Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects, Halloween). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de septiembre y ese mismo día también salió tanto en formato físico como digital.
Sinopsis:
Herman Munster (Jeff Daniel Phillips) y Lily (Sheri Moon Zombie) inician su relación para el desagrado de El Conde (Daniel Roebuck), lo cual desencadenará una serie de eventos que los llevarán a mudarse de la comodidad de Transilvania a los suburbios estadounidenses.
Comentarios generales:
Ya se sabe que todo lo que haga Rob Zombie va a generar un ruido enorme debido a que ningún director divide tanto a los fans con su estilo y visión como lo hace él, pero el hecho de que por primera vez se embarcara en un proyecto de corte familiar sin duda generaba gran curiosidad. Mucho más al estar relacionado con una franquicia tan querida como The Munsters, cuyas esperanzas de volver al mainstream se sustentaban en esta película y tristemente creo que después de esto puede caer en el olvido por varios años más.
Y es que resulta evidente que Rob Zombie no sabe hacer comedia y se siente fuera de su elemento natural al ofrecernos una historia que probablemente en cuanto al concepto no está tan mal si tomamos en cuenta que se trata de una precuela de la serie, pero ya al momento de plasmar sus ideas ante la cámara los resultados están lejos de ser los mejores.
Lo cual es una pena porque en realidad durante el primer acto lo que vemos es entretenido y mucho de esto se debe a que el humor como tal está bien dosificado por medio de una serie de personajes secundarios que le aportan mucha vida a este mundo sin que lleguen a resultar fastidiosos, siendo especialmente Dr. Wolfgang y Floop los que logran llamar más la atención. Además de que el diseño colorido de los impecables sets logra que desde el lado visual se tengan muchos detalles a los cuales ponerles atención.
Hasta ahí todo camina de manera relativamente correcta, sin embargo, es justo cuando aparece Herman Munster que la película empieza su espiral descendente y no tanto porque la actuación sea mala, sino porque las situaciones que se construyen alrededor de él no tienen gracia y su química con Lily es prácticamente inexistente. Algo que conforme nos adentramos en el segundo acto empeora debido a que la libertad creativa del propio Zombie empieza a ser un factor cada vez más negativo debido a que el desarrollo brinca de un lado a otro sin rumbo fijo y, cuando por fin parece que hay un evento especifico que dictará el rumbo las acciones, mejor se decide ir por otro lado y lo termina dejando tirado para pasar rápidamente a la parte final.
Una que está más conectada a lo que todos conocemos de la serie, pero que se siente acelerada y muy ajena a todo lo demás. Con solo dos o tres momentos graciosos que no son suficientes como para contrarrestar un desenlace que te deja con una sensación de vacío importante ante lo random que resulta.
En cuanto a las actuaciones hay que decir que en el caso de Jeff Daniel Phillips como Herman Munster y Daniel Roebuck como El Conde tenemos trabajos que no están mal, ambos cumplen bien con sus roles pero se ven sumamente afectados por el guión tan pobre; sin embargo, el caso de Sheri Moon Zombie si es insalvable. Aunque también vale la pena destacar a Richard Brake (Dr. Wolfgang) y Jorge García (Floop), quienes tienen una gran química y su dupla es por mucho la que proporciona los momentos más divertidos.
Sobre la producción sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.
Opinión final: The Munsters es mediocre. Una de las grandes decepciones del año que puede enterrar a la franquicia por un buen rato.
Ojometro:
**