viernes, 20 de abril de 2018

Crítica: Demon House (2018)


Documental escrito y dirigido por Zak Bagans (Ghost Adventures). Se estrenó en VOD el pasado 16 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si será transmitido en algún canal de TV.

Sinopsis:

El investigador paranormal Zak Bagans decide hacer un documental sobre uno de los casos sobre posesiones más autentificados en la historia de los Estados Unidos. Aunque gracias a eso la vida de sus colaboradores y la suya cambiarán para siempre.



Comentarios generales:

Cualquier cosa que haga Zak Bagans siempre será recibida con muchísimas dudas debido a que, si no eres fans de sus shows, difícilmente lo puedes tomar en serio. Al final de cuentas la efectividad de sus proyectos recae en gran medida en si eres creyente o no de todo el tema paranormal, lo cual no es mi caso y por ello no tenía grandes expectativas con Demon House; un documental que cuando terminas de verlo solo te quedas con la impresión de que fue un episodio más de Ghost Adventures con más presupuesto.

Y es que más allá de que el caso que se investiga es un poco más interesante de lo habitual debido a la información que existe sobre este, lo cierto es que en ningún momento esa ventaja se ve explotada por parte del creador. Quien presenta puras coincidencias como eventos que supuestamente fueron provocados por “fuerzas malignas” y no les da seguimiento por medio de una investigación más profunda; además de que no puede presentar a la afectada principal escudándose convenientemente bajo el discurso de que alguien más compró los derechos de su historia y ella tiene prohibido hablar del tema.

En realidad la ley del mínimo esfuerzo se ve aplicada aquí con unas recreaciones de los sucesos que dejan mucho que desear, entrevistas muy básicas y una pobre construcción de la historia que, más que intrigar al espectador, solo lo aburre. En especial porque empiezan a presentar cosas que se alejan del elemento central y poco a poco van haciendo más parecido esto a un show de TV que a un documental.  

Gracias a esto cuando se llega a la parte final uno ya se encuentra fastidiado y nada mejora al ver que el propio Bagans es quien se vuelve el centro de atención al encerrarse por una noche en la casa y así tratar de generar algo de suspenso sin buenos resultados. Lo cual solo deja como desenlace un supuesto daño en sus ojos (sin presentar ninguna prueba que lo confirme) y la destrucción de la casa sin aclarar absolutamente nada de lo que lo que fue presentado.  

En cuanto a producción si se nota que hubo algo más de presupuesto: la edición es efectiva, la iluminación es la adecuada durante todo el documental, el score no está nada mal y el trabajo de sonido es bastante limpio.

Opinión final: Demon House es un mal documental. Un programa extendido de Ghost Adventures que probablemente solo les agrade a quienes son fans de Bagans.

Ojometro:
**