viernes, 14 de agosto de 2015

Crítica: Harbinger Down (2015)


Película escrita y dirigida por Alec Gillis, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó tanto en cines como VOD dentro de los Estados Unidos y Canadá el pasado 7 de agosto, aunque no se sabe si saldrá en formato físico o sobre cuándo llegará a otros mercados (al parecer esto se daría vía TV en algunos).

Sinopsis:

Un grupo integrado por miembros de la universidad programa un viaje a bordo de un barco pesquero para estudiar los efectos del calentamiento global en las ballenas beluga dentro del mar de Bering. Aunque pronto su expedición sufre un cambio abrupto cuando encuentran una vieja pieza espacial soviética congelada, la cual guarda un aterrador secreto que pondrá en peligro a toda la tripulación.



Comentarios generales:

Películas que están inspiradas en The Thing no suelen abundar, así que cuando aparece una nueva llama mucho la atención porque de alguna manera seguimos esperando que finalmente llegue un trabajo que se le acerque a uno de los más grandes clásicos del género. El problema es que la mayoría de estos suelen ser más que nada copias con diferentes escenarios o efectos mejor pulidos y ciertamente Harbinger Down no es la excepción.

La verdad es que Gillis no se quiebra el cerebro con respecto a la historia, aunque por lo menos le integra ciertos elementos ligados a la guerra fría que le brindan un fondo distinto a lo acostumbrado, además de que presentarla a bordo de un barco cambia un poco la dinámica. Realmente desde los diez minutos uno ya sabe que va a pasar y al director se nota que no le incomoda en lo absoluto eso, centrándose así en la tarea de hacer lo más ligero posible un primer acto que no cuenta con muchas novedades; recurriendo incluso de manera ligera a algo de comedia para sacarlo adelante hasta que inicia todo el despliegue técnico por medio de una escena que indudablemente es un homenaje a The Thing.

A partir de aquí las cosas obtienen un ritmo mucho más ágil gracias a las muertes llamativas presentadas, además se hace el intento por generar conflictos entre los personajes utilizando la infección como punto de partida (aunque ninguno de estos alcanza niveles de tensión importantes). Algo que evidentemente suena muy similar a otras historias y para solucionarlo se le agrega un giro un tanto absurdo que a más de uno le hará mover la cabeza de decepción, pero que termina proporcionando el contenido suficiente como para justificar más muertes gráficas y, sobre todo, una posible salida dentro de este escenario tan limitado en opciones.

El final está ok, pero sin duda le falta acción. Ese gran encuentro con la criatura que tanto llevas esperando no se da, o más bien, se da por partes; dejándote con una sensación de vacío importante gracias a que nunca se alcanza a construir una conclusión fluida que vaya incrementado las emociones, simplemente pasa y ya.

Las actuaciones son aceptables, no hay nadie que destaque o sea sumamente nefasto; aunque si cuenta con un par que resultan caricaturescas de manera involuntarias gracias a los estereotipos presentados. La producción es su fuerte, sobre todo lo que tiene que ver con el aspecto visual: el trabajo de fotografía es efectivo y la dirección de arte es simple; sin embargo, son los efectos prácticos los que se llevan los reflectores gracias al diseño de la criatura y las propias muertes.

Opinión final: Harbinger Down es un show visual a la vieja escuela para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***