Película basada en la novela
gráfica creada por Kevin Grevioux, la cual significa el debut dentro del género
del director Stuart Beattie. Se estrenó en cines a inicios de año recaudando a
nivel mundial 71 millones de dólares en taquilla; mientras que su salida en
formato físico se estará dando durante este mes de mayo.
Sinopsis:
La criatura creada por el Dr. Victor
Frankenstein ha sobrevivido durante 200 años ocultándose de la humanidad en los
rincones más remotos del planeta. Sin embargo, un día decide regresar a la metrópolis
y ahí se encontrará en medio de una guerra entre dos bandos milenarios donde él
será una pieza clave.
Comentarios generales:
Por lo regular este tipo de películas
suelo tenerlas siempre en consideración porque soy bastante fan del nuevo enfoque
que presentan sobre historias que ya conocemos; casi siempre las voy a ver al
cine, pero esta simplemente no me genero nada en su momento. Tal vez fue por su
caótica fase de producción, pero después de checarla no me arrepiento de no
haberla visto en la pantalla grande.
I, Frankenstein es, tal como la
propia creación de Victor, una integración de varios elementos e ideas cuyo único
propósito era que esto fuera un mega hit de proporciones importantes para poder
explotarla de diferentes maneras en el aspecto comercial, incluso tal vez con
más secuelas, pero todo esta manejado de una manera tan pobre que al final no ocurrió
(ni ocurrirá) nada de eso. En gran
medida porque Beattie saca a relucir su inexperiencia al no
lograr crear algo que se sienta original, algo con lo que digas: “Wow, esto
nunca antes lo había visto”. Ya que todo se limita a un ritmo frenético,
ciertas duplicas a otros trabajos y a grandes explosiones para maquillar una
supuesta guerra que no tiene nada épica, la cual por momentos simplemente se
siente ajena a todo lo que esta sucediendo.
Aunque el principal error a mi
juicio es el hecho de que nunca se nos dan motivos suficientes para simpatizar
con el personaje central. Pasan los minutos y este es solo un monstruo que mata
demonios porque si, provocando que te de lo mismo si logra su objetivo o no
gracias al poco esfuerzo dedicado a un personaje que por naturaleza es complejo.
El final es lo más rescatable
gracias a que contiene una buena dosis de acción y son los únicos minutos en
donde la guerra verdaderamente luce como algo importante.
En las actuaciones Aaron Eckhart debe
de ser el Frankenstein más plano y con menos personalidad que recuerde,
mientras que Bill Nighy y Strahovski carecen de carisma todo el tiempo. La producción
es por mucho lo mejor: visualmente es bastante espectacular en muchas escenas,
la peculiar y variada de dirección de arte está bien lograda, así como los
efectos especiales (salvo ciertos detalles con el CGI en el rostro de los
enemigos); aunque por otra parte, la caracterización de Eckhart es bastante pobre.
Opinión final: I, Frankenstein me
decepcionó, está muy lejos de otros trabajos similares.
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