viernes, 17 de diciembre de 2021

Crítica: A House on the Bayou (2021)

Película escrita y dirigida por Alex McAulay. Se estrenó el pasado 19 de noviembre dentro de los Estados Unidos en formato digital y VOD por medio del canal Epix.

Sinopsis:

Un matrimonio en problemas va de vacaciones junto con su hija a una alejada casa en los pantanos de Luisiana para tratar de reconectarse, pero cuando unos visitantes inesperados llegan al lugar dicho intento de unidad se empezará a desmoronar nuevamente.


Comentarios generales:

De los múltiples acuerdos de Blumhouse para producir películas de terror con distintos socios probablemente el que tiene con el canal Epix sea el menos llamativo de todos debido a que se tratan de producciones para televisión, las cuales históricamente siempre han sido vistas como productos inferiores. Un estigma con el que A House on the Bayou tiene que cargar y para su mala fortuna no se lo puede sacudir con lo ofrecido.

Y no es tanto porque lo presentado por McAulay sea malo, más bien se debe a que desde muy temprano uno puede notar que no existen demasiadas intenciones por ofrecer algo más allá de un simple thriller con ciertos tintes sobrenaturales. Lo cual probablemente sea razón suficiente para que más de uno abandone el visionado durante los primeros treinta minutos debido a que la historia durante este lapso no ofrece nada particularmente atractivo y la interacción hostil entre el matrimonio se vuelve repetitiva en cuestión de unos cuantos minutos, dejando que sea la aparición de Isaac y Grandpappy lo único que realmente proporcione algo de intriga a este drama poco interesante.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando las cosas empiezan a mejorar y mucho se debe al hecho de que la película se vuelve más una de invasión de hogar con la que se logra generar tensión de manera sostenida gracias al propio personaje de Isaac y su comportamiento impredecible que te hace cuestionar todo el tiempo sobre si se trata de alguien con habilidades supernaturales o si simplemente está loco. Algo que, al combinarse con un giro bien logrado, hace que las cosas fluyan de buena manera bajo un ritmo consistente a pesar de que muchas de las acciones que ocurren no son precisamente llamativas o súper estresantes.

Llevando así sin muchos contratiempos a una parte final en la que el nivel de intensidad se ve ligeramente incrementado gracias a que nuestra protagonista tiene un poco más de peso al verse envuelta en situaciones que la obligan a tomar decisiones difíciles. Aunque el cierre puede que no sea del agrado de todos debido a que la explicación sobre lo ocurrido es muy vaga y en general se deja cierta sensación de que nada tuvo grandes consecuencias.

En lo que respecta a las actuaciones Angela Sarafyan (Jessica) hace un trabajo correcto, pero es Jacob Lofland (Isaac) quien termina destacando por encima del resto por medio de un personaje bastante enigmático que logra generar una incomodidad muy particular. Mientras que en producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no tiene mucho para destacar, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es discreto.   

Opinión final: A House on the Bayou está pasable. Película de TV con algunas cosas interesantes que no será muy recordada en unos meses.

Ojometro:
***