Secuela dirigida por Johannes
Roberts (The Other Side of the Door), cuyo guión fue co-escrito por Bryan
Bertino y Ben Ketai. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante
el mes de marzo e hizo lo propio en México el pasado 4 de mayo. Recaudando
hasta la fecha $26.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Una familia va a pasar el fin de
semana en un alejado parque para casas rodantes que se encuentra
misteriosamente desierto. Al inicio nada parece fuera de lo normal, pero
cubiertos bajo la oscuridad tres extraños enmascarados les harán una visita que
los llevará al límite en su búsqueda por sobrevivir.
Comentarios generales:
Siempre he pensado que The
Strangers es una de las películas de terror más infravaloradas de la década pasada debido a que pocos parecen entender lo importante que fue para el
renacer del subgénero de invasión de hogar, el cual pasó de estar en la total
irrelevancia a ser uno de los más explotados en los últimos diez años. Por eso
cuando se empezó a especular sobre una nueva entrega me alegré porque era una
buena oportunidad para hacerle justica, pero al final lo único que terminó
siendo Prey at Night fue una decepción.
¿A que se debió esto? Bueno…
básicamente al hecho de que Roberts, Bertino y Katai en esta ocasión nos
regalan más que nada un slasher y no tanto una película de invasión, un cambio
que en el papel no debería de afectar demasiado considerando que existen los
elementos para realizar dicha transición, pero que en la práctica ciertamente
no funciona por varias razones. La primera de estas siendo el comienzo tan lento con el
que cuenta al centrarse en una familia de la cual ningún miembro te resulta
interesante y mucho menos la situación por la cual realizan el viaje, volviendo
así todo el primer acto uno de auténtico bostezo; en donde lo más “extremo” es
ver a una adolescente rebelde fumando.
Afortunadamente a la media hora
el ritmo incrementa con la aparición de los asesinos para brindar así algunos
momentos emocionales cuando llegan las primeras muertes y una dinámica un poco
más ágil; sin embargo, esto no dura mucho. Ya que en el afán de querer hacer
esto más grande el cambio de escenario de una casa a un parque elimina cosas
que hacían especial a la entrega anterior como el asecho, aquí realmente todo
se trata de correr del punto A al un punto B sin lograr generar gran tensión y,
ante la carencia de victimas, las cosas no son precisamente emocionantes.
Para empeorar las cosas, el hecho
de que los tres asesinos no tengan una historia detrás que permita comprender quienes
son o cuales sus motivaciones para matar hace que este sea un slasher bastante
hueco. Especialmente por lo que ocurre con ellos en los minutos finales.
Lo cuales son los mejores de toda
la película, principalmente por la escena de la alberca que es brillante, pero también
porque son por mucho los más intensos al tener enfrentamiento final bien
balanceado y un nivel de violencia adecuado. Además de que presenta cierre
aparentemente definitivo; aunque este no se siente tan bien logrado
considerando lo que mencione anteriormente sobre los asesinos.
Las actuaciones son mediocres en
general, aunque Bailee Madison (Kinsey) es probablemente el peor caso debido a
que ella es la protagonista y en ningún momento logras sentir gran empatía
hacia ella ante lo exagerada que resulta en todo lo que hace. La producción es
donde tiene sus mayores virtudes: el trabajo de fotografía es bastante bueno,
la dirección de arte es sólida, el score es agradable, el trabajo de sonido es impecable,
los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: The Strangers:
Prey at Night es decepcionante. Una secuela innecesaria que probablemente solo
le guste a los fans más recalcitrantes de la primera entrega.
Ojometro:
**
**