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viernes, 28 de marzo de 2025

Crítica: A Knight’s War (2025)

Película escrita y dirigida por Matthew Ninaber (Death Valley). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de febrero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de abril.

Sinopsis:

Un valiente caballero se adentra en un reino mortal para salvar el alma de la Elegida. Aunque al enfrentarse a brujas, demonios y demás brutales enemigos descubrirá que su regreso podría desatar el caos y condenar a la humanidad.


Comentarios generales:

El terror fantástico no es algo tan común en la actualidad, obvio de vez en cuando salen películas, pero la realidad es que el numero es bastante reducido si lo comparamos con otros subgéneros y mucho de eso se debe a que es una combinación que por lo general requiere de un presupuesto considerable para obtener los mejores resultados. Por ello es que cuando se estrena una propuesta de este tipo siempre trato de verla y la verdad es que A Knight’s War resultó ser una experiencia entretenida, a pesar de que no logra ocultar sus claras limitantes.

Ya que lo traído por Ninaber es una propuesta más ambiciosa de lo que le permite su presupuesto y gracias a eso mucho de su efectividad depende de que tanto el espectador esté dispuesto a perdonar la falta de un complemento visual imponente que encaje con lo que se está contando y también sirva como distractor. Sobre todo porque la historia puede resultar algo enredada durante el primer acto debido a que todo avanza de manera acelerada y gracias a eso varias cosas relevantes no tienen la claridad necesaria como para sentir un verdadero interés por la travesía de un protagonista (Bhodie) que en este punto resulta bastante plano.

Una situación que va cambiando de a poco conforme este va interactuando con Avalon, con quien logra ir formando una relación de amor/odio que de inicio es un poco complicada de digerir por la manera en la que se desarrollan las acciones al depender demasiado del recurso de muertes en bucle, pero una vez que estabilizan eso las cosas funcionan de mejor manera. Además de que también se le da más juego a unas amenazas que, a diferencia de los entornos carentes de imaginación, si aportan su dosis de atractivo visual para magnificar el peligro que representan y ser la vía predominante con la cual se brindan detalles importantes de la trama.

Esto bajo un ritmo que no puede quitarse del todo la aceleración inicial y por lo mismo determinadas acciones no terminan por tener el impacto que deberían ante una construcción un tanto superficial. Dejándonos así una parte final que no está mal; sin embargo, jamás se logra generar esa sensación de majestuosidad que supuestamente representa el conflicto definitivo.

De las actuaciones hay que decir que cumplen, ya que tanto Jeremy Ninaber (Bhodie) como Kristen Kaster (Avalon) hacen un buen trabajo y la química que muestran en pantalla es lo suficientemente efectiva para sacar adelante una dinámica que se puede tornar tediosa por ciertos lapsos.

Mientras que en producción se nota que el presupuesto fue menor al que requerían, pero hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte pobre, el score resulta agradable, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos no son los más espectaculares y la labor de maquillaje es bastante buena. 

Opinión final: A Knight’s War está ok. Película con más ambiciones de las que puede manejar, pero que no está de más darle una oportunidad.

Ojometro:
*** 

martes, 12 de noviembre de 2024

Crítica: Beezel (2024)

Película dirigida por Aaron Fradkin, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Victoria Fradkin. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de septiembre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 26 de noviembre.

Sinopsis:

A lo largo de 60 años, tres residentes de una casa maldita descubren a una bruja inmortal que vive debajo de esta con una insaciable sed por almas vivientes. 


Comentarios generales:

Honestamente no sabía mucho sobre Beezel hasta hace un par de días, pero su trailer hizo un muy buen trabajo para vendérmela debido a que encontrar películas interesantes de brujas este año ha sido complicado. Además de cierta forma también tenía un aire a “Evil Dead” que resultaba difícil de ignorar y si bien no está ni cerca de replicarlo, si podemos encontrarnos con un trabajo que tiene algunas cosas para no decepcionarte totalmente.

Y es que lo traído por Fradkin se maneja como una antología sin que lo sea, dividendo su historia en tres partes para ir profundizando de a poco sobre lo que ocurre dentro de la casa a lo largo de tantos años y cómo se ven afectadas las personas que viven en esta. Siendo la primera parte la mejor de todas debido a que no solo explica de manera concisa la situación ligada a la bruja, sino porque logra generar una atmósfera llena de tensión gracias al extraño comportamiento de Harold y por lo mismo se puede establecer un tono oscuro que ayuda de manera importante a solidificar la constante sensación de riesgo dentro de ese lugar.

Un aspecto que beneficia a la segunda parte, la cual es la más simple en su desarrollo pero la que sabe explotar de mejor forma los elementos clásicos del terror para que en ningún momento la protagonista esté cómoda dentro de un escenario que, ahora sí, guarda peligros más palpables y deja algunos momentos visualmente interesantes. Aunque también es a partir de aquí cuando los detalles sobre la bruja empiezan a volverse un tanto vagos y no se les da demasiado seguimiento para añadir más sustancia, reflejándose esto en una última parte que es indudablemente la más floja por lo vacía que se siente.

La cual, para empeorar las cosas, integra elementos de found footage a la ecuación y con ello el ritmo se vuelve un problema dado a que lo que domina la pantalla es un largo y tedioso drama marital con dos personajes sin nada de química. Donde se pueden notar algunos ligeros intentos por tratar de construir momentos de tensión, así como de generar algo de shock; sin embargo, nada de esto evita que el cierre se sienta un tanto acelerado y carente de un mayor impacto.

Sobre las actuaciones hay que decir que hay demasiados contrastes dependiendo de las historias, siendo Bob Gallagher (Harold Weems) quien logra dejarte una mayor impresión. Mientras que en producción tenemos una factura discreta en general: el trabajo de fotografía es sólido, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Beezel está aceptable. Película con ciertas cosas interesantes que no está de más el darle una oportunidad.  

Ojometro:
***

viernes, 27 de septiembre de 2024

Crítica: Hellboy: The Crooked Man (2024)

Adaptación del cómic del mismo nombre dirigida por Brian Taylor (Mom and Dad), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Christopher Golden y Mike Mignola. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 19 de septiembre, mientras que su salida en VOD dentro de los Estados Unidos está confirmada para el próximo 7 de octubre.

Sinopsis:

Durante la década de los 50s, Hellboy (Jack Kesy) y la agente novata de la BPRD, Bobbie Jo (Adeline Rudolph), son mandados a los Apalaches en una misión que sale mal. Y mientras tratan de solucionar el problema descubren una remota comunidad dominada por brujas que son lideradas por un siniestro demonio local conocido como The Crooked Man.


Comentarios generales:

Hellboy es un personaje que se encuentra en una posición compleja en lo que se refiere a las adaptaciones live action gracias a que las películas de Guillermo del Toro básicamente establecieron la estética general y tono para muchísimas personas, volviendo casi imposible tratar de hacer algo con el personaje sin que estas vengan a tu cabeza. Sin embargo, el adaptar un cómic como “The Crooked Man” y enfocarse más hacía el terror parecía una buena idea para tratar de diferenciarse lo más posible en la búsqueda de un nuevo punto de partida; aunque el resultado deja mucho que desear.

Ya que más allá de que la propuesta de Taylor claramente necesitaba de unos valores de producción más elevados que le permitieran explotar de mejor forma la acción inherente a Hellboy, lo cierto es que la historia nunca parece tener un rumbo claro en lo que se refiere a la búsqueda del terror. Aburriendo desde temprano con escenas llenas de diálogos vacíos y una construcción muy poco estructurada del misterio sobre las brujas, donde de la nada entran nuevos personajes que sabes que tienen importancia pero esta jamás se puede reflejar en pantalla debido a que todo te lo muestran de forma vaga y muy acelerada como para que verdaderamente te importe su existencia.

Además el propio tema de las brujas carece de peso y eso provoca que gran parte de lo ocurrido no tenga tanta relevancia, provocando con esto que el ritmo se sienta pesado y la esencia digamos más “detectivesca” del filme quede totalmente a la deriva. Aunque también hay que decir que una vez que The Crooked Man entra en escena las cosas mejoran un poco.

Principalmente porque la atmósfera se vuelve más oscura y su mera imagen añade un toque de extravagancia que no había estado presente, llevando ahora si las cosas al lado del terror para construir una buena secuencia dentro de una iglesia que aporta buenas dosis de acción y la sensación de verdadero peligro que había estado ausente por medio de elementos sobrenaturales que tal vez no son tan espectaculares visualmente hablando, pero cumplen con el objetivo de hacer de la amenaza una de consideración.

Lo malo es que este buen impulso no saben aprovecharlo y para la parte final se regresa a los vicios previos, quitándole dinámica a un desenlace que nunca termina por explotar el conflicto central y solo se limita a sobrellevar las acciones de la manera más genérica posible hasta que llegan los créditos.

En cuanto a las actuaciones creo que Jack Kesy no lo hace mal, es un Hellboy mucho más serio y eso encaja con esta clase de historia, aunque cuando trata de ser ligeramente gracioso sufre un poco. Mientras que Adeline Rudolph tiene un personaje muy básico con el que no puede mostrar nada más allá de lo estándar.

Sobre la producción claramente se puede notar que es de bajo presupuesto con sus cosas positivas y negativas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte pobre, el score no destaca, el trabajo de sonido es bueno, la calidad de los efectos varía dependiendo de la complejidad de la escena y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Hellboy: The Crooked Man es decepcionante. Película con ideas interesantes a la que le hubiera beneficiado un mayor presupuesto para ser por lo menos palomera.

Ojometro:
**

viernes, 27 de enero de 2023

Crítica: Mal de ojo (2022)

Producción mexicana dirigida por Isaac Ezban (Los Parecidos), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Junior Rosario y Edgar San Juan. Se estrenó en cines dentro de México en septiembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en formato digital durante este mes de enero.

Sinopsis:

Nala (Paola Miguel) es una adolescente de la ciudad que viaja a la casa de su desconocida abuela (Ofelia Medina) en el campo para tratar de encontrar una cura a la misteriosa enfermedad de su pequeña hermana. Aunque pronto descubrirá que su abuela no es exactamente lo que aparenta.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo por qué dejé pasar Mal de ojo durante el año pasado, sobre todo porque era una película que llamaba la atención por su propuesta que trataba de alejarse un poco de las eternas costumbres del cine de terror mexicano. Lo cual es algo que siempre se agradece debido a que realmente son pocos lo que se atreven a hacerlo y, más allá de que el resultado no es tan espectacular, la verdad es que se trata de un trabajo que no tiene desperdicio.

Ya que lo presentado por Ezban juega con el folclore y lo fantástico que de manera inherente traen consigo las historias sobre brujas para lograr una combinación que genere una sensación de modernidad a pesar de que las acciones se desarrollan en un lugar que contrasta con eso. Dejándonos ante una problemática familiar que de inicio no es precisamente la más emocionante considerando que lo que vemos durante el primer acto es algo bastante estándar en lo que respecta a la presentación de los personajes y en la manera en la que se comporta la propia abuela, pero gracias a pequeñas pistas proporcionadas por medio de un cuento se puede entender de manera sencilla lo que ocurre y lo que está por venir.

Construyendo así poco a poco un peligro ante el cual resulta evidente que las niñas no tienen muchas posibilidades de éxito y que conforme pasan los minutos va haciendo que la atmósfera se convierta en una mucho más oscura al ir integrando elementos sobrenaturales/satánicos que proporcionan visuales interesantes. Esto bajo un ritmo agradable que hace que todo fluya de manera efectiva, incluso durante algunos momentos en los que se excede con el recurso de los sueños para añadir jump scares que bien podrían haber cortado dicha fluidez, pero que resultan bien contenidos para que el desarrollo no sufra en demasía rumbo a una parte final en la que recae mucho de la posible efectividad de la película.

Una que afortunadamente es bastante buena no solo por el hecho de que logra elevar ligeramente el nivel de intensidad, sino porque también todas las piezas encajan de manera orgánica y con ello se logra que el desenlace resulte tanto sorpresivo como contundente. Además de que opta por no irse hacia el camino feliz y gracias a ello resulta mucho más convincente.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Ofelia Medina es quien se lleva la película, tanto por su caracterización como por el hecho de que es capaz de sostener las acciones por medio de una presencia imponente que en todo momento genera incomodidad. Mientras que en producción encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Mal de ojo está entretenida. Película de brujas para pasar el rato que se sale un tanto de lo habitual con el cine de terror mexicano.

Ojometro:
***

martes, 4 de octubre de 2022

Crítica: Hocus Pocus 2 (2022)

Secuela dirigida por Anne Fletcher, cuyo guión fue escrito por Jen D'Angelo. Se estrenó el pasado 30 de septiembre a nivel mundial por medio de Disney+.

Sinopsis:

Durante su cumpleaños número 16, una adolescente revive a las hermanas Sanderson por accidente en la moderna Salem y ahora tendrá que encontrar la manera de detener a las brujas hambrientas de niños que solo quieren destruir el mundo.


Comentarios generales:

Hacer secuelas de películas que formaron parte de la infancia de muchas personas suele ser una de las cosas más complejas que existe debido a que, por un lado, tienes que satisfacer a esa audiencia específica, pero por el otro también tienes que buscar que sea del agrado de un nuevo público para que resulte lo suficientemente rentable. Siempre bajo el riesgo de no poder satisfacer a ninguno de los dos bandos por la brecha generacional que existe y que con Hocus Pocus 2 es muy marcada, aunque no a niveles como para arruinar la experiencia.

Y es que a pesar de que lo ofrecido por Fletcher no tiene el encanto de la película de 1993, tampoco se puede decir que falla en ofrecer una historia de corte familiar que entretenga con los elementos esperados. Incluso tiene la virtud de añadir un poco más de información con respecto al pasado de las hermanas Henderson para hacer que su presencia resulte activa cuando durante el primer acto, por cuestiones de continuidad, no tienen el mayor tiempo en pantalla y mucho de lo que ocurre se sustenta en problemáticas adolescentes no tan interesantes diseñadas para presentar a un nuevo grupo de personajes carismáticos.

Aunque no es sino hasta que hacen acto de presencia las hermanas en su versión adulta cuando las cosas toman un mejor rumbo, no solo porque con esto las acciones obtienen un ritmo más ágil, sino porque el humor con ellas tres resulta más efectivo. Sobre todo cuando se tienen que exponer a los cambios que se han dado desde 1993 y cómo estos juegan en su contra, lo cual proporciona momentos entretenidos que funcionan para irle dando forma a una problemática que en ocasiones se desarrolla de manera un tanto acelerada y por lo consiguiente hace que determinados personajes se sientan irrelevantes como ocurre con el caso de Billy Butcherson o el alcalde Traske, pero contiene lo suficiente para mantenerte interesado rumbo a la parte final.

Una que no está mal, sin embargo, aquí es donde las consecuencias de ser una película de Disney en pleno 2022 salen a relucir. Ya que el tono que se elige para el desenlace es demasiado suave y en su afán por querer dejar un mensaje positivo a como dé lugar se les quita mucha de su esencia a las brujas, dejando así un cierre que carece de grandes emociones o situaciones para recordar.

Con respecto a las actuaciones sin duda el ver nuevamente a Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy como las hermanas Sanderson es el gran atractivo de la película y en ese aspecto no defrauda. Ya que las tres mantienen la química de antaño y son muy entretenidas en situaciones cómicas que juegan con su desconocimiento del mundo actual.  

En cuanto a producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos pudieron ser mejores en ciertas escenas y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Hocus Pocus 2 está entretenida. Película de corte familiar para introducir a niños al género o para ver con personas con muy poca o nula tolerancia al terror este Halloween.

Ojometro:
*** 

martes, 20 de septiembre de 2022

Crítica: She Will (2022)

Película dirigida por Charlotte Colbert, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Kitty Percy. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a mediados de julio, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 8 noviembre.

Sinopsis:

Verónica (Alice Krige) es una vieja estrella de cine que viaja a los bosques escoceses junto a su enfermera para recuperarse de una operación reciente. Aunque estando ahí pronto emergerán misteriosas fuerzas de venganza desde de la tierra en la que fueron quemadas varias brujas.


Comentarios generales:

En ocasiones es complicado entender para quién va dirigida una película y cuáles son sus pretensiones dentro del mundillo del terror debido a que muchas veces este solo es utilizado como carnada para atraer miradas. Provocando así constantes decepciones ante el poco entendimiento que se muestra por el género, siendo She Will uno de esos tantos ejemplos.

Y es que lo traído por Collbert es una historia de venganza en la que la propia venganza es lo menos importante y gracias a eso la experiencia se ve afectada debido a que algo que debería de ser intenso termina siendo un aburrimiento de principio a fin. Donde desde temprano se puede notar que el tono dramático será predominante y en base a eso se empiezan a construir situaciones en las que el personaje de Verónica queda parado como alguien poco agradable, mientras de trasfondo se te empieza a vender la idea sobre que en algún punto puede que aparezcan brujas para tratar de disimular que, en realidad, aquí de terror no hay demasiado.

Lo cual se magnifica una vez que se empieza a utilizar a la naturaleza como si fuera un personaje más, quitándole relevancia al tema de las brujas para dejarlas como algo que solo está ahí para justificar ciertos elementos sobrenaturales presentes. Esto mientras el desarrollo se da bajo un ritmo lento en el que las situaciones ajenas a nuestra protagonista no aportan gran cosa salvo algunos visuales llamativos y explotar el gran score, a pesar de que están pensadas para añadir cierta tensión que evidentemente en ningún punto se logra ofrecer.

Ya con lo anterior se llega con bastante desgaste y desinterés a una parte final que por fin se atreve a jugar un poco con el tema de la venganza para brindar los momentos de mayor intensidad. Aunque estos realmente duran poco para dejar una vez más todo el peso a lo contemplativo y sonoro dentro de un desenlace que te resulta indiferente.

De las actuaciones no hay mucho que decir gracias a que pasa muy poco, siendo la propia Alice Krige la que más resalta por su mayor tiempo en pantalla; mientras que Malcolm McDowell (Hathbourne) solo hace breves apariciones para cobrar su cheque. En cuanto a producción tiene un par de cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es muy bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son precisamente los más llamativos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: She Will es decepcionante. Película aburrida en la que no ocurre mucho, aunque no dudo que pueda gustarle a quienes buscan un tipo de cine muy específico.

Ojometro:
**

viernes, 3 de junio de 2022

Crítica: WarHunt (2022)

Película dirigida por Marco Borrelli (The Ghostmaker), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Reggie Keyohara III y Scott Svatos. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 12 de abril.

Sinopsis:

En 1945 un avión del ejército de los Estados Unidos se estrella en el bosque negro de Alemania. Ante esto el implacable Comandante Johnson (Mickey Rourke) manda a un escuadrón con sus soldados más valientes a una mistión para recuperar material secreto, aunque en su camino se toparán con algo más que simples nazis.


Comentarios generales:

Hay películas con las que uno sabe de antemano qué esperar, sobre todo si su carta fuerte es promocionarla alrededor de la presencia de un actor que en algún momento fue muy famoso. Eso casi siempre suele ser señal de mediocridad o medianía porque es la única manera de resaltar una premisa que por sí sola probablemente no tenga los suficientes argumentos para llamar la atención y ese es indudablemente el caso de WarHunt.

Un trabajo en el que Borrelli y compañía no se parten demasiado la cabeza para contarnos una historia bélica que sigue todos los pasos esperados y presenta los personajes estereotipados de siempre, aunque añadiéndole un aspecto supernatural que se sustenta en brujas. Lo cual le brinda cierta frescura pero lamentablemente nunca es explotado de manera consistente, provocando así que existan marcados baches de los que resulta complicado salir; especialmente durante un primer acto en el que ocurren pocas cosas llamativas y mucho del interés se basa en el fuerte lazo que supuestamente existe entre el escuadrón.

Esto bajo un ritmo que no es tan problemático como para hacer de la experiencia sumamente pesada, sobre todo cuando se entra al segundo acto en donde por fin llega la acción. Una que de manera breve agiliza lo que vemos en pantalla y empieza a proporcionar el conteo de cuerpos mientras se le brinda un poco más de exposición a las brujas; sin embargo, lo que ocurre se da de manera tan acelerada (y en algunos casos, bajo demasiada oscuridad) que resulta complejo el poder involucrarte de lleno ante el concepto por la falta de sustancia.

Problema que pretenden solucionar durante la parte final tratando de llenarte de información que para este punto ya no es tan importante, aunque al menos todo esto lleva a los momentos del filme que se salen por completo del tema bélico. Dejándonos así un desenlace no tan convincente, pero que al menos ofrece lo mínimo necesario de entretenimiento.

De las actuaciones no hay mucho que decir, Rourke aparece a lo muchos diez minutos y el resto del elenco no es que lo haga terrible, pero tampoco dejan algo memorable. En cuanto a producción las cosas no están mal: el trabajo de fotografía tiene algunas decisiones cuestionables, la dirección de arte está bien cuidada, el score no destaca, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple. 

Opinión final: WarHunt es mediocre. Película del montón que de la que se olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
**

sábado, 14 de mayo de 2022

Crítica: La Abuela (2022)

Película dirigida por Paco Plaza (REC, Verónica) y escrita por Carlos Vermut. Se estrenó en cines dentro de España durante el mes de enero y en Amazon Prime Video durante el mes de marzo, mientras que en México también llegó a cines el pasado 28 de abril.

Sinopsis:

Susana (Almudena Amor) es una modelo que vive en Paris que se ve obligada a regresar a Madrid cuando su abuela sufre un derrame cerebral. Sin embargo, al pasar los días con ella su vida se tornara en una inesperada pesadilla.  


Comentarios generales:

Después del éxito que tuvo con “Verónica” parecía que Paco Plaza se catapultaría de manera importante dentro del género y se volvería una de las caras habituales de este, pero al final optó por centrarse en otra clase de proyectos. Por ello es que cuando se anunció La Abuela rápidamente captó mi atención debido a que parecía ser su regreso triunfal, aunque honestamente se quedó corta en alcanzar las altas expectativas.

Y mucho tiene que ver con el hecho de que Plaza y Vermut optan por exponer el terror en esta historia desde un lado distinto, enfocándose más en los horrores que representa el inexorable paso del tiempo y no tanto en la brujería que está detrás de los sucesos. Una decisión que puede que le dé un tono más serio pero que básicamente hace que la película carezca casi en su totalidad de elementos de terror o de momentos que se puedan considerar que están pensados para provocar miedo, sobre todo durante unos primeros 40 minutos en los que todo se centra en los cuidados de la propia abuela y en cómo Susana simplemente no está preparada para cargar con esa responsabilidad.

Algo que tampoco es que cambie demasiado con el pasar de los minutos, sin embargo, una vez entrado al segundo acto las cosas adquieren un toque un poco más oscuro ante el temor que siente nuestra protagonista por lo que se ha llegado a convertir su ser querido y la maldad que parece rodearla. Lo cual sin duda lleva a algunos momentos interesantes (incluso perturbadores), pero la falta de profundización sobre lo que hay detrás de los extraños sucesos hace que todo se sienta hueco y por ende la relación entre estos dos personajes jamás logra provocarte grandes emociones, incluso ante su evidente fractura.

Llevando así a una parte final que es predecible, aunque probablemente sea lo mejor de la película. En gran parte porque por fin salen a relucir ciertos destellos supernaturales que brindan una dinámica distinta y hacen que el desenlace tenga la fuerza suficiente como para que lo que ocurre en pantalla deje al menos cierto impacto visual.

Las actuaciones no están mal, tanto Almudena Amor como Vera Valdez (la abuela) lo hacen muy bien considerando que básicamente son ellas las únicas responsables de lo que ocurre en pantalla. Mientras que en producción tenemos algo de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta. 

Opinión final: La Abuela está ok. Película con poco terror que te deja la sensación de que pudo ser algo mucho más importante.

Ojometro:
*** 

martes, 12 de abril de 2022

Crítica: Master (2022)

Película escrita y dirigida por Mariama Diallo, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera exclusiva por Amazon Prime Video el pasado 18 de marzo.

Sinopsis:

Tres mujeres luchan por encontrar su lugar en la Universidad Northeastern, que es tan antigua como el mismo país. Sin embargo, cuando una estudiante negra de primer año es víctima de ataques racistas anónimos que piensa son producto de fantasmas del pasado, cada una de ellas tendrá que determinar dónde se encuentra la verdadera amenaza.


Comentarios generales:

Para mi sorpresa no son pocas las personas que me han llegado a comentar que ya sienten fastidio ante tanta propuesta “woke” dentro del género de terror y particularmente las de los servicios de streaming suelen ser las que cargan con las mayores críticas al respecto. Así que cuando alguna de estas anuncia una nueva película sé que habrá altas probabilidades de que genere cierta polémica y en definitiva Master no se va a salvar de eso.

Esto porque lo traído por Diallo trata un problema que sigue estando muy presente como lo es el racismo y lo expone de manera directa por medio de tres personajes que lo viven de distintas maneras conforme a su respectiva posición dentro de la universidad. Aunque también desde muy temprano manifiesta que existirán otro tipo de situaciones que a su vez atacan diferentes problemáticas que van más allá de un grupo específico de personas y con las cuales el espectador se puede sentir relacionado por vivencias propias.

Un aspecto que sin duda le añade más sustancia a la historia, pero también hace que esta no sea precisamente una de brujas convencionales; de hecho, la clasificaría más como de terror psicológico que supernatural. Lo cual con el pasar de los minutos se vuelve un tanto problemático debido a que conforme se va revelando el sufrimiento de una de nuestras protagonistas (Jasmine) se empieza a caer en cierta repetitividad para explotar recursos que dejen en claro dicho aspecto psicológico y por lo consiguiente no solo existe una carencia de escenas que generen tensión, sino que también se vuelve un tanto cansino el visionado a pesar de que el ritmo como tal no es precisamente lento.

Además las interacciones entre los personajes principales no resultan tan profundas como se esperaría, la mayoría de las veces solo son encuentros muy efímeros y eso no ayuda a que se forme un vinculo más entrañable durante la segunda mitad. Haciendo con esto que el suceso de mayor impacto durante la parte final no tenga un peso emocional tan fuerte y con ello el desenlace se sienta un tanto anticlimático, aunque le ayuda el dejar abierto a la interpretación ciertas cosas.

Sobre las actuaciones resultó ser una agradable sorpresa lo de Regina Hall (Gail), a quien casi siempre se le ve bajo personajes cómicos y aquí ofrece algo totalmente distinto para ser el principal sustento de una historia tambaleante. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es discreto, el trabajo de sonido no tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Master está ok. Película con un mensaje muy directo que seguramente generará opiniones un tanto divididas.

Ojometro:
***

martes, 15 de marzo de 2022

Crítica: Hellbender (2022)

Película dirigida por John Adams, Zelda Adams y Toby Poser, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión (entre otras cosas). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Izzy (Zelda Adams) vive junto a su madre (Toby Poser) de manera apartada en el bosque y tiene prohibido acercarse a otras personas por una enfermedad. Aunque cuando logra hacer una nueva amiga despertará extrañas sensaciones que le revelarán un oscuro pasado familiar.  


Comentarios generales:

La familia Adams se ha hecho de cierto renombre en la escena independiente gracias a que son ellos los que se encargan de prácticamente todos los aspectos de sus películas, convirtiéndolas así en auténticos proyectos familiares que suelen tener un sello único. Y en el caso de Hellbender se puede decir que se encontraban ante su reto más importante con la película más grande que han hecho hasta la fecha en cuanto a producción se refiere y con la que afortunadamente no decepcionan.

Ya que lo que nos presentan los Adams es una historia coming-of-age sobre brujas con la que no se busca precisamente espectacularidad por medio de los elementos supernaturales siempre ligados a un concepto como lo es la brujería, sino más bien ofrecer un enfoque mucho más centrado en la naturaleza y la soledad. Lo cual logran de manera bastante acertada por medio de una relación madre/hija que desde el primer acto establece una conexión muy fuerte que claramente tiene sus problemáticas ante la curiosidad adolescente de Izzy por saber qué es lo que existe fuera del bosque y por la paranoia de su madre por ocultarle la verdad, pero que jamás resulta algo tan extremo como para que alguna de las dos te parezca odiosa.

Situación que logran mantener por un periodo de tiempo prolongado y en gran parte porque encuentran el balance ideal entre el drama y lo supernatural, exponiendo las habilidades de las protagonistas de manera original gracias a los medios que les proporciona la propia naturaleza sin que estos se vuelvan el foco de atención. Dándoles así una identidad interesante pero al mismo tiempo dejando en claro los peligros que existen detrás y con los que poco a poco se va develando un panorama mucho más tétrico que contrasta con la atmósfera tan pacífica predominante.

Algo que sin duda ayuda a que la parte final resulte potente en todos los sentidos, aunque por algunos momentos también se puede sentir acelerada. Un problema que afortunadamente tampoco arruina la experiencia y no evita que se explote toda esa oscuridad que se había estado conteniendo para brindar un cierre perturbador que, a su peculiar estilo, deja claro que la relación entre Izzy y su madre sigue siendo fuerte a pesar de los secretos.

En el tema de las actuaciones vemos una gran química entre Zelda Adams y Toby Poser, quienes al final de cuentas logan traspasar su relación de madre e hija de la vida real a la pantalla sin demasiados problemas para poder cargar con el peso de una historia en la que todos los demás personajes solo aportan más que nada presencia o alguno que otro diálogo.

Sobre la producción, es de destacar lo hecho por cinco personas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, cuenta con un score agradable y el trabajo de sonido es efectivo.  Solo los efectos en determinadas situaciones no son de la mejor calidad.

Opinión final: Hellbender me gustó. Película pequeña que trata de hacer algo distinto con respecto a las brujas.

Ojometro:
****

viernes, 26 de noviembre de 2021

Crítica: Witch Hunt (2021)

Película escrita y dirigida por Elle Callahan. Se estrenó en Reino Unido a inicios de año en VOD, mientras que su salida en formato físico y digital se dio durante el pasado mes de agosto.

Sinopsis:

En un Estados Unidos en el que las brujas son reales y la brujería ilegal, una adolescente se tiene que enfrentar a sus demonios y prejuicios cuando junto con su familia tiene que ayudar a que dos jóvenes brujas eviten a las autoridades para que puedan cruzar la frontera y buscar refugio en México.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que existe mucha división y por lo consiguiente cualquier película que pretenda tocar temas de agenda se ve expuesta a un nivel de amor/odio desproporcionado incluso antes de que se estrene. No importa si es buena o mala, simplemente por estar o no alineada con creencias personales se le juzga de la manera más extrema posible sin analizarla como se debe, tal como fue el caso con Witch Hunt.

Una propuesta que además ha sido polémica desde distintos frentes debido a que lo presentado por Callahan no solo realiza una crítica muy evidente que en definitiva la alinea con cierta corriente política, sino que también hará que muchos cuestionen su afiliación al género de terror al nunca decantarse por completo en adoptar un subgénero de forma predominante. 

Ya que desde muy temprano vemos que habrá elementos de terror y/o fantásticos, pero al mismo tiempo el primer acto se desarrolla más como un thriller en el que se explica poco sobre el origen del odio hacia las brujas dentro de este Estados Unidos distópico o las leyes detrás de su persecución. Optando mejor por centrarse en los riesgos que asumen Claire y su familia por ayudarlas a pesar de que también tienen ciertos prejuicios a la hora de interactuar con ellas.

Y gracias a eso es que el filme en general es una mezcla de sentimientos encontrados constante debido a que nunca se explota en su totalidad la premisa o el mundo en el que se desarrolla, construyendo situaciones que por un momento hacen suponer que el tono se volverá más oscuro y al final se terminan quedando como meras anécdotas. Aunque tampoco podría decir que lo que uno ve sea aburrido, ya que el ritmo como tal no es pesado y durante el segundo acto existen escenas bien logradas que generan cierto shock ante la manera en la que la sociedad y, sobre todo, el BWI (Bureau of Witch Investigation) tratan a aquellos ligados a las brujas. Siendo dichas escenas las que plasman de mejor manera lo que la directora quería exponer con su crítica.

Todo para dejar una parte final en donde se recurren a más elementos supernaturales y que en términos generales no está mal. Especialmente porque el nivel de intensidad sube para hacer que el conflicto principal cuente con una resolución satisfactoria y se revele un secreto (que no es tan secreto) con el que se deja un cierre abierto a la interpretación.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco casi en su totalidad femenino que hace una buena labor, sin que nadie destaque de sobremanera. Mientras que en producción vemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio y los efectos a base de CGI no son precisamente los mejor cuidados.

Opinión final: Witch Hunt está ok. Película con un mensaje interesante que nunca termina por explotarse de manera convincente. 

Ojometro:
***

viernes, 24 de septiembre de 2021

Crítica: Nightbooks (2021)

Adaptación del libro del mismo nombre escrito por J.A. White, la cual está dirigida por David Yarovesky (Brightburn) y cuyo guión fue co-escrito por Tobias Iaconis y Mikki Daughtry. Se estrenó el pasado 15 de septiembre a nivel mundial en Netflix.

Sinopsis:

Alex (Winslow Fegley) es un niño de diez años obsesionado con escribir historias de terror que un día se vuelve prisionero en el apartamento de una bruja llamada Natacha (Krysten Ritter). A quien deberá contarle una historia diferente cada noche si quiere mantenerse con vida.


Comentarios generales:

Una cosa común es pensar erróneamente que el terror solo se tiene que limitar a una audiencia adulta y por lo consiguiente todo se debe centrar en temáticas maduras u oscuras que satisfagan los gustos de dicho sector demográfico, olvidándose por completo de que los nuevos fans no se hacen de un día para otro y que también es necesario realizar proyectos que puedan ser vistos por un tipo de público mucho más joven para insertarles el interés por el género. Es un proceso natural que ha existido por años y con Nightbooks sin duda nos encontramos ante una de las mejores propuestas para iniciarlo.

Ya que lo traído por Yarovesky es una historia ligera que sabe perfectamente cuál es su público base (entiéndase niños), pero no tiene problemas en elevar un poco el tono en determinados momentos para poder no solo generarles sustos a ellos, sino también para que la audiencia adulta pueda disfrutar del visionado. El cual arranca sin dar demasiadas explicaciones y establece la problemática con Alex en menos de diez minutos para brindar así un ritmo ágil desde temprano con el que se pueda asimilar una dinámica que tendrá ciertas tendencias hacia la repetitividad, aunque gracias a la extravagancia de Natacha y todo el misterio que rodea a su apartamento eso realmente nunca termina por ser algo grave.

Sobre todo porque son precisamente esos dos factores los encargados de añadir los elementos fantasiosos necesarios para lograr un espectáculo visual destacado y a la vez dejar en claro que esta bruja es en verdad peligrosa más allá de su comportamiento tan peculiar. Siendo esto último fundamental para que durante el segundo acto las acciones puedan alcanzar cierto nivel de tensión que haga sentir que los niños siempre están en riesgo y con ello lograr que las interacciones entre los tres personajes resulten un poco más “oscuras” de lo normal, haciendo así que el intento de escape en verdad se sienta como un objetivo complicado de conseguir.

Simplemente todo fluye como debería, con buen ritmo y sin tanto tiempo muerto para preparar el camino hacia una parte final que resultó muy distinta a lo que esperaba. Donde tocan una situación con la que tal vez muchos se van a identificar gracias a su afición al cine terror y porque le dan un nuevo enfoque a una historia clásica que le brinda frescura a un cierre que no toma demasiados riesgos.

Sobre el tema de las actuaciones quien más destaca es Krysten Ritter gracias a la propia extravagancia de su personaje y la verdad es que lo hace muy bien. Aunque tanto Winslow Fegley como Lidya Jewett (Yasmin) tampoco desentonan proporcionando ese aire de inocencia y pavor necesarios para una historia como esta.

En cuanto a producción se trata de una de primer nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es espectacular, el score es muy bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de gran calidad.  

Opinión final: Nightbooks es una de las sorpresas del año. Ideal para ver solo o acompañados por sus hijos para adentrarlos al género.

Ojometro:
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martes, 20 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part Three): 1666

Tercera y última parte de la trilogía basada en los libros del mismo nombre del R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Phil Graziadei y Kate Trefry. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 16 de julio.

Sinopsis:

Los orígenes de la maldición de Sarah Fier son finalmente revelados cuando la historia se completa en una noche que cambiará las vidas de los habitantes de Shadyside para siempre.


Comentarios generales:

Después de dos slashers uno se tenía que preguntar si la tercera entrega seguiría el mismo camino a sabiendas de que probablemente la misma fórmula no iba a funcionar por tercera vez consecutiva, sobre todo tomando en cuenta que en esta ocasión el periodo elegido no encajaba del todo con ese concepto. Por eso mismo es que Fear Street 1666 era la parte de la trilogía que más dudas me generaba, pero la verdad terminó pareciéndome bastante buena.

Y es que ahora Janiak se va a algo totalmente opuesto a lo visto previamente, dejando el slasher de lado (al menos durante los primeros dos actos) para dar paso al tema satánico que hasta este punto había sido tratado de manera un tanto superficial. Algo que sin duda es una decisión coherente considerando la época en el que se desarrolla la historia, aunque también representa cierto obstáculo debido a que, al estar obligado a ofrecer trasfondo, el inicio puede sentirse un tanto pesado al no contar con demasiados momentos de grandes emociones y estar principalmente enfocado en la relación amorosa de Sarah con Hannah, así como en todos los problemas que eso atrae.

Afortunadamente cuando este tema se asienta las cosas mejoran al no solo ir estableciendo un tono mucho más oscuro y siniestro por medio de la maldición, sino también al ir colocando cada pieza del rompecabezas presentada en 1994 y 1978 de forma muy natural. Lo cual ayuda a que todo fluya de manera ágil para que el espectador pueda ir identificando situaciones o escenarios relevantes que poco a poco van esclareciendo el misterio que rodea Shadyside y de paso incrementan el nivel de intensidad para un acto final que resulta muy bueno.

En gran parte porque representa un cambio radical a lo que habíamos estado viendo, regresando a la naturaleza slasher para ofrecer un caos total dentro de un enfrentamiento definitivo en donde la originalidad es un factor determinante. Ya que aunque en esencia si se termina centrando en el tema de la “final girl”, lo cierto es que cuenta con situaciones que le dan juego al resto de los personajes para que así exista cierta variedad y, sobre todo, le dé un cierre definitivo a todos los involucrados.

En el tema de las actuaciones ahora si tenemos a alguien para destacar de manera individual, ya que Kiana Madeira (Deena/Sarah) hace una gran labor con un doble papel que representa mayor exigencia y es vital para revelar los secretos ligados a Sarah Fier. Aunque la decisión de utilizar a los mismos actores de las dos entregas anteriores para representar a otros personajes en el pasado puede que no sea del todo atractiva para algunos.

En cuanto a producción la película, otra vez, es de factura impecable: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte resulta efectiva, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Fear Street 1666 me gustó. Una película diferente a las dos anteriores que le brinda un cierre sólido a la trilogía.

Ojometro:
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martes, 13 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part Two): 1978

Segunda parte de la trilogía basada en los libros del mismo nombre del R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Zak Olkewicz. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 9 de julio.

Sinopsis:

Shadyside, 1978. Es el verano y las actividades en el campamento Nightwing están por comenzar, pero cuando otro miembro de dicho pueblo es poseído para matar, la diversión pronto se convierte en una batalla por la supervivencia.


Comentarios generales:

El caso de Fear Street es muy particular porque al ser una trilogía cuyas partes se estrenan semanalmente su análisis se vuelve más como el de una miniserie, donde la experiencia se sustenta mucho en la pintura general y no tanto en lo que pueden ofrecer cada una de sus partes por si mismas. Por ello es que 1978 tenía una prueba interesante debido a que bajo esa diferenciación también tenía que servir como una buena continuación de la historia y al final, bajo un enfoque más simple, creo que sale bien librada.

Y es que si 1994 era un homenaje a los slashers de los 90s en general, ahora con esta segunda parte Leigh Janiak hace otro, pero centrándose en un filme en especifico: “Friday the 13th”.

Obviamente manteniendo el elemento sobrenatural ya establecido con lo referente al folclore que rodea a Shadyside, aunque apegándose de manera mucho más estricta al desarrollo de los slashers convencionales de aquella época. Algo que hace que el inicio de la historia sea lenta debido a que, más allá de seguir solidificando la rivalidad histórica entre los dos pueblos o mostrar alguna escena relacionada con los peligros que representa la bruja, realmente no existe nada fuera de lo común en la manera en la que se nos presentan a los personajes, sus personalidades o conflictos juveniles.

Siendo hasta pasados los 40 minutos cuando las acciones toman un rumbo más atractivo al iniciar la matanza, la cual de inmediato aporta las dosis de impacto necesarias e incrementa el ritmo de manera considerable; sin embargo, también hay que señalar que en ciertas situaciones no se atreven a cruzar la línea y realizan algunas muertes fuera de cámara que desentonan un poco. Detalle que compensan con una mayor profundización en lo que respecta a Ruby Lane, especialmente al darle más sentido a cuestiones específicas sobre cómo funciona su maldición o la manera en la que puede haber múltiples asesinos.

Esto último resultando vital para que la parte final logre tener mucha fuerza por medio del incremento en el nivel de violencia y con ello hacer que la tragedia se sienta como inevitable para los involucrados. Un aspecto que sin duda era importante lograr si consideramos que desde mucho antes ya se sabe cómo van a terminar las cosas.

En cuanto a las actuaciones nuevamente tenemos un elenco que destaca más por su labor en conjunto sobre lo individual, aunque hay que decir que Sadie Sink (Ziggy) y Emily Rudd (Cindy) logran una mancuerna de hermanas bastante efectiva. Sobre todo durante la parte final del filme.

Y en lo que respecta a la producción seguimos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es bastante buena, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Fear Street 1978 me gustó. Un slasher mucho más convencional que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
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martes, 6 de julio de 2021

Crítica: Fear Street (Part One): 1994

Primera parte de la trilogía basada la serie de libros del mismo nombre escritos por R.L. Stine, la cual está dirigida por Leigh Janiak (Honeymoon); quien además es co-escritora del guión junto a Phil Graziadei. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial este pasado 2 de julio.

Sinopsis:

Un grupo de adolescentes accidentalmente despierta a un ser maligno responsable de una serie de brutales asesinatos que han plagado su pueblo durante más de 300 años. Bienvenidos a Shadyside.


Comentarios generales:

Si crecieron en la década de los 90s como su servidor muy probablemente leyeron alguno de los libros de R.L. Stine al ser básicamente una lectura obligada para todos aquellos niños y adolescentes que fueran fans del terror. Así que cuando Netflix reveló su ambicioso proyecto de una trilogía basada en algunos de esos libros mi interés se fue por las nubes y rápidamente se convirtió en algo de lo más esperado por mi parte en 2021; con altas expectativas incluidas que podían ser contraproducentes, pero que al menos con Fear Street: 1994 se cumplieron de manera satisfactoria.  

Y es que con esta primera parte Janiak deja el listón muy alto para las dos siguientes al presentarnos lo que básicamente es un homenaje a los slasher noventeros realizado de manera impecable. Donde claramente la mayor inspiración es “Scream” (la introducción de la película es el ejemplo más evidente de esto), pero esta logra forjarse una identidad propia por medio de una historia que no solo se limita a explotar el factor nostalgia, sino que también busca tener un poco más de sustancia al combinar el slasher con un elemento sobrenatural para que así el importante contexto histórico del pueblo cuente con mayor relevancia.

Contexto que durante la primera media hora se explota más que nada por medio de un drama juvenil que sirve como introducción a un grupo de personajes con características conocidas y que pasando ese periodo de tiempo toma incluso mucho más relevancia al iniciar la masacre. La cual hace que el ritmo se vuelva dinámico y en general se incremente de golpe el nivel de intensidad de las acciones cuando empiezan a caer los cuerpos y, por lo consiguiente, empieza a brotar la sangre.

Convirtiendo esto en una persecución que con los minutos se va volviendo más y más grande al ir involucrando múltiples asesinos cuyo accionar parece el típico de esta clase de películas en el que todo es matar por matar, pero en realidad cuentan con una diferencia fundamental que cambia por completo la manera en la que las víctimas tienen que enfrentarlos. Estableciendo así un mayor nivel de peligrosidad por medio del aspecto sobrenatural previamente mencionado y a la vez brindando la oportunidad de presentar situaciones de riesgo en las que el caos o la acción siempre estén presentes para que la experiencia no se vuelva monótona.

Algo que se mantiene de manera estable hasta llegar a una parte final que logra generar muchísima tensión y además se da el lujo de contar con momentos sorpresivos que le brindan mayor impacto visual e, incluso, cierto toque depresivo. Aunque dejando todo abierto para que las secuelas complementen lo que hace falta.

En el tema de las actuaciones tenemos un elenco que hace una buena labor, no podría decir que alguien destaca en especifico pero todos generan una buena química y cumplen con sus roles de manera sólida. Mientras que en el tema de producción tenemos una gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el soundtrack es fantástico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran nivel y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Fear Street 1994 es genial. Un homenaje a los slasher de los 90s que sin duda se posiciona como una de las mejores películas en lo que va del año. 

Ojometro:
*****

martes, 18 de mayo de 2021

Crítica: The Widow (2020)

Producción rusa dirigida por Ivan Minin, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Natalya Dubovaya e Ivan Kapitonov. Se estrenó en cines a finales de 2020 en Rusia, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 30 de marzo.

Sinopsis:

En una densa área boscosa al norte de San Petersburgo han desaparecido varias personas durante tres décadas y los pocos cuerpos recuperados se encontraban desnudos. Provocando así la leyenda de “La Viuda”, una que en 2017 un equipo de voluntarios descubrirá que no solo se trata de un invento de los lugareños.


Comentarios generales:

Seguimos con el cine ruso y su descubrimiento de subgéneros que de este lado del planeta llevan siendo comunes desde hace varios años o décadas. Algo que para muchos no es precisamente lo más interesante, pero la verdad es que siempre es bueno tener distintas perspectivas de lo que para uno puede llegar a ser bastante común. Aunque en el caso de The Widow lo que tenemos es un trabajo en el que las diferencias son básicamente inexistentes.

Y es que lo que nos presenta Minin te lo quieren vender como un found footage, pero en realidad es una película filmada de manera convencional con algunas tomas en primera persona. Lo cual le ayuda en el apartado visual porque esto brinda más claridad en las acciones y hace que el trabajo de fotografía sea uno de los puntos más destacables; sin embargo, esto no evita que caiga en la misma problemática que dichas propuestas debido a que la primera media hora no aporta gran cosa y todo se limita a querer venderte la idea de que, tal vez, hay algo amenazante en el bosque.

Situación que no es anormal y que por lo regular se puede digerir, lo malo es que en el afán por querer seguir generando una atmósfera oscura se exagera en mantener a la amenaza oculta y así van alargando la espera hasta un punto que resulta ridículo. Utilizando elementos comunes para producir algunos sustos poco efectivos o generar dudas con respecto a la verdadera identidad de la amenaza para tratarle de dar cierto aire a “The Blair Witch Project” sin los mejores resultados gracias a que el desarrollo sigue siendo demasiado pesado y, sobre todo, hueco.

Es hasta que se pasa la hora de metraje cuando finalmente sucede algo relevante desde el lado sobrenatural y a partir de ahí se quiere componer todo en los últimos 20 minutos. Generando con esto la que es sin duda la parte más dinámica e intensa de todas; donde se pueden ver unas secuencias entretenidas de persecución y algo de violencia que maquillan un poco las cosas, pero que no evitan un desenlace débil en el que realmente no existe un pago que justifique tanta espera.

Las actuaciones son las habituales en cualquier película con aire a found footage y nadie destaca en particular. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, el score es sólido, el trabajo de sonido está bien cuidado y los efectos son sencillos.

Opinión final: The Widow es mediocre. Película genérica que realmente no tiene muchas cosas para destacar.

Ojometro:
** 

viernes, 12 de febrero de 2021

Crítica: The Reckoning (2021)

Película dirigida por Neil Marshall (The Descent), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Edward Evers-Swindell y la también protagonista Charlotte Kirk. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de febrero, mientras que su salida en formato físico todavía no ha sido confirmada.

Sinopsis:

Es 1665 y la joven viuda Grace (Charlotte Kirk) resulta falsamente acusada de ser una bruja por el dueño de sus tierras cuando esta lo rechaza. Ocasionándole así un viaje lleno de tortura que la llevará al límite tanto física como mentalmente.


Comentarios generales:

El caso de Neil Marshall es uno curioso debido a que se trata de un director que lleva 15 años viviendo de un solo éxito y aún así cada nuevo trabajo que saca suele venir ligado con unas expectativas ridículamente altas por parte de muchos fans. Como si todo lo demás que ha hecho en cine no existiera y con eso renuevan sus esperanzas de que ahora si pueda ofrecer esa nueva gran película que todos esperan, aunque dudo que con The Reckoning logre cumplir dicho deseo.

Esto porque claramente lo que nos trae el británico en esta ocasión es más que nada un proyecto pensado para el total lucimiento de su ahora pareja (Kirk), lo cual no es algo que considere malo en si, pero que claramente termina afectando el producto.

Ya que al inicio la historia, si bien es un tanto convencional, logra captar tu interés gracias al tono oscuro que establece para magnificar el mundo deprimente en el que se desarrolla y porque presenta situaciones que rápidamente generan empatía hacia la protagonista. Logrando así que el primer acto tenga el atractivo suficiente tanto en sustancia como en lo visual para que se desarrolle sin mayores contratiempos mientras poco a poco se va integrando de manera más profunda el tema de la quema de brujas y los conceptos demoniacos que siempre vienen ligados.

Hasta ahí todo va relativamente bien, sin embargo, una vez que comienza el juicio/tortura de Grace todo entra a una espiral descendente que resulta difícil de ignorar. No solo por el hecho de que el aspecto visual se ve afectado de golpe por un pobre diseño de producción, sino porque de pronto todo se vuelve increíblemente monótono y lo que tendría que ser algo hasta cierto punto incomodo de ver realmente solo termina siendo una sucesión de escenas en las que sí, se empodera a la protagonista, más nunca se logra redondearlas con un nivel de intensidad adecuado ante la terrible obsesión que existe por ponerla a cuadro lo más impecable y sexy que se pueda sin importar que básicamente eso le quita todo el impacto a su sufrimiento.

Una problemática que no se elimina del todo, pero que durante la parte final se disimula de mejor manera al ofrecer momentos que por lo menos hacen gratificante la venganza al contar con mayor violencia y sangre. Llevando a un cierre genérico con el cual no se arriesga en lo absoluto.  

Sobre las actuaciones, como mencione antes, todo está diseñado para el lucimiento personal de Charlotte Kirk. Quien no diría que hace un trabajo terrible, pero la verdad por grandes lapsos es complicado involucrarse de lleno con su personaje cuando a pesar de la época y del maltrato que sufre SIEMPRE está impecablemente bien maquillada.

En lo que respecta a la producción, por momentos pareciera que estás viendo una película para TV de bajo presupuesto y en otros no: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte deja mucho que desear, el score es bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje no es precisamente la mejor.

Opinión final: The Reckoning está apenas pasable. Película un tanto absurda con la que pueden pasar el rato si no se la toman tan en serio.

Ojometro:
***

martes, 15 de diciembre de 2020

Crítica: The Wretched (2020)

Película dirigida por los hermanos Brett y Drew T. Pierce, quienes además son los escritores del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 11 de agosto.

Sinopsis:

Ben (John-Paul Howard) tiene que pasar el verano lidiando con el divorcio de sus padres, aunque pronto ese será el menor de sus problemas cuando tenga que enfrentarse a una bruja milenaria que tiene la capacidad de hacer que las personas olviden a sus seres queridos. 


Comentarios generales:

La razón por la cual no había escrito sobre The Wretched no era por falta de interés ni nada por el estilo, simplemente por alguna razón pensaba que ya lo había hecho meses atrás. Una confusión de mi parte que afortunadamente se pudo corregir y que me alegro de haberlo hecho a tiempo, ya que se trata de un trabajo que sin duda tiene los elementos para posicionarse dentro de lo destacado de 2020.

Esto porque lo que nos regalan los hermanos Pierce es una película con la que dejan en manifiesto que no importa si todas sus ideas funcionan o no, ellos simplemente lo que quieren es contarnos la historia más oscura posible.

Algo que se puede notar de manera inmediata en el prólogo y que se solidifica poco a poco con el pasar de los minutos, aunque para lograr esto también hay que decir que se obliga al espectador a tener bastante paciencia durante un primer acto en el que se establece una atmósfera siniestra, pero que se desarrolla a fuego lento. En donde se centra demasiado la atención en las problemáticas de Ben con algunos personajes cuya presencia no aporta (ni aportará) demasiado a la trama y que hace que por momentos la bruja se sienta un tanto ajena a la dinámica general porque se mantiene principalmente en las sombras.

Una situación que afortunadamente se va superando al llegar al segundo acto, no tanto porque el ritmo incremente demasiado, sino porque las acciones en si empiezan a adquirir un tono mucho más siniestro al exponer el verdadero propósito de la bruja y con ello las interacciones de esta con el protagonista se vuelven más complejas. Ya que simplemente tiene todo a su favor y eso provoca que la sensación de riesgo se vuelva más palpable ante la amenaza que representa no solo para Ben, sino para todos los que lo rodean debido a que cualquiera puede caer bajo su control directa o indirectamente.

Haciendo con esto que en el camino rumbo a la parte final se vayan incrementando los niveles de intensidad de manera gradual para que esta contenga la fuerza necesaria; en especial con cierta sorpresa que se presenta. Lo cual ayuda a que el desenlace cuente con la potencia suficiente para que el enfrentamiento decisivo resulte efectivo, incluso teniendo ciertos detalles que se dejan a medias o no se responden.

En el tema de las actuaciones la película está bastante bien. John-Paul Howard como protagonista cumple de manera efectiva con un papel que no se sale de lo común pero refleja la curiosidad suficiente como para seguir atentamente el misterio, además de que logra una muy buena química con la también efectiva Piper Curda (Mallory) y el resto de los personajes más relevantes con menor tiempo en pantalla.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está ok, el score es genial, el trabajo de sonido es excelente, los efectos son buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Wretched me gustó. Película de corte bastante oscuro que se queda un paso de la excelencia, pero que vale mucho la pena.

Ojometro:
****

martes, 3 de noviembre de 2020

Crítica: The Witches (2020)

Nueva adaptación del libro del mismo nombre que está dirigida por Robert Zemeckis (Death Becomes Her), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Kenya Barris y Guillermo del Toro. Se estrenó por medio de HBO Max dentro de los Estados Unidos el 22 de octubre, mientras que en México hizo lo propio en cines el fin de semana pasado.

Sinopsis:

En 1967 un niño y su abuela se hospedan en un lujoso hotel después de un peculiar encuentro, aunque para su mala fortuna en ese mismo lugar un aquelarre de brujas tienen una reunión en donde la Gran Bruja (Anne Hathaway) devela su plan maestro para eliminar a todos los niños del planeta.


Comentarios generales:

Cuando la adaptación en cine suele tener más penetración que la obra original en la memoria colectiva por lo regular se vuelve complicado que futuras adaptaciones sean vistas con buenos ojos, así que cuando salió el trailer de The Witches y mucha gente la desechó de inmediato no fue novedad. 

Al final de cuentas la película protagonizada por Anjelica Huston dejó su huella porque es buena, aunque por alguna razón muchos la recuerdan como una que daba mucho miedo (en gran parte por el estupendo trabajo de maquillaje) cuando en realidad era una claramente familiar y esta nueva versión no cambia en lo absoluto dicho enfoque. Incluso me atrevería a decir que Zemeckis maneja un tono mucho más ligero y eso, aunado a los cambios realizados para que la historia se aloje en Alabama, puede resultar muy polémico para varios. 

Sin embargo, a pesar de todo creo que termina funcionando para los propósitos generales del filme sin que esto signifique que las cosas sean perfectas debido a que los primeros 30 minutos son bastante aburridos. En gran parte porque la relación de Bruno con su abuela nunca logra sentirse lo suficientemente entrañable, pero sobre todo porque la manera en la que se establece la existencia de las brujas carece de la pequeña dosis de misterio que debería y por lo consiguiente su estatus como amenazas no parece relevante.

Afortunadamente es con la aparición de la Gran Bruja cuando se le da vuelta a las cosas y a partir de ahí la experiencia resulta mucho más entretenida al tener un personaje con mucha presencia que eleva el aspecto fantástico y añade una dosis de humor efectiva por medio de su personalidad extravagante. Además de que, una vez que se revela su plan, la dinámica de las acciones se agiliza de una manera muy marcada y con ello cada situación que involucra a los ratones se sostiene de buena forma para construir sin demasiados problemas lo que será la parte final.

Una que puede sentirse un poco acelerada (porque lo está), pero que cumple al presentar de buena forma uno de los momentos más emblemáticos de la historia. Aunque también se toma sus libertades para brindar un desenlace que le dé un poco más de pantalla a la Gran Bruja y, a la vez, no se aleje demasiado de la conclusión que se da en el libro.

En el tema de las actuaciones hay que decir que Anne Hathaway es el sustento principal de la película y su labor no decepciona en lo absoluto. La manera como maneja la comedia para darle vida a un personaje tan excéntrico se encuentra en el punto ideal y logra diferenciarse por completo de la interpretación que vimos en los 90s.

La producción se nota que contó con un presupuesto decente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es impecable y la labor de maquillaje es muy básica. Mientras que los efectos recaen demasiado en el CGI, lo cual hace que algunos luzcan bien y otros no tanto.

Opinión final: The Witches está entretenida. Una experiencia de tono ligero meramente familiar que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
*** 

martes, 13 de octubre de 2020

Crítica: The Pale Door (2020)

Película dirigida por Aaron B. Koontz (Camera Obscura), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cameron Burns y Keith Lansdale. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Después de que el robo de un tren no saliera como estaba planeado, un notorio grupo de bandidos tendrá que sobrevivir la noche en un pueblo fantasma habitado por un aquelarre de brujas.


Comentarios generales:

A pesar de que son dos géneros que llevan coexistiendo desde finales del siglo XIX, el terror y el western por lo regular no se suelen mezclar demasiado. Evidentemente existen trabajos que lo han hecho porque el cine de terror ha demostrado tener la capacidad para adaptarse a prácticamente todo, pero aún así pareciera que para muchas personas no son muy compatibles y con The Pale Door difícilmente dicha percepción va a cambiar.

Esto porque lo que nos trae Koontz es un trabajo con un sello independiente muy marcado que trata de explotar lo más que se pueda el aspecto western por medio de una historia que, al menos durante los primeros 40/45 minutos, pasaría como una de cualquier película de vaqueros del montón. Ya que realmente durante este periodo no ocurre nada llamativo y todo se enfoca en la relación de los hermanos, así como en exponer las extravagantes personalidades de los bandidos por medio de escenas que uno sabe perfectamente cómo se van a desarrollar ante lo genéricas que resultan en absolutamente todos sus detalles.

Haciendo así que la experiencia se torne bastante aburrida y más porque hasta este punto las brujas brillan por su ausencia, aunque cuando hacen acto de presencia se llevan a cabo los que son sin duda los minutos más entretenidos del filme.

En gran medida porque las presentan de una manera poco convencional para que resulten más amenazantes y gracias a ello se pueda ofrecer un enfrentamiento con violencia y sangre que ayude a que tanto el ritmo como la intensidad mejoren de manera momentánea. Y digo momentánea porque por alguna razón Koontz y compañía tienen una terrible obsesión por utilizar largas conversaciones para impulsar el aspecto dramático cuando, en teoría, lo que tendría que imperar es la urgencia por salir con vida del pueblo.

Logrando con esto únicamente que la parte final sea de todo menos emocionante al explotarlas en exceso (hay tres en este punto) y con ello eliminando cualquier tipo de sensación de riesgo para dejarte así ante una conclusión muy simple que hasta resulta anticlimática.

Las actuaciones no están mal; de hecho, diría que gran parte de los momentos más efectivos se deben al esfuerzo que ponen los actores para tratar de sacar adelante situaciones que no les ofrecían demasiado margen de maniobra. En cuanto a la producción hay varias cosas positivas a pesar del evidente bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte adecuada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Pale Door está aburrida. Una película con ideas interesantes que se ve perjudicada por una pobre ejecución.

Ojometro:
**