Película escrita y dirigida por Shinichiro
Ueda, la cual significa su debut dentro del género. Se estrenó en cines dentro
de Japón a mediados de 2018, mientras que su salida en formato físico se dio el
pasado 28 de enero.
Sinopsis:
Mientras se encuentran filmando
una película de zombies en una instalación abandonada de la segunda guerra
mundial, un director y su equipo vivirán un auténtico infierno cuando sea vean
atacados por zombies de verdad.
Comentarios generales:
* Contiene spoilers importantes
Es casi algo automático que
cuando una película empieza a hacer ruido en los festivales por todo el mundo mi
interés se dispare debido a que el hecho de que algo genere las mismas
reacciones en países con intereses, idiosincrasias y contextos tan distintos
suele ser señal de algo potencialmente especial; mucho más cuando la plática
gira en torno a una película de zombies japonesa. Eso ponía las expectativas para
One Cut of the Dead muy altas y debo de decir que por un momento me llegó a
parecer que todo era exageración pura, pero una vez terminado el visionado fue
inevitable sentir que acababa de ver una de las cosas más originales de los
últimos años.
Esto porque lo que nos trae Ueda
es un trabajo cuyo diseño es muy interesante, con unos primeros 35 minutos que
seguramente sorprenderán a más de uno debido a que se nos presenta,
literalmente, una historia de zombies de bajo presupuesto que no tiene nada de
malo pero que difícilmente califica como algo especial. Mostrándonos un plano
secuencia con situaciones que por varios momentos te hacen cuestionar la
calidad del filme (sobre todo su dirección), ya que existen tomas extrañas,
decisiones incomprensibles por parte de los personajes o simplemente momentos
que no tienen sentido en la búsqueda de fluidez para las acciones.
Sin duda un material de “pobre
calidad” que de pronto llega a un intempestivo final y te sorprende con
créditos en pantalla. Sin embargo, justo cuando terminan dichos créditos te sorprendes
aún más al darte cuenta que, en realidad, One Cut of the Dead apenas está
iniciando.
Y es que para el segundo acto se
nos revela que lo que vimos es un show en directo para televisión, aunque en un
inicio puede llegar a ser un tanto confuso considerando que esto se va dando a
conocer poco a poco mientras se nos muestran los pormenores en la pre-producción
bajo un ritmo acelerado. Momentos que resultan importantes porque es aquí
cuando el tono cómico empieza a tener una relevancia que inmediatamente hace
que los primeros 35 minutos adquieran otro significado y, sobre todo, ahora si tengan
sentido las situaciones raras.
Lo cual se solidifica con una parte
final fantástica donde se nos muestra la recreación de lo visto al inicio, pero
desde la perspectiva de los realizadores. Ofreciendo así un cierre
increíblemente dinámico y muy divertido en el que no solo vemos como estas
personas tienen que luchar contra cualquier cantidad de eventualidades para
lograr su cometido, sino que además representa digamos un tipo de homenaje a
todos aquellos individuos detrás de cámara que le dan vida a estas historias
ficticias y suelen quedar en el olvido.
Las actuaciones son exageradas,
incluso caricaturescas, pero esa es la idea detrás y en ese sentido funcionan a
la perfección. La producción es austera, pero nuevamente esa es la idea: el
trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es de tres pesos, el score es
pintoresco, el trabajo de sonido está ok, los efectos son muy simples y la
labor de maquillaje básica.
Opinión final: One Cut of the Dead
es genial. Una película bastante divertida y original que lleva el tema
del metacine a otro nivel.
Ojometro:
*****
*****