lunes, 1 de febrero de 2016

Crítica: The Boy (2016)


Película dirigida por William Brent Bell (Wer) y escrita por Stacey Menear. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de enero y en México hizo lo propio durante este fin de semana; recaudando hasta la fecha $21.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Greta (Lauren Cohan) es una joven estadounidense que acepta un trabajo de niñera en una remota villa en Inglaterra, solo para darse cuenta que a quien tiene que cuidar no es un niño, sino un muñeco de nombre Brahms. Para hacerlo tiene que seguir de manera estricta ciertas reglas, pero cuando ella las ignora una serie de perturbadores e inexplicables eventos harán que empiece a creer que el muñeco en verdad tiene vida propia.



Comentarios generales:

Al igual que ocurrió con Annabelle hace un par de años atrás, The Boy tenía que lidiar con la carga extra que siempre significa Child's Play para aquellos trabajos que cuentan con alguna clase de muñeco. Es algo inevitable y en muchas ocasiones esto suele perjudicar de manera excesiva a la película en cuestión porque se ve obligada a satisfacer las expectativas de un público que espera ver determinadas cosas que se encuentran totalmente alejadas de la idea central del filme; sin embargo, en esta ocasión los responsables de la película no se dejan llevar por eso, a pesar de que al final su producto se siente un tanto incompleto.

Brent Bell nos trae en esta ocasión una historia de la cual ciertamente sabemos bastante gracias al tráiler, pero eso no evita que logre ofrecer un primer acto agradable; donde su principal meta es generar desde el primer instante una atmósfera amenazadora para Greta por medio de extraños sonidos y una ambientación de corte gótico muy bien cuidada. Aunque definitivamente lo que más resalta es la presentación de Brahms y la perturbadora naturalidad con la que lo tratan sus padres, lo cual resulta muy raro de ver, pero sin duda sirve como el principal conducto para sentir empatía con el personaje principal dado a que con esto entiendes a la perfección su decisión de incumplir las reglas porque, en teoría, no está haciendo nada que cualquier persona normal no haría en la misma situación.

Ya entrando al segundo acto las cosas toman un ritmo mucho más pausado al centrarse en la cuestión del suspenso y en la construcción de situaciones que solidifiquen las dudas sobre si Brahms tiene vida o no, algo que en un inicio funciona de manera adecuada, pero que se vuelve cansino rápidamente dado a la poca variedad de los sustos implementados. También llega un punto en donde todo se siente sumamente acelerado cuando se empieza a tocar el tema del posible deterioro mental de Greta, ya que sus interacciones con el muñeco nunca resultan tan convincentes como para comprar la idea; incluso si existe una cuestión personal que justifica completamente su comportamiento y añade muchas más dudas sobre si esto se trata de una cuestión médica, algo que involucra espíritus u otra clase de temas sobrenaturales.

La parte final no está mal, pero tiene un problema. Brindan un giro que solo los más atentos a ciertos detalles podrán ver venir, el cual le cambia la dinámica a la película para convertirla en algo mucho más convencional; sin embargo, al hacer esto se pierde por completo la sensación de pago que el desenlace tendría que tener debido a que no encaja para nada con la construcción previa.

La actuación de Cohan la considero correcta, sobre todo porque ella básicamente carga con el peso de la película por medio de una interacción con un muñeco y eso no le da mucho margen de maniobra. La producción es bastante buena: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte es sólida, el score está ok, tiene un trabajo de sonido bien cuidado y todo lo que tiene que ver con efectos/maquillaje es apenas perceptible.

Opinión final: The Boy es aceptable. Tiene varias cosas agradables pero nunca logra explotar y termina dejándote con la sensación de que le faltó algo.  

Ojometro:
***