Película escrita y dirigida por Owen
Egerton (Follow). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos
el pasado 31 de agosto, mientras que su salida en formato físico está confirmada
para el próximo 2 de octubre.
Sinopsis:
Tres adolescentes asisten al
mayor festival de cine de terror jamás hecho, solo para descubrir que el
carismático hombre que lo organiza tiene una diabólica agenda. Ahí las muertes
son de verdad y estos chicos, más informados sobre los clichés de las películas
de terror que de técnicas de supervivencia, tendrán que mantenerse unidos para poder
sobrevivir.
Comentarios generales:
Los festivales suelen ser una de
las experiencias que más se disfrutan de joven, no importa si se trata de uno
grande o de uno pequeño, simplemente el hecho de estar ahí es algo especial porque
todavía no se tienen las reservas que con el paso de los años uno adquiere. Por
eso Blood Fest resultaba una propuesta interesante al tratar un tema con el
cual muchos se pueden sentir identificados, pero evidentemente llevándolo a un
nivel de ridiculez mucho mayor que para mi sorpresa funciona mejor de lo
esperado.
Y en gran medida se debe a que
Egerton sabe perfectamente que cuando mejor funcionan ciertas cosas en el cine
de terror es cuando estas no se toman tan en serio y eso lo aplica aquí, no
solo porque se trata de un festival que realísticamente hablando se aleja por
completo de cómo son verdaderamente, sino porque la situación que se presenta
raya en lo absurdo. Algo que aprovecha para regalarnos una historia que no te
da tiempo para pensar demasiado debido a que, salvo por los 15 minutos
iniciales, esto se vuelve un caos en el que la sangre y las muertes se hacen
presentes de manera rápida para brindar así un primer acto fluido donde este particular grupo de
personajes tiene que recurrir a los clichés del género para poder permanecer
con vida.
Lo cual da pie a la utilización
de ciertos escenarios clásicos con los que se empieza una serie de referencias
que no pararán durante un buen rato y que se vuelven parte fundamental en la
efectividad de lo que presentan al no ser un simple elemento estético que tenga
al espectador distraído. En verdad varias de estas influyen en el desarrollo
mismo de la trama al formar parte de situaciones que añaden violencia o, en
algunos casos, cierto toque de comedia; generando así un ritmo muy agradable que
se mantiene estable y que ayuda a que todos los excesos sean disfrutables sin
caer en lo estúpido.
La parte final es donde flaquea.
Se añade una sorpresa que tiene una justificación detrás bien pensada que no
cambia drásticamente la idea central e integra un nuevo peligro; sin embargo, este
no se siente del todo orgánico incluso bajo los estándares presentados y hace
que la conclusión sea algo insípida.
Con respecto a las actuaciones no
tengo queja, nadie resalta de manera importante pero la dinámica del grupo en
general es muy agradable y los estereotipos presentados no resultan fastidiosos.
La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la
dirección de arte es bastante buena, el score es genérico, el trabajo de sonido
está bien cuidado, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es correcta.
Opinión final: Bloof Fest me entretuvo.
Una película divertida que no se toma en serio con la que, si el espectador
hace lo mismo, se pasará un buen rato.
Ojometro:
***
***