viernes, 30 de agosto de 2019

Crítica: Play or Die (2019)


Producción belga que significa el debut tras la cámara del director Jacques Kluger, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Amiel Bartana. Se estrenó en cines dentro de varios países de Europa durante el mes de mayo, mientras que su salida en DVD y VOD se dio el pasado 20 de agosto dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Lucas (Charley Palmer Rothwell) y Chloe (Roxane Mesquida) son dos apasionados gamers que deciden participar en un exclusivo juego de escape llamado Paranoia. Esto los lleva a un hospital abandonado en medio del bosque junto con otros participantes, aunque pronto se darán cuenta que solo uno de ellos podrá salir con vida de ese lugar.  



Comentarios generales:

Tengo conocimiento de que Play or Die está basada en una novela de nombre “Puzzle” escrita por Franck Thilliez, pero la verdad nunca la he leído así que mi interés no iba por ese lado. En realidad fue el hecho de que la idea base sean los famosos cuartos de escape lo que llamó mi intención debido a que es una fórmula que se ha popularizado en los últimos años y por lo regular suelen ser trabajos entretenidos gracias a que su estructura las beneficia en ese sentido, pero lamentablemente este no fue el caso.

Lo cual es una pena porque lo que nos trae Kluger durante determinado periodo de tiempo parece que seguirá este camino al presentar unos primeros 25 minutos donde la película fluye sin contratiempos por medio de dos personajes de los cuales no sabemos casi nada, pero que gracias a su tensa relación y la manera en la que resuelven los acertijos iniciales logran que te interese su futuro. Sin embargo, este gusto dura poco gracias a que una vez que se entra de lleno a la dinámica de los cuartos de escape las cosas empiezan a decaer sin freno, principalmente porque no parece existir mucho conocimiento sobre cómo funcionan estos.

Ya que lo que ocurre se desarrolla de manera excesivamente rápida y en ningún momento se logra generar la sensación de peligro adecuada que requieren esta clase de situaciones, además de que muchos de los acertijos resultan demasiado complejos y eso vuelve algo complicado el seguirle los pasos al personaje que por lo regular termina resolviéndolos (Lucas). Haciendo que uno se pierda a medio camino y por lo consiguiente la tensión que supuestamente deberían proporcionar nunca logre estar presente gracias a que la mayoría del tiempo te la pasas tratando de entender lo que hace.

Para empeorar las cosas el desarrollo del resto de los personajes tampoco es el mejor, ya que el tiempo en pantalla que se les brinda es mínimo y esto provoca que poco a poco la historia vaya mutando más a un cuasi slasher. Donde de pronto los cuartos dejan de tener peso y la dinámica básicamente se centra de correr de un punto a otro mientras se trata de generar dudas con respecto a la identidad de los participantes que van muriendo a manos de un asesino y guardar la sorpresa sobre quién está detrás de todo esto.

Una que sin duda es bien manejada hasta la parte final y resulta difícil adivinarla, aunque llegando a este punto la película es tan distinta que termina sintiéndose algo forzada. Además de que quedan muchos cabos sueltos y el desenlace te deja con la sensación de que todo lo ocurrido era innecesario para contar precisamente eso.

Las actuaciones están correctas, Rothwell y Mesquida tienen una buena química en pantalla como para mantener el interés por ellos hasta los últimos minutos y el resto del elenco solo está de adorno. La producción cuenta con algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía tiene cierto aire de giallo, la dirección de arte es simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no es el mejor y lo referente a efectos/maquillaje es sencillo.  

Opinión final: Play or Die es decepcionante. Película con algunas buenas ideas que por querer ser demasiado compleja se termina cayendo estrepitosamente.

Ojometro:
**