Película dirigida por Brian
O'Malley (Let Us Prey) y escrita por David Turpin. Se estrenó en cines y VOD
dentro de los Estados Unidos al pasado 23 de febrero, aunque todavía no hay
información sobre cuándo saldrá en formato físico.
Sinopsis:
En 1920, dentro de la Irlanda
rural, los gemelos Rachel (Charlotte Vega) y Edward (Bill Milner) conviven con
extrañas fuerzas dentro de la enorme mansión que les heredaron sus fallecidos
padres. Ambos tienen que seguir estrictas reglas para no correr peligro, pero
cuando ella se enamora de un joven del exterior se desencadenarán una serie de
mortales eventos.
Comentarios generales:
Cualquier película sobre grandes
mansiones con un estilo gótico siempre va a llamar mi atención, incluso si ya
sé de antemano más o menos cómo va a desarrollarse debido a que todas estas
suelen tener una estructura similar (incluso nombres que casi siempre
inician con “The”). Es por eso que tenía bastante interés en The Lodgers, se le
notaba cierto potencial, pero al final solo se trata de un trabajo decente que
nunca logra llegar a niveles mucho más importantes.
En gran medida porque O’Mailley
nos regala una historia con tintes sobrenaturales que también se centra mucho
en los deseos sexuales reprimidos de un par de hermanos y eso provoca desde temprano
cierto conflicto al balancear lo que ocurre en pantalla. Ya que por un lado
sabemos perfectamente las reglas por las cuales este par de personajes están
“malditos” y en base a estas se logran construir una serie de eventos
interesantes que añaden un misterio sólido, pero por el otro nos presentan una
parte amorosa que en todo momento se siente un tanto hueca debido a que los
personajes secundarios que se encuentran fuera de la mansión en general solo
están de adorno con alguno que otro dialogo genérico y por ello resulta
complicado desarrollar situaciones de interés.
Esto hace que el ritmo de la
película sea uno no precisamente cansino, pero si demasiado pausado; provocando
lapsos en los que no se siente que ocurra algo relevante y ante eso mejor se
opte por explotar el aspecto visual en exteriores o dentro de la mansión.
Aunque afortunadamente las cosas mejoran con el pasar de los minutos cuando se
empieza a hacer presente la cuestión del incesto y todo lo que se construye a
su alrededor para irle dando más relevancia al personaje de Edward, así como a
los elementos sobrenaturales para generar cierto nivel de suspenso.
La parte final está bien. Ya para
este punto resulta claro cuál es la apuesta principal y el tono es lo
suficientemente oscuro como para hacer perturbador lo que hay detrás de la maldición, además de que me agradó que no se fueran por un desenlace precisamente feliz.
Las actuaciones no están mal,
Charlotte Vega hace un buen trabajo cargando el peso de la película y Bill
Milner, aunque exagerado por momentos, resulta un complemento adecuado para
ella (aunque el que la aparición de David Bradley fuera tan irrelevante me
decepcionó). En el tema de la producción es sin duda donde más destaca: el
trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score
resulta agradable, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos no son
precisamente los más llamativos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: The Lodgers está ok.
Una película estándar de mansiones embrujadas para ver cuando no se tenga nada
que hacer.
Ojometro:
***
***