Película dirigida por Adam Mason
(The Devil's Chair, Blood River), quien además comparte créditos junto a Simon
Boyes como co-escritor del guión. Se estrenó dentro de los Estados Unidos
durante el 2016, pero a Latinoamérica llegó el pasado 5 de mayo por medio de
Netflix.
Sinopsis:
Al regresar de sus vacaciones la
familia Miller se encuentra con la desagradable sorpresa de que alguien entro a
su casa. Después de que las autoridades no encontraran nada, todos tratan de
continuar con sus vidas, pero ninguno de ellos sabe que eso solo fue el inicio
de una auténtica pesadilla.
Comentarios generales:
La verdad no tenía idea de
Hangman, se me pasó completamente de largo durante el año pasado y de no ser
por los avisos de Netflix ni me hubiera enterado de su existencia, pero ya que
estaba disponible no dude en darle una oportunidad. Lo cual terminó siendo un
gran error no solo porque su premisa es realmente absurda y poco creíble, sino
porque además me hizo experimentar un retroceso en el tiempo; justo a 2009,
cuando Paranormal Activity recién estaba definiendo la fórmula que le dio tan
buenos resultados.
Y es que no voy a mentir, lo que
nos trae Mason bien podría pasar por una entrega más de la polémica franquicia
debido a que sigue prácticamente la misma estructura y método de exposición,
pero con la diferencia de que aquí la amenaza no es algo sobrenatural. Un
detalle que juega de manera positiva a su favor al menos en el inicio debido a
que se trata de una situación que le puede ocurrir a cualquiera y la idea de
ver a un asesino rondar por la casa como le plazca genera cierta perturbación
interesante.
El problema es que ese efecto no
dura mucho y una vez que se empieza a mostrar la cotidianidad de la familia las
cosas se vuelven sumamente aburridas al seguir un patrón automático que
difícilmente cambia, el cual consiste en: el asesino los espía de noche, come
algo, amanece, ellos se van de la casa, él se queda ahí o sigue a alguna de las
mujeres. Eso es todo lo que ocurre durante casi 70 minutos, no hay ningún tipo
de susto o alguno que otro momento de tensión palpable; de hecho, con el paso
del tiempo se vuelve cada vez más risible al ver todas las libertades que el
asesino se toma sin ser detectado y los problemas absurdos que le provoca a la
familia sin razón alguna. Volviendo casi imposible el comprender por qué hace
todo esto.
Tal vez lo más rescatable son los
últimos cinco minutos, justo cuando nuestro villano decide que es hora de dejar
de ocultarse. Es por mucho la parte más intensa e incluso algo cruda, pero dura
tan poco y termina tan de golpe que al final no es suficiente como para
justificar todo el aburrimiento previo.
Las actuaciones son lo que uno ve
en esta clase de trabajos, nada para resaltar; aunque la química entre la
familia protagonista no se siente falsa y eso es plausible. La producción igual
es estándar: un trabajo de edición cumplidor, buena iluminación, trabajo de
sonido limpio y algunos efectos mínimos a los que no se les puede criticar
mucho.
Opinión final: Hangman es
bastante mala. Un found footage del montón que por momentos hace ver a
Paranormal Activity como una película de acción.
Ojometro:
**
**