Primer largometraje del director Michael
Goi, cuyo guión fue escrito por Anthony Jaswinski. Se estrenó en VOD dentro de
los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que en México hizo lo
propio en cines durante el fin de semana pasado.
Sinopsis:
Una familia en búsqueda por
iniciar su propio negocio de alquiler de embarcaciones compra un barco en muy
mal estado que guarda terribles secretos de sus viajes por los mares.
Comentarios generales:
Cuando ves el nombre de un actor
del calibre de Gary Oldman ligado a una película de terror evidentemente tu
nivel de interés se va a elevar de forma inmediata, aunque también es
inevitable el ponerte a pensar cuál será la razón para que haya aceptado estar
involucrado en esta porque hay que admitir que es algo inusual. La primera es que en verdad se
trate de un gran proyecto que haya llamado su atención, la segunda es que le
esté haciendo un favor a alguien y la tercera es que viera la posibilidad de
cobrar un buen cheque sin tener que hacer un gran esfuerzo. Y lamentablemente
parece que lo que pasó aquí fue esto último.
Ya que lo que nos trae Goi es un
trabajo que no exige demasiado a los actores no solo por el hecho de que se
desarrolla en un espacio contenido, sino que además se trata de una historia
con la que se puede notar claramente que no le invirtieron demasiado tiempo al momento
de escribirla.
Esto porque decir que es genérica sería quedarme corto ante la terrible ausencia de contenido que tenemos aquí, sobre todo durante un primer acto en el que te dan detalles sobre la situación de esta familia pero no se hace el más mínimo esfuerzo por añadir contexto respecto al barco, lo cual ocasiona que por un lapso importante de tiempo todo lo que ocurre en pantalla sea en extremo aburrido gracias a que, salvo por algunos vagos intentos por generar suspenso, nada cuenta con demasiado peso en el desarrollo.
Esto porque decir que es genérica sería quedarme corto ante la terrible ausencia de contenido que tenemos aquí, sobre todo durante un primer acto en el que te dan detalles sobre la situación de esta familia pero no se hace el más mínimo esfuerzo por añadir contexto respecto al barco, lo cual ocasiona que por un lapso importante de tiempo todo lo que ocurre en pantalla sea en extremo aburrido gracias a que, salvo por algunos vagos intentos por generar suspenso, nada cuenta con demasiado peso en el desarrollo.
Situación que se magnifica
llegando a la segunda mitad de la película debido a que, ante la carencia de
cualquier tipo de historia de fondo, no existen razones sólidas para justificar
lo que hacen los personajes y por lo consiguiente sus extraños comportamientos
quedan parados como meras anécdotas que pasan simplemente porque si. Provocando
así que el ritmo se vuelva cansino y se tenga que recaer en la explotación
del mismo recurso (secuencias de sueños) una y otra vez hasta que raye en lo
ridículo.
La parte final es la única que se
salva y en gran medida se debe a que es donde por fin se le da juego a lo que
hay detrás del barco. Aspecto que no resaltará por su originalidad pero por lo
menos brinda el material suficiente para construir un cierre con intensidad que
hace uso del fantasma y trata de añadir cierto nivel de sorpresa a algo bastante
predecible.
De las actuaciones hay que decir
que de no ser por el propio Oldman y Emily Mortimer (Sarah) las cosas habrían sido peores, ya que ambos logran por lo menos manifestar una buena química en
pantalla con un material muy limitado para trabajar. La producción tampoco
tiene nada para destacar: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de
arte no resalta, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido cumple,
los efectos son muy simples y la labor de maquillaje ínfima.
Opinión final: Mary es bastante mala y aburrida.
Película del montón que les hará perder minutos valiosos de su tiempo.
Ojometro:
**
**