Película dirigida por Tom Holland
(Fright Night, Child's Play), cuyo guión fue escrito por Kerry Fleming y Victor
Miller. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el
pasado 23 de julio.
Sinopsis:
Años después de haber sido
capturado, el asesino serial Peter Harris (Luke Macfarlane) es liberado del
hospital psiquiátrico por estar aparentemente curado. Sin embargo, una vez que
regresa a su antiguo hogar se ve invadido por los recuerdos de su perturbadora
infancia y las visitas de los fantasmas de sus víctimas que no lo dejarán ser
un hombre nuevo.
Comentarios generales:
El que Michael Madsen forme parte
de una película de terror casi siempre es motivo suficiente para que la ignore
debido a que desde hace un tiempo esto suele ser señal inequívoca de que será
muy mala y su presencia está ligada más que nada a tener un nombre que pudiera
atraer más público. Aunque en el caso de Rock, Paper, Scissors genuinamente
creía que podíamos ver algo interesante, el trailer la vendía de buena manera y
la premisa tenía potencial para por lo menos ofrecer un slasher entretenido,
pero al final resultó ser una gran estafa.
Una que además confirma que
Holland dejó de ser alguien de confianza desde hace mucho tiempo atrás al
traernos un auténtico somnífero que tiene una falta de identidad muy marcada. Ofreciendo
una historia que prometía sangre y muertes pero que durante gran parte de su
metraje solo se centra en mostrar la recuperación de un asesino que no es para
nada interesante en su desarrollo y deja de lado todos los elementos que uno
supondría iba a ver para cambiarlos por una venganza que realmente nunca
se siente que vaya a algún lado y falla en su propósito de ser el medio conductor
para revelar más detalles sobre la compleja vida de Peter.
Y es que pareciera que no había
demasiadas ideas sobre cómo exponer dicho tema, dejando todo en una serie de
conversaciones con alguno que otro flashback en las que el ritmo de la película
decae de manera terrible. Sobre todo porque en las contadas ocasiones en las
que se decide explorar un poco más los instintos asesinos de Peter no se toman
ninguna clase de riesgos y gracias a eso la película carece de intensidad o de
cualquier tipo de impacto que ayude a construir momentos en los
que el peligro sea algo palpable.
La parte final es probablemente
lo más decente. Por lo menos se le trata de añadir cierta sorpresa y cambiar un
poco la dinámica habitual, además de que es donde vemos más violencia; aunque
el absurdo desenlace termina dejándote con la sensación de que todo lo que
ocurrió previamente no tuvo razón de ser.
En cuanto a las actuaciones Luke
Macfarlane medio se salva, pero el resto del elenco está terrible. La
producción tampoco tiene muchas cosas para destacar: el trabajo de fotografía
está aceptable, la dirección de arte es genérica, el score no tiene peso
alguno, el trabajo de sonido cumple y tanto los efectos como la labor de
maquillaje son simples.
Opinión final: Rock, Paper,
Scissors es bastante mala. Evítenla.
Ojometro:
**
**