Película dirigida por Ben Jagger,
quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Dean S.
Jagger (quien es el protagonista) y Christopher P. Taylor. Se estrenó de manera
limitada en cines, VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado
20 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
En la ciudad de Los Ángeles un
detective obsesionado por encontrar la verdad detrás del asesinato de sus padres
termina confrontando a un par de vampiros que lo arrastrarán a una pesadilla
para la cual no estaba preparado.
Comentarios generales:
A estas alturas de mi vida cada
que veo el nombre de Corey Feldman involucrado en algún proyecto me hace
esperar lo peor de este, tantos años de verlo aparecer de manera secundaria o
con puros cameos glorificados han provocado eso. Así que cuando supe sobre
Corbin Nash no esperaba gran cosa y el trailer tampoco ayudaba demasiado; simplemente
parecía un trabajo del montón que solo me haría perder el tiempo, pero al final
me ha entretenido más de lo que en un inicio pensaba.
Con esto no quiero decir que sea
una maravilla, nada más alejado de la realidad; sin embargo, Ben Jagger sabe bastante
bien cómo manejar esta historia en la que el terror ciertamente es algo
secundario. Ya que se trata de una película de vampiros en donde el tema
principal es la venganza y el renacer del personaje principal, por lo cual
cuenta con un desarrollo algo lento que provoca que por lo menos los primeros 30
minutos no sean nada para presumir al enfocarse principalmente en establecer lo
mejor que se pueda la línea de tiempo y tratar de brindarle un poco más de
contexto a las acciones de Nash como detective.
Es hasta que aparecen de manera
más predominante los dos vampiros principales cuando las cosas empiezan a tomar
mejor forma, ya que su presencia en pantalla añade de manera inmediata cierto
nivel de identidad a algo que hasta este punto resultaba muy gris y es en base
a estos que se empiezan a integrar los elementos más ligados con el terror.
Añadiendo así sangre y violencia, aunque esto último centrado más que nada en la
situación apremiante de Nash que, si bien no es mala, tampoco logra brindar
grandes satisfacciones al dejar demasiadas preguntas en el aire cuando en un
inicio parecía que tendría más importancia al estar ligada directamente con la muerte de sus padres..
La parte final es sin duda lo
mejor de la película. Principalmente porque es la más intensa y porque al
esclarecer por completo la situación del protagonista el director ya tiene vía
libe para hacer lo que le plazca, generando con esto un enfrentamiento final
violento que funciona por lo seco y contundente que resulta; además de que
claramente deja abierta la puerta para hacer de esto una franquicia.
En cuanto a las actuaciones se
puede decir que Jagger hace lo necesario para lo que le exige el papel, pero
quien se llevará todas las miradas sin duda será Feldman al tener el personaje
más extraño de todos y al cual, dentro de toda esa extravagancia, sorprendentemente
lo saca adelante. La producción es discreta: el trabajo de fotografía tiene
algunos detalles, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo
de sonido es limpio, los efectos son bastante sencillos y la labor de
maquillaje resulta efectiva.
Opinión final: Corbin Nash está
ok. Película para pasar el rato y ver a Corey Feldman en uno de sus papeles más
extravagantes.
Ojometro:
***
***