sábado, 7 de junio de 2014

Crítica: Joy Ride 3: Road Kill (2014)


Tercera entrega de la franquicia, la cual ahora está escrita y dirigida por Declan O'Brien (Wrong Turn 3, 4 & 5). La película se estrenó oficialmente el pasado 3 de junio en VOD dentro de los Estados Unidos y saldrá directamente en formato físico el próximo 17 de junio.

Sinopsis:

Un grupo de amigos piensa competir en el Road Rally 1000 y para ello viajan por una desoladora carretera por la cual creen que pueden cortar camino, donde se cruzan con un tráiler al que casi sacan de la carretera. Para su mala fortuna el conductor de dicho tráiler es el sádico Rusty Nail (Ken Kirzinger), quien los hará pagar por lo que hicieron.



Comentarios generales:

Ah, Declan O'Brien, ¿Qué seriamos sin ti? Después de que ya no fue requerido para la nueva Wrong Turn ahora enfocó su energía en una secuela de otra improbable franquicia, aunque para mi sorpresa los resultados no fueron tan atroces como esperaba.

Joy Ride 3 es muy básica, tal vez la entrega más básica de todas las películas de la franquicia, pero en esta ocasión sin duda eso es lo que juega a su favor debido a que no pretenden enredar al espectador con demasiadas cosas que pudieran quitarle interés a la fórmula ya conocida y mejor se centran en hacer sentir todo lo que ocurre en pantalla como algo mucho más grande o espectacular (a pesar de que sigue siendo un proyecto pequeño). Y eso se puede notar inmediatamente desde la primera escena, la cual es la que dicta el ritmo frenético de toda la película; al grado de que realmente solo deben de ser a lo mucho unos ocho minutos en donde este baja un poco para poder presentar de mejor manera las personalidades de las convencionales victimas.

Básicamente es una larga persecución con algunas torturas y muchos huecos evidentes en la trama, especialmente en aspectos que involucran directamente a Rusty (¿Cómo diablos le hace para moverse tan rápido?), pero estos pasan a segundo término considerando que el propósito es más que nada engancharte con los creativos métodos de tortura que utiliza con únicamente elementos de su camión y que le agregan un nivel de tensión, sangre e impacto decentes a la historia. Aunque igualmente esta se ve perjudicada no solo por lo totalmente vacíos que son todos los demás personajes, sino porque además cuenta con un aspecto detectivesco cuya relevancia es prácticamente nula.

El final es entretenido, Aunque por otra parte deja parado como alguien invencible al villano y eso no me agradó demasiado considerando que este es un simple mortal sin ningún tipo background que lo justifique.

Las actuaciones están decentes para un trabajo pequeño como este. La producción es lo que más resalta y hace que la película luzca mucho más grande de lo que es; especialmente porque su trabajo de efectos especiales es bastante sólido.

Opinión final: Road Kill es una película para pasar el rato sin esperar realmente mucho a cambio.

Ojometro:
***