Película dirigida por Darren Lynn
Bousman (Saw II, Saw III, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Andy
Demetrio, Shaun Fletcher, Sara
Sometti Michaels y Clint Sears. Se
estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de febrero y también salió
en formato físico en algunas partes de Europa.
Sinopsis:
En 1950 una joven madre
embarazada de nombre Mary (Sabrina Kern) busca refugio en un convento. Sin
embargo, lo que parecía el lugar perfecto para tener un hijo pronto se
convertirá en un auténtico infierno que la pondrá a prueba mientras descubre la
horrible verdad detrás de este.
Comentarios generales:
Darren Lynn Bousman es uno de los
directores más versátiles dentro del género, ya que igual te puede regalar una
secuela gore, un musical de terror o experiencias de bajo presupuesto
originales que difícilmente se parecen. Por eso mismo es que St. Agatha era una
de las películas que más me interesaban de 2019 debido a que, al menos en el
papel, se veía como su proyecto más oscuro y polémico hasta la fecha
considerando que la religión siempre adhiere eso de manera automática. Algo que
afortunadamente se cumplió.
Y además lo hace por medio de un
enfoque distinto al acostumbrado cuando se involucran monjas, ya que Bousman no
tiene interés en irse por el camino de lo sobrenatural sino centrarse en lo
aterradores que pueden llegar a ser los seres humanos y la maldad pura con la
que algunos nacen. Ofreciendo así un trabajo que prácticamente desde el
inicio establece el tono oscuro que va a manejar al ponernos frente al
personaje de Mary, una chica vulnerable que rápidamente se ve expuesta a un
entorno hostil cuando supuestamente tendría que ser todo lo contrario y que
poco a poco te va empezando a generar dudas sobre lo que hay detrás del
convento debido a que para este punto todavía no es demasiado claro el
propósito.
Obviamente con el pasar de los
minutos esto empieza a aclararse, pero durante el proceso la manera en la que
se logra ir construyendo la atmósfera y, sobre todo, la sensación de terror y
peligro constante es muy buena. Todo bajo un ritmo semilento que ayuda a ir elevando
la tensión por medio de una serie de eventos diseñados para crear impacto y también para empezar a detestar al personaje de la madre superior, aunque nunca sin caer en el
gorefest o en lo grotesco para lograr por momentos cierta incomodidad.
A esto hay que agregar que la evolución que tiene el personaje de Mary es muy interesante de seguir, ya que
nunca es presentada como una chica sumisa al 100%. Sin duda al inicio muestra
vulnerabilidad; sin embargo, conforme se van revelando las acciones de las
monjas ella es la única que las enfrenta o las cuestiona, siendo esto parte
importante del desarrollo considerando que cada cosa que hace para salir de ahí
tiene consecuencias graves para ella o para el resto de las inquilinas.
La parte final cumple con su
objetivo, pero nunca logra brindar esa conclusión memorable que
uno espera. En general se siente apresurada y por ende el pago no llega a ser
tan gratificante como debería considerando lo visto previamente, esto a pesar
de que si cuenta con una muerte particularmente llamativa.
Las actuaciones son bastante
buenas, con una Sabrina Kern que está impecable como la protagonista y con una Carolyn
Hennesy (Madre Superior) estupenda que ayuda a brindar algunas de las
interacciones más memorables y sin duda logra sus objetivo de que la odies. La
producción también es de buena factura: el trabajo de fotografía es estupendo,
la dirección de arte bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido cumple,
los efectos son simples y la labor de maquillaje básica.
Opinión final: St. Agatha me
gustó. Película que le brinda un toque distinto a las historias de conventos y
monjas.
Ojometro:
****
****