viernes, 10 de diciembre de 2021

Crítica: Black Friday (2021)

Película dirigida por Casey Tebo y escrita por Andy Greskoviak. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de noviembre, mientras que su salida Blu-ray ha sido confirmada para el próximo 4 de enero.

Sinopsis:

En la noche de Acción de Gracias, un grupo de empleados descontentos de una tienda de juguetes se prepara para el día de compras más concurrido del año: el Black Friday. Aunque, por otra parte, un parasito alienígena llega a la tierra para transformar a las hordas de compradores compulsivos en criaturas monstruosas que les harán trabajar horas extra.


Comentarios generales:

En este punto prácticamente cualquier proyecto en el que se encuentre involucrado Bruce Campbell me llama la atención de manera inmediata, mucho más si se trata de algún tipo de comedia de terror dado a que es un subgénero en el que sabe manejarse como pez en el agua. Así que cuando se dio a conocer hace no mucho Black Friday me entusiasmé bastante porque simplemente se veía muy divertida y afortunadamente eso es lo que me encontré.

Ya que Tebo y Greskoviak no pretenden ofrecer algo tan complejo y optan por la practicidad por medio de una historia que evidentemente se sustenta en una analogía sobre el comportamiento humano durante el Black Friday, pero que rápidamente se transforma en algo mucho más extravagante que no se toma tan en serio. Esto porque al añadir el tema extraterrestre sin nada de contexto la película obtiene cierto aire de serie B y, sobre todo, hace que el avance de las acciones sea mucho más rápido debido a que realmente la presentación de este carismático grupo de empleados no es tan extensa para que así el caos dentro de la tienda de juguetes sea el foco de atención.

Algo que en general resulta ser una buena elección gracias a que una vez que aparece el primer cuasi zombie la acción se intensifica y la sangre empieza a hacer acto de presencia, no al nivel como para considerarse un gorefest, pero si para establecer de manera sólida la peligrosidad que estos representan. Aunque así como el ritmo es caótico también cuenta con ciertas pausas durante el segundo acto para brindarnos un poco más de información para entender el comportamiento de los empleados y sus constantes choques en las formas de tratar de resolver algo que parece no tener solución, lo cual compensa el hecho de que sobre la amenaza realmente casi no se nos explica nada más allá de lo básico que uno puede descifrar.

Un problema que por momentos genera cierta sensación de vacío, sin embargo, eso no evita que la parte final sea entretenida ante lo exagerado que resulta todo lo que presentan. Dejando así un desenlace con la dosis de espectacularidad suficientes para que te quedes con un buen sabor de boca.

Sobre las actuaciones hay que decir que el elenco es la principal razón por la que la película funciona, con un Bruce Campbell (Jonathan) como siempre genial, pero también la dinámica que se genera por medio de Devon Sawa (Ken), Ivana Vaquero (Marnie), Ryan Lee (Chris) y Stephen Peck (Brian) hacen que las acciones resulten muy amenas.

En cuanto a producción es de presupuesto discreto, aunque aprovecha al máximo todos sus recursos: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score no trasciende demasiado, el trabajo de sonido es bueno y tanto los efectos como la labor de maquillaje son de muy buen nivel para el grado de extravagancia que se maneja con la estética del filme. 

Opinión final: Black Friday me gustó. Comedia ligera y divertida para pasar estos días de compras compulsivas.

Ojometro:
****