y Daniel Roebuck como El Conde tenemos trabajos que no están mal, ambos cumplen bien con sus roles pero se ven sumamente afectados por el guión tan pobre; sin embargo, el caso de Sheri Moon Zombie si es insalvable. Aunque también vale la pena destacar a Richard Brake (Dr. Wolfgang) y Jorge García (Floop), quienes tienen una gran química y su dupla es por mucho la que proporciona los momentos más divertidos.

Sobre la producción sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.

Opinión final: The Munsters es mediocre. Una de las grandes decepciones del año que puede enterrar a la franquicia por un buen rato.

Ojometro:
**  

martes, 4 de octubre de 2016

Crítica: 31 (2016)


Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de septiembre y llegará de manera limitada en cines a varios países durante este mes de octubre. Todavía no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

En la noche previa a Halloween, cinco personas son secuestradas y encerradas en un complejo conocido como “Murder World”. Un lugar donde serán obligados a participar en un sádico juego llamado 31, el cual consiste en sobrevivir durante 12 horas los constantes ataques de un grupo de maniáticos vestidos de payasos.



Comentarios generales:

Hablar sobre una película de Rob Zombie es como caminar por un terreno minado, ya que no importa lo que digas, casi siempre terminarás siendo alcanzado por los explosivos comentarios de sus más fervientes seguidores o de sus más recalcitrantes detractores. Es alguien que divide a los fans del género como pocos y definitivamente con 31 esa tendencia no va a cambiar en lo absoluto, esto a pesar de que se trata de un trabajo mucho menos experimental que The Lords of Salem y con el cual regresa a las bases que le dieron buenos resultados en sus inicios.

Ya que el director recurre nuevamente a ese aire de grindhouse setentero que maneja muy bien y a la creación de villanos con los cuales uno pueda obtener un rápido interés, siendo lo segundo algo fundamental para que el primer acto no sea completamente intrascendente. Esto porque la película inicia con un potente monólogo realizado por Doom-Head que establece algo en verdad oscuro, pero después de eso las cosas caen en un territorio poco interesante donde, salvo por una pequeña interacción, todo se siente vacío y con el avanzar del metraje queda en evidencia que bien se lo podrían haber evitado ante la nula relevancia que tienen estos primeros 25/30 minutos para el resto de la película.

Realmente lo interesante llega durante el segundo acto cuando da inicio el juego mortal, no tanto porque sea algo muy original (es una combinación de The Running Man con Battle Royale), sino porque son los propios asesinos quienes le brindan un toque único a las acciones sangrientas. Unas que para lo acostumbrado con Zombie son muchísimo más ligeras de lo que se podrían imaginar y cuyo ritmo es bastante caótico para mantener una intensidad muy elevada que no permita al espectador el ponerse a cuestionar ciertos sucesos que no presentan demasiada sustancia, pero que resultan entretenidos de ver ante la violencia presentada. Además de que la curiosidad que genera el saber cómo serán los siguientes payasos en aparecer ayuda muchísimo a que todo transcurra de manera ágil.

La parte final me dejó con un sabor un tanto agridulce. Por una parte, es tremendo ver a Domm-Head de regreso, él es sin duda el personaje con más fuerza y le brinda otro nivel de tensión a las acciones; sin embargo, por otra parte, la película no responde muchas preguntas que hubieran ayudado a redondear la historia (¿Quiénes son esas personas ricas?) y eso hace que el desenlace se sienta muy vacío.

Las actuaciones de los estelares no están mal, pero quienes se llevan los reflectores son los propios payasos; en especial Pancho Moler como Sick-Head y el enorme Richard Brake como Doom-Head. Ellos terminan siendo el alma de la película debido a que son los que reciben más exposición y, a pesar de que no tienen tanto desarrollo, si terminan convenciéndote no solo de que se trata de tipos enfermos, sino que además bien podrían expandir su historia en otras películas. 

La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy buena, el score bien pensado como siempre, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos son llamativos a pesar de su simplicidad y el trabajo de maquillaje resulta un buen complemento.

Opinión final: 31 me entretuvo. Aunque para este punto creo solo queda decir que si son fans de Zombie la deben de checar y si no lo son, bueno… mejor evítenla.

Ojometro:
***