Película escrita por Danny King
que significa el debut tras la cámara del actor Jason Flemyng, quien además
tiene una pequeña participación actoral. Salió directamente en DVD en algunos
mercados europeos durante el mes de mayo y en cines dentro del Reino Unidos en
el mes de septiembre.
Sinopsis:
Atravesando momentos difíciles y
con sus días de gloria ya en el pasado, los ocho vampiros británicos supremos
se juntan para su reunión semestral. Sin embargo, antes de que llegue el
amanecer, dicha reunión terminará con sangre y muchos cadáveres por todo el
lugar.
Comentarios generales:
Cuando un actor con un currículum
bastante respetable decide hacer su debut como director por medio de una
comedia de vampiros sin duda va a llamar la atención, no es algo usual y por
eso mismo mi curiosidad se desató una vez que supe de Eat Locals. La verdad no
sabía que esperar debido a que no es un terreno fácil de explorar, mucho menos
cuando hace apenas un par de años salió la que muchos consideran la comedia
definitiva de vampiros (What We Do In The Shadows), pero al final lo que me
encontré fue algo entretenido.
En gran medida porque
afortunadamente Flemyng identifica a la perfección de lo que se trata todo esto
y no se toma tan en serio las cosas, estableciendo rápidamente cual será el
tono para la historia al resaltar ciertos chistes específicos de manera
temprana. Una situación que no luce como la mejor opción considerando que es el
primer acto y normalmente no se desea aligerar tan rápido el ambiente, pero que
termina funcionando gracias a que dentro de todo el humor también se integran
de manera inteligente los elementos necesarios para presentar a un grupo de
vampiros que no son ridiculizados y cuyos motivos para justificar su reunión
tienen de fondo un tema que los deja parados como esos seres a los que solo les
importa alimentarse.
Esto hace que la película te
atrape, sin embargo, el guión no es tan sólido como parece y con el pasar de
los minutos el tema de los ocho vampiros supremos empieza a ser dejado de lado (en realidad, lo olvidan casi por completo) para
centrarse en un conflicto con el ejército que no resulta tan interesante. Más
que nada porque a partir de ahí la película se vuelve un hit or miss constante
al tener escenas de acción que fluyen de manera agradable, pero que en
ocasiones quedan paradas como simples rellenos para obtener un poco más de
tiempo o como un capricho para mostrar las habilidades de los vampiros sin nada de trasfondo.
Aunque, por otra parte, los referente a la comedia sigue siendo manejado de manera sólida y existen varios momentos hilarantes que me hicieron reír bastante, ya sea por medio de comedia física o algunos diálogos muy bien logrados con el típico humor británico.
Aunque, por otra parte, los referente a la comedia sigue siendo manejado de manera sólida y existen varios momentos hilarantes que me hicieron reír bastante, ya sea por medio de comedia física o algunos diálogos muy bien logrados con el típico humor británico.
La parte final cumple. Sigue
teniendo varios huecos y ciertamente la razón detrás de la traición del ejército
es medio estúpida, pero en general el desenlace es satisfactorio ya que no se
rompen la cabeza y siguen un camino sin complicaciones.
Las actuaciones están bastante
bien, hay varios rostros conocidos que hacen de este grupo de vampiros uno con
bastante química sin que nadie destaque por encima del resto; mientras que los
secundarios fungen como buen complemento. En cuanto a la producción, es
austera: el trabajo de fotografía no está mal, el score es medio genérico, el
trabajo de sonido resulta efectivo, los efectos son sólidos y la labor de
maquillaje cumple con lo mínimo.
Opinión final: Eat Locals está
divertida. Película para no tomar demasiado en serio y pasar un rato agradable.
Ojometro:
***
***