viernes, 17 de febrero de 2023

Crítica: Sick (2023)

Película dirigida por John Hyams (Alone), cuyo guión fue co-escrito por Kevin Williamson y Katelyn Crabb. Se estrenó el pasado 13 de enero por medio de Peacock, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Durante la pandemia por COVID-19, Parker (Gideon Adlon) y su mejor amiga Miri (Bethlehem Million) deciden hacer cuarentena en la casa del lago que pertenece a su familia donde estarán completamente solas… o eso es lo que creen.


Comentarios generales:

La pandemia provocada por el COVID-19 fue un suceso que nos marcó a absolutamente todos y, a pesar de que poco a poco se ha ido dejando atrás, varias de sus consecuencias todavía siguen estando presentes de alguna u otra forma en la vida diaria. Por ello no resulta extraño que empecemos a ver películas que se ubiquen durante este tumultuoso periodo y si alguien como Kevin Williamson (guionista de “Scream”) lo utiliza para un slasher por supuesto que me va a generar interés, al final de cuentas esa es su especialidad y con Sick lo deja en claro.

Ya que lo traído por Hyams es un slasher con toda la esencia de aquellos que proliferaron a finales de los 90s, al grado de que su introducción hará recordar a la de Scream por varias similitudes que tiene para establecer rápidamente la peligrosidad del asesino. Una decisión inteligente si tomamos en cuenta que esos dinámicos diez minutos iniciales son seguidos de una media hora en la que realmente no pasa mucho y lo más llamativo es la exposición de situaciones con las que el espectador pueda sentir cierta familiaridad en lo que se refiere a la seriedad con la que cada persona vivió esos primeros meses caóticos de la pandemia.

Lo cual no suena nada atractivo y ciertamente no lo es; sin embargo, dichos treinta minutos tampoco son tan aburridos como para arruinar el visionado e incluso cuentan con algunas secuencias que ayudan a ir generando la sensación de peligro necesaria para cuando inicie el caos.

Uno que llega de la mejor manera posible y prácticamente en automático cambia por completo las cosas al entrar a una serie de peleas o persecuciones muy bien realizadas que imprimen un ritmo agil y muchísima intensidad sin que el conteo de muertos sea para nada alto. Y lo mejor de esto es que dicho frenetismo lo mantienen durante todo el segundo acto, logrando así que la tensión alcance niveles importantes y por lo consiguiente el riesgo para las protagonistas sea muy palpable a pesar de que se utilizan muchos de los clichés habituales en los slasher que ya nos sabemos de memoria.

Así llegamos a la parte final en donde las cosas se tranquilizan un poco con la revelación del motivo que hay detrás de la matanza. El cual tiene mucho sentido, pero la manera en la que lo presentan es un tanto absurdo y sobre elaborado; aunque igualmente cuenta con algunos momentos potentes que valen la pena.

De las actuaciones hay que decir Gideon Adlon hace bien su trabajo como una cuasi “final girl” y el resto del elenco es el complemento idóneo para ella. En cuanto a producción también vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje no presenta nada particularmente llamativo.

Opinión final: Sick me entretuvo. Slasher efectivo con el que pasarán un buen rato.

Ojometro:
***