Película dirigida por The Spierig
Brothers (Daybreakers, Jigsaw), quienes además comparten créditos junto a Tom
Vaughan como co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados
Unidos el pasado 2 febrero, mientras que en México hizo lo propio durante el
fin de semana.
Sinopsis:
En las afueras de San Francisco
la multimillonaria Sarah Winchester (Helen Mirren) ha construido una enorme
mansión que se encuentra en remodelación constante las 24 horas del día durante
los siete días de la semana. Para el mundo exterior es una clara señal de una
mujer con problemas mentales, pero para ella es la única manera de poder
reparar el daño que las armas fabricadas por su compañía han ocasionado.
Comentarios generales:
Creo que a todo mundo le
sorprendió que una actriz del calibre de Helen Mirren se involucrara en una
película de terror, ya que no suele ser común que nombres de ese tamaño volteen
a ver un género que dentro de la propia industria es considerado de segunda
categoría. Esto provocó que rápidamente Winchester se convirtiera en uno de los
trabajos más esperados del año, no solo por su presencia, sino porque había los
elementos para poder tener algo grande que hiciera bastante ruido; aunque desgraciadamente
eso no ocurrió.
Principalmente porque lo que nos
traen los hermanos Spierig es una película que resulta difícil de digerir, no
tanto porque cuente con una historia compleja (que no lo es), sino porque es de
esas que tardan en desarrollarse. Una situación que por lo regular no me
molesta pero en este caso si termina siendo perjudicial debido a que, al contar
con una premisa básica de casas poseídas, el avance del primer acto se vuelve
demasiado tedioso de manera muy rápida ante la falta de novedad y porque
quieren sustentar todo en la excentricidad que representa la propia mansión o
su dueña. Siendo esto un aspecto que al inicio resulta interesante; sin
embargo, no tiene que pasar mucho tiempo para que uno se dé cuenta que con esa
excentricidad solo se pretende esconder la repetitividad de las acciones.
En general se puede decir que la
primera mitad es MUY aburrida, pero afortunadamente una vez que pasa el proceso
de aprendizaje con respecto a la mansión la mejora es significativa. En gran
medida porque el ritmo se vuelve más ágil y ya no se siente tan pesado lo que
estás viendo, aunque el verdadero cambio se da gracias a que empiezan a darle
más relevancia a las motivaciones de Sarah Winchester para construir un lugar
tan exótico, lo cual deja como resultado una mayor sustancia con respecto a lo
que ocurre ahí dentro y justifica de gran manera tanto lo de las renovaciones como la presencia de los espíritus.
Una presencia que abre la puerta
a momentos de mayor suspenso y a la generación de una atmósfera más oscura. Sin
duda algo positivo, más no completamente satisfactorio debido a que siempre te
quedas con la sensación de que pudieron haber hecho más con esto porque cada habitación representa una historia para explotar y al final solo se
centran en un par, mientras que el resto lo dejan a la imaginación.
Los últimos 20/25 minutos me
agradaron, son bastante entretenidos. El tema supernatural toma el mando por
completo y se las arreglan para ofrecer un cierre potente que, además, logra
explotar de mejor manera toda la estructura a diferencia de los actos previos.
En el tema de las actuaciones
Mirren cumple como se esperaba, su papel no exige demasiado pero ella
le saca todo el jugo posible; mientras que Jason Clarke (Dr. Eric Price)
resulta un buen contrapeso para ella. La producción es de primer nivel: el
trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte estupenda, el score es
muy bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son sólidos y la
labor maquillaje resulta mínima.
Opinión final: Winchester me
dejó decepcionado. Ciertamente no es mala, pero termina quedándose corta en muchos
aspectos considerando el talento involucrado.
Ojometro:
***
***