martes, 14 de diciembre de 2021

Crítica: Night Teeth (2021)

Película dirigida por Adam Randall (I See You), cuyo guión fue escrito por Brent Dillon. Se estrenó a nivel mundial el pasado 20 de octubre por medio de Netflix.

Sinopsis:

Un joven chófer recoge a dos misteriosas mujeres que pretenden pasar una noche de fiesta recorriendo varios lugares exclusivos de Los Ángeles. Sin embargo, cuando este descubre su verdadera identidad, no le quedará de otra más que luchar para seguir con vida.


Comentarios generales:

Una de las desventajas de tener tantos estrenos durante la época de Halloween es que inevitablemente algunas de las películas (o series) se van a terminar perdiendo ante tantas opciones porque no hay tiempo que alcance para verlas todas. Y en esta ocasión una de las desafortunadas que pasó desapercibida fue Night Teeth, la propuesta de vampiros de Netflix que parecía tenerlo todo para destacar gracias a su elenco, pero que se queda corta en lo que pretende.

Y es que lo traído por Randall es una historia que en cuanto a concepto es bastante ambiciosa al ponernos ante un conflicto que abarca facciones y una estructura similar a la de las mafias, pero al mismo tiempo construye un romance muy a lo “Romeo y Julieta” por medio del núcleo protagonista que termina opacándolo. Aunque durante el primer acto esto no resulta tan problemático por el hecho de que las personalidades contrastantes hacen que la dinámica se sienta fresca y también porque la estética visual del filme es lo suficientemente atractiva como para sostener una serie de sucesos que, a pesar de ser poco novedosos, establecen de manera sólida lo que hay detrás de esta noche llena de secretos y tensiones.

Lo cual funciona hasta que llega el momento de profundizar en el tema de las facciones y el conflicto entre los vampiros que las está desestabilizando, ya que esto realmente nunca se logra exponer de una manera interesante, ni mucho menos convincente. Sobre todo porque los todopoderosos líderes quedan reducidos a meros espectadores sin gran peso en una trama que se desarrolla bajo un ritmo bastante acelerado que no permite mostrar más allá de lo superficial y se va a lo seguro con el romance, así como con unas muy contadas escenas de acción que proporcionan un poco de sangre.

Una aceleración que termina siendo contraproducente debido a que para la parte final en cierto punto parece que ya todo se desarrolló de manera plena y todavía faltan como unos 25 minutos de metraje. Algo que hace que la resolución del conflicto no cuente con la potencia que debería gracias a que se siente como mero relleno; sin embargo, tampoco me atrevería a decir que la conclusión que ofrece sea del todo mala.

Sobre las actuaciones la verdad tenemos buenos trabajos de los protagonistas, con Jorge Lendeborg Jr. (Benny) y Debby Ryan (Blaire) logrando una gran química en pantalla; además de que Lucy Fry (Zoe) como vampira psicótica proporciona las dosis de locura necesarias. Aunque, por otra parte, las apariciones de varios de los nombres más reconocidos son decepcionantes por el poco tiempo con el que cuentan.

En cuanto a producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos en su mayoría están bien hechos y la labor de maquillaje no es tan llamativa.

Opinión final: Night Teeth está ok. Más show visual que otra cosa, pero puede ser una opción para ver un día que no tengan mucho que hacer.

Ojometro:
***