Película dirigida por The Spierig
Brothers (Undead, Daybreakers), cuyo guión fue co-escrito por Pete Goldfinger y
Josh Stolberg. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de
octubre, mientras que en México hizo lo propio el 10 de noviembre. Recaudando
hasta la fecha $79.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Varios cadáveres han empezado a
aparecer en la ciudad, cada uno de ellos presentando rasgos de tortura
inimaginable. La sorpresa es demasiada y conforme avanza la investigación esta
solo aumenta cuando la evidencia apunta a un solo sospechoso: John Kramer, el
asesino serial mejor conocido como Jigsaw y que lleva muerto diez años.
Comentarios generales:
Durante la década pasada pocas
cosas me emocionaron tanto como la primera Saw, aunque nunca me imaginé que esa
pequeña película sería el inicio de una de las franquicias más prolíficas que
ha tenido el género de terror; una con altibajos muy marcados y con la cual fui
perdiendo el interés con el paso de la entregas, pero de la que siempre respeté
el hecho de que quisieran darle un cierre definitivo cuando fue evidente su
declive. Así que cuando se anunció que había planes por revivirla no me
emocioné demasiado, ya que a pesar de haber pasado 7 años seguía sin creer que pudieran
revitalizar la fórmula y lo que hace Jigsaw es simplemente confirmar dicho
pensamiento.
Esto porque lo que nos regalan
los hermanos Spierig realmente no rompe en lo absoluto el esquema
tradicional y en general se trata de una amalgama de todo lo que funcionó en
las entregas anteriores para así ir construyendo una historia que, al menos de
inicio, sustenta su complejidad en el simple hecho de tratar de darle sentido a
la aparente resurrección de Jigsaw. Un aspecto que durante el primer acto creo
que resulta efectivo porque ese aire de familiaridad que estás viendo ayuda a
solidificar la teoría de que, tal vez, John Kramer si haya sobrevivido y así
tener un choque de ideas que logren generar una duda razonable entre si se
trata de un simple imitador o del icónico asesino.
Lo malo empieza cuando esa
familiaridad no es suficiente para sostener toda la película, ya que de pronto
resulta muy evidente que esto se trata de una versión modernizada de Saw V y
poco a poco el interés se va perdiendo; no solo porque lo que gira en torno a
la investigación no es tan atractivo, sino que además el elemento de impacto
tan característico de la franquicia por momentos se siente ajeno. Obvio si cuenta
con muertes, pero estas se dan entre lapsos muy prolongados de tiempo y eso
provoca que el ritmo no sea tan ágil; además de que la falta de creatividad que
ya se empezaba a evidenciar desde hace siete años atrás sigue notándose debido
a que ninguna de las presentadas logra generar un nivel de tensión o
incomodidad tan elevado y por lo consiguiente son incapaces de quedarse en la
mente del espectador a largo plazo, resultando así un tanto desechables.
La parte final si es muy Saw. No
pretendo decir mucho para no arruinárselas pero hacen un trabajo adecuado al
unir las piezas y así brindar un desenlace que le dé sentido a todo lo que acabas
de ver (incluido el momento más llamativo visualmente hablando); dejando
abierta la posibilidad de más secuelas porque añaden algo que si cambia de
manera importante lo que ya sabíamos.
Las actuaciones son el estándar de
la franquicia, nada especial; aunque ver a Tobin Bell de regreso siempre es agradable.
La producción si sigue manteniendo buena factura: el trabajo de fotografía es
sólido, la dirección de arte bien cuidada como siempre, el score no presenta
mucha novedad, el trabajo de sonido es bueno, los efectos mantienen su calidad
y la labor de maquillaje es de primer nivel.
Opinión final: Jigsaw está pasable.
Es más de lo mismo, aunque probablemente los fans de la franquicia si queden
más satisfechos.
Ojometro:
***
***