miércoles, 14 de mayo de 2014

Crítica: The Quiet Ones (2014)


Nueva producción de los estudios Hammer dirigida y co-escrita por John Pogue (Quarantine 2: Terminal). Se estrenó tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos durante el pasado mes de abril; mientras que aquí en México recién se estrenó el 9 de mayo. Hasta el momento ha recaudado $9.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En la década de los 70s el profesor de la universidad de Oxford, Joseph Coupland (Jared Harris), reúne a un pequeño equipo de estudiantes para llevar a cabo un experimento en una joven de nombre Jane (Olivia Cooke). Al inicio todo es con meros propósitos científicos, pero con el paso de los días descubrirán que hay algo mucho más diabólico detrás.



Comentarios generales:

La película está basada en supuestos hechos reales, así que después de investigar un poco descubrí que esto es en parte cierto debido a que toma como base un experimento (Philip Experiment) realizado en Canadá durante la década de los 70s. Al saber esto mi nivel de intriga se elevó bastante, por lo que fui al cine esperando ver un trabajo de gran nivel considerando el estudio que tenia detrás; aunque el resultado fue un tanto decepcionante.

The Quiet Ones no es mala, pero todo el tiempo me dejó la sensación de que estaban mucho más preocupados por querer replicar la estética que hizo tan famosas a las películas de los estudios Hammer que por tratar de explotar de buena manera una fórmula que está más que comprobado que si es bien manejada puede brindar grandes resultados. Ya que Pogue en general solo se limita a ir alargando de manera correcta el desarrollo de los personajes sin mostrar mucho interés por pisar el acelerador, lo cual hace que la historia fluya de manera sumamente lenta y sin realmente nada destacable; una situación que encaja con el lado “científico” que pretenden manejar, pero que la torna bastante repetitiva en muchas de las situaciones con más importancia.

Además le hace falta fuerza, casi todo lo manejan por medio de sustos fáciles que se sobre explotan y que van perdiendo impacto con el paso de los minutos gracias a que logras identificar los momentos exactos en los que ocurrirán. Aunque tampoco puedo decir que no tenga cosas que valgan la pena: las sesiones con Jane logran generar una atmósfera bastante aterradora y esa mezcla científico-paranormal te mantiene atento gran parte del tiempo ante la duda razonable sobre qué camino tomaran para terminar de explicarte lo que estás viendo.

El final es entretenido, especialmente porque se sale un poco de la tónica general. Le dan un giro que no pude evitar pensar que se siente fuera de lugar, pero después de analizarlo me convencí de que era la manera más correcta para brindarle un desenlace potente a una historia que hasta un poco antes de los 20 minutos finales no parecía llevarte a ningún lado.

Las actuaciones diría que están normalitas, nadie resalta por encima del resto. La producción si es de aplaudir: el trabajo de fotografía es bastante bueno tanto en interiores como en exteriores, la dirección de arte está bien cuidada y el trabajo de sonido resalta muchas cosas que pasarían desapercibidas si no fuera efectivo. Aunque en cuestión de efectos y maquillaje es muy básica.

Opinión final: The Quiet Ones es un débil intento de los estudios Hammer por recuperar su gloria. Tiene algunos destellos de brillantez, pero no son suficientes.

Ojometro:
***