Producción sudafricana dirigida
por Darrell Roodt (Drácula 3000) y escrita por Tarryn-Tanille Prinsloo. Se
estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el
pasado 1 de marzo, aunque todavía no hay información referente a una posible
salida en formato físico.
Sinopsis:
De regreso al pueblo donde creció
y abrumada por el nacimiento de su primer hijo, Chloe van Heerden (Reine Swart)
trata de adaptarse a su nueva etapa maternal. Sin embargo, a pesar de tener
el apoyo de su madre, ella no se logra adaptar a su nuevo rol y pronto una
sensación de culpa y paranoia la invadirán al grado de poner no solo su vida en
peligro, sino también la de su bebé.
Comentarios generales:
Haciendo memoria creo que la
cantidad de películas de terror sudafricanas que he visto se pueden contar con
los dedos de una mano debido a que no es un país que se caracterice por
producir mucho material. Es por ello que The Lullaby me llamaba la atención, ya
que siempre es interesante ver la evolución del género en territorios no tan
comunes y, aunque está lejos de ser la mejor exponente de eso, si es un trabajo
con cosas que valen la pena.
Ya que Roodt y Prinsloo se
encargan de regalarnos algo que desde un inicio tiene tintes bastante oscuros
al exponer una situación en la que, contrario a lo habitual, la madre no muestra
demasiado afecto hacia su recién nacido y con ello rápidamente se logra crear
una sensación de peligro constante. Una situación que, al combinarla con la
atmósfera tétrica, hace que de manera rápida se puedan establecer los elementos
necesarios para ir desenvolviendo un drama potente cargado de altas dosis de
suspenso mientras se empieza a jugar con la probable inestabilidad mental de
nuestra protagonista por medio de sustos fáciles.
Hasta ahí todo va bien, pero lamentablemente
es justo el uso de estos sustos fáciles los que van arruinando la experiencia
gracias a que el director los sobreexplota como pocas veces he visto que suceda.
En serio, a partir de cierto punto la dinámica de la película se vuelve en
exceso predecible debido a que cada 2 o 3 minutos se recurre a estos, lo
cual solo hace que las acciones sean
aburridas y poco a poco se empiece a volver muy confuso lo que ocurre en
pantalla al no poder establecer bases sólidas con respecto los sucesos
paranormales que supuestamente ocurren.
En general diría que la atmósfera
está ahí, el tono es muy bueno y la película cuenta con un ritmo que nunca encontré
pesado, pero el hecho de que se recurra a lo mismo una y otra vez hace que uno
se fastidie con tanto grito de Chloe.
La parte final no me gustó. No
tanto porque careciera de fuerza o de elementos de impacto que uno sabía iba a
tener por la naturaleza misma de la historia, sino más bien porque casi todo lo
dejan a la interpretación (lo único que responden es el tema del padre);
realmente no se hace el más mínimo esfuerzo por darle algo de sentido a la
condición de Chloe y sus acciones terminan quedando medio vacías.
En el tema de las actuaciones
realmente todo recae en Reine Swart y, aunque no lo hace mal, la repetitividad
en la que se ve envuelto su personaje la vuelve bastante detestable y te
resulta difícil el poder involucrarte con su sufrimiento. La producción es de
buena factura: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte
cumple, el score es bueno, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a
efectos/maquillaje está bien hecho a pesar de ser bastante simple.
Opinión final: The Lullaby es
aceptable. Una película con cosas interesantes que probablemente con otro
director hubiera alcanzado otro nivel.
Ojometro:
***
***