viernes, 2 de agosto de 2019

Crítica: The Intruder (2019)


Película dirigida por Deon Taylor (7eventy 5ive), cuyo guión fue escrito por David Loughery. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, recaudando $35 millones de dólares en taquilla. Mientras que su salida en formato físico y VOD se dio el pasado 30 de julio.

Sinopsis:

Una joven pareja compra una hermosa casa como el primer paso para iniciar una familia, pero pronto tendrán que lidiar con el hecho de que la persona que se las vendió no parece tener intenciones de abandonar su propiedad.



Comentarios generales:

Uno de los lujos con los que cuenta el género de terror es que este les permite a los actores interpretar personajes que normalmente no considerarían en otra clase de producciones y a lo largo de los años varios estudios han aprovechado ese aspecto para volver atractivas películas que por lo regular no lo serían, tal como es el caso de The Intruder. Un thriller que hubiera pasado desapercibido si no fuera por el morbo de ver a Dennis Quaid como nunca antes.

Ya que lo que nos trae Taylor es una película bastante simple, bien producida, pero sin ningún tipo de diferenciador importante dentro de su historia como para que te resulte atractiva y es por eso que gran parte de su encanto radica en dicha actuación. Aunque durante el primer acto esto no resulta algo tan importante porque la verdad es uno bastante aburrido, donde se establece que el comportamiento de Charlie (Quaid) no es normal por medio de situaciones que carecen de intensidad y solo se quedan como simples sucesos pintorescos con los cuales no se genera ningún tipo de tensión que refleje el peligro que representa.

Aspecto que se va solucionando conforme se entra al segundo acto al presentar un mayor conflicto entre los personajes sin entrar completamente al territorio del terror, prefiriendo desarrollar todo el suspenso de manera mucho más calmada. Sustentando gran parte de las acciones no tanto en saber si Charlie le hará algo o no a la pareja (lo cual asumes como inevitable), sino en tratar de mantener el misterio con respecto a este el mayor tiempo que se pueda. Ya que más allá de tenerlo en pantalla de manera constante, uno no sabe sus motivaciones reales o la razón por la cual está tan dañado y gracias a eso se mantiene una duda razonable que ayuda a llevar esto de manera efectiva a la parte final.

Una que sin duda es lo mejor de toda la película, con unos últimos 25 minutos realmente divertidos. Aquí es cuando todo se descontrola y se responden varias preguntas importantes, además de que el incremento en la violencia (sin ser extrema) y ritmo es notorio para ofrecer un cierre con mucha fuerza.

Con respecto a las actuaciones, tanto Meagan Good (Annie) como Michael Ealy (Scott) están correctos; aunque es indudable que quien se lleva la mayor atención es Quaid. Su sobreactuación de tipo obsesionado la verdad por momentos resulta un tanto caricaturesca, pero en general logra sobrellevar su personaje de buena forma y esos 25 minutos finales hacen que valga la pena verlo de esa manera.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score me agradó, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Intruder es aceptable. Un thriller básico para pasar el rato y ver a su protagonista en una faceta distinta.

Ojometro:
***