Producción británica dirigida por
Lawrie Brewster y escrita por Sarah Daly. Su presencia más fuerte se ha dado en
festivales, pero desde hace algunos meses está disponible una edición de
colección tanto en DVD como en Blu-ray que pueden conseguir aquí.
Sinopsis:
James Findlay (Euan Douglas) es
un maestro que sufre de constantes pesadillas que involucran a un extraño ente.
Convencido de que de alguna forman se encuentran ligadas con un incidente del
pasado, este decide regresar a la casa donde paso su niñez en las montañas
escocesas; lugar en donde su curiosidad hará que tenga que pelear para
sobrevivir las brutales consecuencias.
Comentarios generales:
En fechas recientes el cine de
terror británico ha manifestado un resurgimiento notorio y en gran parte por el
camino experimental que varios directores han decidido tomar con sus filmes.
Una tendencia que ha convertido a este en un cine divisivo, que genera muchas
clases de comentarios por parte de los fans; situación que no creo que cambie
mucho con Lord of Tears.
En lo que es su segundo
largometraje, la dupla Brewster-Daly nos trae un trabajo cuyo propósito inicial
es envolverte en una atmósfera poco usual y golpearte con un arrollador estilo
visual que indudablemente harán que tu interés se dispare como ocurre con pocas
cosas; logrando de manera más que efectiva la generación de un suspenso con
algunos pequeños elementos que se encargarán de ir estableciendo gran parte del
tono de la película. Sin embargo, un aspecto que sin duda jugará en su contra
con varios espectadores es el tiempo que se toma Brewster para desarrollar la
historia y en gran parte se debe a que implementa un ritmo exageradamente lento/pausado
durante la primera hora; donde se le da mucho énfasis a las visiones del
personaje principal como una vía de escape a la monotonía e incluso por algunos
lapsos se torna un tanto aburrida.
Aunque una vez llegada la mitad y
cuando hace su acto de aparición The Owlman las cosas cambian de manera
radical, convirtiendo la monotonía en una locura llena de dinámica que es
complementada con algunas imágenes bastante perturbadoras. Y es que a pesar de
que la revelación que dispara todo esto no es tan difícil de descifrar, si
termina cambiando las cosas de manera positiva; dándole un aire de cine de
terror mucho más claro, subiéndole el grado de intensidad y finalmente brindándole
sentido a las visiones que predominaron al inicio. Sin decir que se muestra una
estructura mucho más digerible para el espectador en general.
El final está bien. Básicamente
te lo revelan en la primera hora y si no te dormiste en ese lapso lo vas a ver
venir.
De las actuaciones debo de decir
que Douglas no me convenció nunca, lo sentí demasiado exagerado todo el tiempo
(sus gritos resultan insoportables); aunque por otra parte Alexandra Hulme está
bastante bien en las dos facetas que presenta su personaje. La producción es sólida: el trabajo de fotografía
es muy bueno y algo clave para la atmósfera que se construye, el score está
bien y la caracterización de The Owlman, si bien es simple, cumple a la perfección
con su cometido de dejártelo grabado en la memoria.
Opinión final: Lord of Tears está
ok. No es precisamente mi tipo de película predilecta, pero vale la pena
checarla (además de que la edición de colección es un gran producto).
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