Película escrita y dirigida por
la dupla Jemaine Clement / Taika Waititi, quienes además actúan en la misma. Se
estrenó en cines dentro de Nueva Zelanda a mediados del año pasado e hizo lo
propio en los Estados Unidos (febrero) y México (julio) durante este 2015.
También ya está disponible en DVD, Blu-ray o formato digital.
Sinopsis:
Viago, Deacon, Vladislav y Patyr son cuatro
roomates que solo tratan de acostumbrarse a la sociedad moderna, aunque existe
un pequeño problema: todos son vampiros inmortales. Hasta ahora se habían mantenido en las sombras, pero por medio de un
documental pretenden mostrar como su vida puede seguir siendo la misma a pesar
de tener que pagar renta o no poder
entrar a ningún club nocturno sin invitación.
Comentarios generales:
Creo que los vampiros no pueden
ser más ridiculizados de lo que ya están, sin duda lo que han hecho con estos
en los últimos años ha dañado su reputación con muchísimos fans de manera
importante. Por eso cuando supe por primera vez de What We Do in the Shadows no
me entusiasme demasiado, al final de cuentas parecía ser una comedia más cuyo
único objetivo era presentar humor fácil; sin embargo, después de estarme
riendo durante casi 90 minutos me ha quedado claro que esta es una de las
películas más divertidas que he visto últimamente.
Esto porque Clement y Waititi nos
traen una historia con la cual no solo piensan mofarse de los chupasangre, sino también
homenajearlos por medio de situaciones cómicas en las cuales nunca los hemos
visto y cuyo grado de originalidad es sorprendente en una época donde todo
parece estar reciclado. Desde la propia introducción de los personajes
centrales se pueden notar las constantes referencias a otros trabajos u
situaciones históricas ligadas a los vampiros, generando así una mezcla de
personalidades única que sirve como el detonante perfecto para desatar extrañas
fricciones que poco a poco se encargarán de irle dando forma a algo que en el
papel no tiene mucha sustancia.
El ritmo nunca baja, siempre es
fluido a pesar de que esto se maneja como un “documental”; tampoco cuenta con grandes
sustos y los momentos que pretenden acercarse más al lado del terror terminan
resultando muy cómicos ante las excentricidades de los vampiros. Realmente es
hasta la aparición de un quinto personaje cuando la dinámica cambia debido a
que esto trae consigo nuevas experiencias para todos los protagonistas que involucran
a la modernidad y de paso un conflicto que lleva a una de las peleas más
peculiares que haya visto en mi vida.
La parte final es muy
entretenida. Todo el tema que rodea al baile de mascaras es hilarante (ojo con
una referencia a Blade genial) por lo extremadamente cuidado que esta cada
detalle y, sobre todo, porque presenta una situación con los humanos
involucrados que no esperas se vaya a dar de esa manera; además es gracias a
esto que el tono cómico se ve reemplazado por algunos instantes para mostrarte
el lado más cruel de ser un vampiro y así construir un desenlace bastante
satisfactorio para todos.
Las actuaciones son estupendas,
desde los protagonistas hasta los secundarios están muy bien; aunque a mi
parecer quien se lleva las palmas es Waititi con su personaje de Viago: él es
quien de alguna manera sirve como enlace y muchas de las situaciones más
graciosas ocurren en sus escenas. La producción es discreta en general, pero
efectiva: el trabajo de fotografía está ok, la casa cuenta con una dirección de
arte muy buena, el score me agradó bastante, los efectos son simples y el
trabajo de maquillaje, si bien un tanto caricaturesco, es sólido.
Opinión final: What We Do in the
Shadows es original, pero sobre todo muy divertida. Sin duda una de las mejores
comedias de terror de los últimos años.
Ojometro:
*****
*****