martes, 7 de mayo de 2024

Crítica: The Deadly Swarm (2024)

Película escrita y dirigida por David Gregory (Curse of Bloody Mary). Se estrenó directamente en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de amigos asisten a un tratamiento médico de prueba que está dirigido por el misterioso Dr. Feldman (Richard Kovacs). Aunque con el pasar de las horas descubrirán el aterrador secreto por el cual verdaderamente se encuentran ahí. 


Comentarios generales:

Ver trabajos con premisas extravagantes no me es raro, dentro del blog se pueden encontrar varios ejemplos de ello; sin embargo, creo que pocas cosas se la acercan a The Deadly Swarm. La primera película en traernos nada más y nada menos que a moscas vampiro y por lo cual resultaba demasiado tentadora como para dejarla pasar, incluso si eso significaba tener que soportar un poco menos de 90 minutos de verdadera tortura.

Y es que lo traído por Gregory es de esos ejemplos con los que uno se pregunta cómo diablos lograron para que alguien se atreviera a financiar y distribuir un producto de tan pobre manofactura tomando en cuenta que bajo cualquier tipo de control de calidad difícilmente saldría bien parado. Ya que más allá de lo ridículo que puede llegar a ser el tema de las moscas vampiro, lo cierto es que la manera de contar esta historia es terrible de principio a fin, sustentándose en clichés que ni siquiera están bien aplicados y tratando de construir una problemática cuyo único atractivo (las moscas) por grandes lapsos se encuentran ausentes porque por alguna razón se quiere presentar algo relativamente serio cuando es obvio que no existen los elementos para ello.

Gracias a esto todo resulta aburrido y con un ritmo que no ayuda para nada; en especial cuando finalmente se muestran ligeras intenciones de explotarlas. Y es que lo que debería de ser el principal motor para agilizar las acciones se queda más que nada en una serie de muertes desangeladas que fallan en su intento por generar algo de impacto y visualmente te dejan un mal sabor de boca por lo atroz del CGI.

Aunque lo peor es que llegada la parte final tratan de presentar un "giro" totalmente forzado por medio de uno de los peores personajes, llevando nuevamente al drama que no tiene nada de interesante. Además también pretenden reivindicar al Dr. Felman por medio de una pelea final que al menos por unos instantes abraza por completo lo absurdo del concepto y trata de aprovecharlo a su modo, pero sin demasiado éxito. 

Las actuaciones son terribles, muy planas y caricaturescas como la de Richard Kovacs en su papel de Dr. Felman. Mientras que en producción se nota el ínfimo presupuesto: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte no presenta ningún esfuerzo, el score es genérico, el trabajo de sonido no aporta gran cosa, los efectos son muy malos (el CGI parece de videojuego de hace 25 años) y la labor de maquillaje es tal vez en donde se nota un poquito más de esfuerzo.

Opinión final: The Deadly Swarm es terrible. De lo peor que podrán ver en sus vidas, así que evítenla.

Ojometro:
*

viernes, 3 de mayo de 2024

Crítica: All You Need is Death (2024)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Paul Duane. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven pareja que colecciona raras baladas de folk descubre el lado oscuro del amor cuando graban y traducen de manera clandestina una antigua canción tabú que data del profundo y olvidado pasado.  


Comentarios generales:

Películas que se sustentan en el folclore son interesantes porque esencialmente representan una ventana para conocer una pequeña parte de otras culturas y por lo mismo cuentan de manera natural con cierto misterio detrás. Por ello es que All You Need is Death me resultaba atractiva y tenía la impresión de que me podía encontrar con algo importante, pero al final me he llevado una gran decepción.

Y eso es una pena porque lo traído por Duane es una historia que empieza realmente bien al ponernos ante una situación única con esta pareja que roba canciones para venderlas, lo cual añade de golpe un factor de riesgo y evita que se genere empatía hacia ellos porque sus intenciones no son las mejores. Ayudando así que desde el primer acto se pueda tener una atmósfera oscura que aporta bastante a la búsqueda que llevan a cabo al dejar siempre esa sensación de que se están metiendo en algo peligroso sin que se exponga de manera tan clara a qué exactamente.

Hasta ahí todo va bien, sin embargo, justo cuando se da la excéntrica aparición de Rita Concannon la película pierde el rumbo y de manera abrupta se traslada la atención a un nuevo personaje del que no sabemos nada para llevar las acciones hacía una historia de venganza que desentona por completo con lo que se estuvo construyendo previamente y genera una sensación de que no hay una idea clara detrás.

No solo porque en el intento de entrelazar ambas problemáticas se va dejando de lado el que se suponía era el elemento central (la maldición de la canción), sino también porque todos los intentos por lograr que las consecuencias tengan un mayor peso son totalmente fallidos y en la mayoría de los casos solo provocan que el ritmo sea demasiado irregular dado a que hay situaciones que se resuelven de forma exprés mientras que otras se pretende elaborarlas un poco más sin entrar en detalles que uno pensaría que son importantes.

Con todo lo anterior evidentemente la parte final termina sufriendo y aunque el desenlace trata de re-establecer el lado oscuro del principio, lo cierto es que esto no soluciona nada. Dejándonos así una conclusión que es rara, pero sin el impacto que debería tener porque simplemente no se hizo el esfuerzo necesario para que te importara.

Las actuaciones no son nada memorables, siendo la pequeña participación de Olwen Fouéré (Rita Concannon) lo más destacado. Mientras que en producción tampoco vemos grandes cosas: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no destaca, el score es sólido, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son simples y la labor de maquillaje no presenta nada llamativo.

Opinión final: All You Need is Death es decepcionante. Película con una premisa interesante que te termina aburriendo.

Ojometro:
** 

martes, 30 de abril de 2024

Crítica: Exhuma (2024)

Producción surcoreana escrita y dirigida por Jae-hyun Jang (Svaha: The Sixth Finger). Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur a mediados de febrero, mientras su salida en VOD se dio en varios mercados durante el mes de abril.

Sinopsis:

Un grupo de chamanes son contratados por una adinerada familia coreana-americana para identificar la extraña enfermedad de su hijo recién nacido. Y cuando descubren que podría estar ligada a una maldición de uno de sus ancestros deciden exhumar el cuerpo de este sin imaginar las terribles consecuencias.


Comentarios generales:

La explosión de las producciones surcoreanas en el mundo del entretenimiento a nivel mundial es una de las tendencias más fuertes de la actualidad y desde hace un tiempo su presencia en el género de terror ha sido notoria. Sin embargo, la mayoría solo suele identificar las películas de zombies gracias al sello tan distintivo que poseen y se deja un poco de lado al resto a pesar de que demuestran que también pueden tocar otros temas de manera efectiva, tal como es el caso de Exhuma.

Y es que Jae-hyun Jang nos presenta algo que se podría considerar más exótico debido a los rituales que vemos por parte de los chamanes, pero en realidad se puede catalogar más que nada como una historia de posesiones cuya estructura trata de no seguir ciertos patrones determinados con la finalidad de proporcionar un poco de frescura. Algo que durante el primer acto ciertamente funciona debido a que el tema de la enfermedad y la exhumación del cuerpo hace que exista un interés genuino por saber cómo se desarrollará esto, además de que establecen rápidamente un tono oscuro que encaja a la perfección con la situación un tanto tétrica y gracias a ello se magnifica la sensación de que la amenaza no es tan simple como la pintan.

Una que al ser revelada cambia un poco las cosas para la segunda mitad debido a que se opta por un camino llamativo en el que el shock tiene un rol relevante y se trata de ir elaborando una problemática en la que entrelazan aspectos históricos que añaden profundidad. Lo malo es que durante este lapso lo que vemos también puede resultar un poco pesado debido a que la manera en la que se va desarrollando dicha problemática no es la más emocionante incluso con el incremento de escenas de impacto, provocando con esto que exista cierto estancamiento que afortunadamente no dura demasiado y por lo mismo el ritmo puede regresar a ser más ágil.

Lo cual juega en beneficio de la parte final debido a que esta maneja un nivel de intensidad que necesitaba de mayor dinamismo y al tener eso el desenlace termina funcionando de buena manera debido a que se logra presentar a la amenaza como una imponente hasta sus últimos momentos. Dejando el sentimiento de que lo ocurrido en verdad fue importante para la vida de los personajes.

Las actuaciones están bien, es más una labor en conjunto y eso evita que alguien destaque por encima del resto. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada complejo, el score es agradable, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: Exhuma me gustó. Película competente con buenos momentos para dejar de lado a los zombies coreanos por un rato.

Ojometro:
****

viernes, 26 de abril de 2024

Crítica: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 (2024)

Secuela dirigida nuevamente por Rhys Frake-Waterfield, quien comparte créditos como co-escritor del guion junto a Matt Leslie. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de marzo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 18 de abril; recaudando hasta la fecha $670,778 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Hartos de vivir en las sombras, Pooh, Piglet, Owl y Tiger llevan su batalla al siguiente nivel con el propósito de aterrorizar al pueblo de Ashdown. Donde dejarán un rastro de violencia y sangre como nunca antes se había visto.


Comentarios generales:

Para bien o para mal la primera Blood and Honey fue un éxito comercial y abrió la puerta para que proyectos basados en personajes del dominio público se popularizaran dentro del género de terror. Sin embargo, la simple travesura parecía no ser suficiente con esta franquicia y su creador presentó un peculiar universo cinematográfico (Poohniverse) que promete algo por lo menos más elaborado y con Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 podemos notar los primeros pasos.

Y es que Rhys Frake-Waterfield nos trae una historia que en esencia no es tan diferente a la anterior, pero ahora si se esfuerza por tratar de añadirle trasfondo a esta idea hilarante utilizando de manera más predominante a Christopher Robin al mostrarnos las consecuencias de la masacre que vivió y todos los traumas que esto le dejó. Obvio sin sacrificar la presencia de Pooh y compañía, quienes siguen apareciendo de forma constante en pantalla realizando acciones brutales pensadas para tratar de justificar su animadversión hacía los humanos, mientras al mismo tiempo son la vía ideal para presumir el evidente incremento en el presupuesto.

Aunque una vez pasados los primeros 30 minutos resulta evidente que el director tiene problemas al momento de encontrar un balance adecuado para ambas cosas y poco a poco se va entrando en una dinámica en la que todo lo que involucra el pasado de Christopher Robin se siente demasiado rebuscado, quitándole gracia a las cosas y haciendo por momentos que el ritmo sea pesado. Algo que pretenden solucionar mostrando muertes aleatorias cada vez más gráficas y sacándose de la manga una historia de origen demasiado absurda incluso para estos estándares, lo cual podría parecer un error, pero la realidad es que conforme todo se vuelve más ridículo tenemos mejores resultados y eso queda evidenciado en la parte final.

Una que básicamente se sustenta en una gran masacre que cumple a la perfección su propósito de proporcionar impacto visual y darle mayor protagonismo al desquiciado de Tiger. Dejándonos así ante un desenlace con la fuerza suficiente para que el enfrentamiento decisivo tenga un poco más de emoción y su resolución no se sienta tan vacía como ocurrió el año pasado.  

En cuanto a las actuaciones hay un ligero pasó adelante en comparación a la entrega anterior, pero siguen sin ser las mejores. Mientras que en producción es donde si se nota una gran diferencia en cuanto al presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no está mal, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (en su mayoría prácticos) están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante buena.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 está ok. Una mejora con respecto a la primera entrega para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
***