Película escrita y dirigida por Michael
S. Ojeda (Savaged). Se estrenó directamente en VOD y DVD dentro de los Estados
Unidos el pasado 19 de marzo.
Sinopsis:
Una mujer rusa viaja a los
Estados Unidos junto con su hija para casarse con un recluido millonario, quien
resulta ser un psicópata que hará de sus vidas un auténtico infierno.
Comentarios generales:
En ocasiones hay películas con
las cuales uno no puede emocionarse o encontrar alguna razón para que te
generen gran interés, es algo que pasa y en mi caso ocurrió desde que vi el
primer trailer de The Russian Bride. Simplemente no me generaba nada, pero había
que verla a pesar de todo debido a que con los nombres involucrados había el
material humano para sacar algo interesante o, por lo menos, divertido. Cosa
que tristemente no se da.
Y para mi sorpresa mucho se debe
al propio Ojeda, quien toma algunas decisiones extrañas con respecto al
desarrollo de la historia que básicamente se encargan de eliminar cualquier
tipo de factor sorpresa desde muy temprano. Soltando información a diestra y
siniestra que uno pensaría que se guardaría por mayor tiempo para ir
construyendo un misterio sólido que fuera creciendo al irse conociendo la
tumultuosa vida del magnate, pero que al revelarlo casi de golpe solo provoca
que todo el primer acto sea uno en el que gran parte del interés se pretende obtenerlo
en base a lo visual gracias a las geniales tomas en exteriores o al estilo gótico
proporcionado por la misma mansión.
Así las cosas entran en un
tobogán de situaciones predecibles que evitan que uno pueda involucrarse de
lleno con los personajes al no verles un propósito claro, además de que la
construcción del suspenso es mediocre y los elementos sobrenaturales integrados
se sienten fuera de lugar. Originando con esto una segunda mitad aburrida, sin
chispa; en la que el ritmo no es precisamente lento pero las mismas acciones
hacen que no se sientan avances significativos durante periodos importantes y,
por ende, la tensión que debería de tener un suceso como este brilla por su
ausencia.
Los veinte minutos finales son lo
mejor por un amplio margen, incluso hasta parecen de otra película. Aquí es
cuando esto se convierte en una venganza en toda la regla que no solo tiene un
detonante hilarante, sino que además el nivel de violencia se eleva de manera muy
marcada; haciéndote olvidar los fallos con varias muertes que al menos hacen del
cierre uno potente.
Las actuaciones no están tan mal,
Corbin Bernsen (Karl) y Oksana Orlan (Nina) hacen lo que pueden, siendo la
segunda la que destaca durante la parte final. La producción también cumple: el
trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien
cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no presenta
fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: The Russian Bride
es decepcionante. Película aburrida y predecible en la que solo veinte minutos
valen la pena.
Ojometro:
**