Película escrita y dirigida por Mitzi
Peirone, la cual significa su primer largometraje. Se Estrenó de manera
limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 febrero, pero
todavía no se sabe cuándo saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Dos jóvenes prófugas de la
justicia deciden robar a su adinerada amiga psicópata que vive en un mundo de
fantasía que ellas mismas crearon durante su infancia. Aunque para llevarse el
dinero tendrán que formar parte de un perverso y mortal juego difícil de creer.
Comentarios generales:
Hay veces en las que escribir
sobre una película es complicado porque realmente no sabes qué diablos es lo
que acabas de ver, incluso si ya pasaron algunas horas para poder digerirla de mejor
manera. No es algo tan común, pero pasa, y eso fue lo que me ocurrió con Braid:
un trabajo que hace todo lo posible por no seguir las fórmulas convencionales
al grado de que realmente no sabes si es bueno o malo lo que está tratando de
proponer.
Esto porque lo que nos trae
Peirone me atrevería a decir que, salvo por los primeros diez minutos, no tiene
sentido en ningún momento. No tanto porque la historia sea un desastre,
extremadamente compleja o porque no esté bien estructurada, sino que simple y
sencillamente está diseñada de esa manera para generar dudas constantes ante un
espectáculo en el que predominan las rarezas de principio a fin para construir
más que nada momentos visualmente muy bien diseñados (además de llamativos) en
lugar de escenas que profundicen de manera convencional la relación entre estas
tres chicas. Siendo el más espectacular una secuencia que involucra ácidos y se
ve invadida por colores rosas y purpuras.
En general nunca se hace mucho
hincapié en los motivos por los cuales se lleva a cabo el peculiar juego, uno
que desde el inicio establece reglas que sirven para desatar ciertos sucesos
que añaden un toque violento al filme y que por un momento parece que llevarán
algo convencional. Sin embargo, pronto la directora deja en claro que su
intención nunca es resolver el misterio central y básicamente en un punto opta
por no desarrollar en lo absoluto este tema para enfocarse en la inestabilidad
mental de estas chicas cuyas acciones empiezan a ser cada vez más
inexplicables.
Por si esto no fuera poco, la
parte final involucra un giro que revuelve mucho más las cosas. Aquí cualquier
tipo de coherencia deja de existir y es imposible identificar si lo que viste
solo fue producto de la imaginación de una de ellas o si fueron eventos
“reales”, dejando muchísimas preguntas en el aire mientras termina de manera
abrupta.
En las actuaciones sin duda es Madeline
Brewer (Daphne) quien resalta, ya que aunque las otras dos actrices no lo hacen
mal, es ella la que le añade fuerza a cada una de las situaciones más
extravagantes del filme. La producción es bastante buena: el trabajo de
fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple,
el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son mínimos y la labor de
maquillaje es discreta.
Opinión final: Braid es una
película difícil de valorar, aunque no me dejó una gran impresión. Propuesta extraña con la que es mejor dejar que cada
quien forme su propia opinión.
Ojometro:
**
**