domingo, 21 de febrero de 2016

Crítica: The Forest (2016)


Primer largometraje del director Jason Zada, cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Nick Antosca, Sarah Cornwell y Ben Ketai. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado de 8 de febrero, mientras que a México llegó durante este fin de semana; recaudando hasta el momento $30.6 millones de dólares a nivel mundial.

Sinopsis:

Sarah (Natalie Dormer) viaja a Japón para buscar a su hermana gemela, quien fue vista por última vez entrando a un lugar conocido por ser el punto preferido de muchas personas para suicidarse: el bosque de Aokigahara. Ahí hará hasta lo imposible para encontrarla, aunque para ello tendrá que combatir fuerzas sobrenaturales que explotarán su trágico pasado.



Comentarios generales:

Cuando se trata de Aokigahara mi nivel de interés suele ser elevado por dos cosas: la primera porque todo lo que lo rodea siempre me ha resultado llamativo y, la segunda, porque el gobierno japonés no deja filmar en ese lugar, lo cual suele hacer mucho más desafiante la realización. Y en el caso de The Forest además estaba el plus de que es una de las pocas películas no japonesas que giran en torno al bosque, algo que me esperanzaba con ver un enfoque diferente al acostumbrado; sin embargo, al final me he llevado una grandísima decepción.

Y es que realmente lo que nos presenta Zada es una historia que se pudo haber realizado en cualquier otro escenario y la diferencia hubiera sido mínima, esto porque los sucesos se realizan de una manera tan rápida que nunca permite generar un poco más de profundidad en cuanto a la fama del bosque. Realmente lo que pretenden es que el espectador únicamente tenga empatía por el personaje de Sarah por el hecho de que su hermana está perdida o muerta, lo cual provoca que todo lo ocurre durante el primer acto se sienta como vil relleno gracias a que no aporta nada de gran valor, salvo por un flashback de la infancia de las gemelas que uno intuye tendrá algún tipo de importancia más adelante.

Ya para la segunda mitad el ritmo disminuye de manera considerable y es cuando el director decide finalmente empezar a jugar un poco más con la cuestión de los fantasmas, logrando ciertos momentos visualmente llamativos, aunque con muy poco impacto debido a lo increíblemente anunciados que resultan varios de los sustos fáciles que utiliza. Incluso el conflicto presentado se siente hueco, en parte por la nula información que existe sobre prácticamente cualquier otro personaje que no sea Sarah, pero también porque es claro que no sabían cómo darle un toque de originalidad a las acciones; obligándolos a incluir al espíritu de una niña que solo está ahí para agregar un poco de suspenso mientras pasan los suficientes minutos hasta que lleguemos al último acto.

La parte final diría que cumple a secas. El flashback previamente mencionado tiene consecuencias directas aquí y en base a este logran presentar un giro que por lo menos le agrega un poco de sorpresa a una historia tan lineal.

La actuación de Dormer representando dos roles distintos no es un desastre porque el tiempo en pantalla de ambos personajes es muy dispar, pero el problema es que el que domina la pantalla nunca logra ofrecer grandes cosas más allá de algunos gritos. La producción es tal vez su único punto fuerte, sobre todo en el aspecto visual: el trabajo de fotografía es muy bueno tanto en las escenas de día como de noche, la dirección de arte es sólida, los efectos resultan un tanto genéricos y el trabajo de maquillaje cumple cuando debe.

Opinión final: The Forest es muy pobre en todos los sentidos. Mejor esperen hasta que inevitablemente la pasen en TV dentro de un par de años.

Ojometro:
**