martes, 24 de septiembre de 2024

Crítica: The Deliverance (2024)

Película dirigida por Lee Daniels, cuyo guión fue co-escrito por David Coggeshall y Elijah Bynum. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 30 de agosto.

Sinopsis:

Ebony (Andra Day) es el sustento de una disfuncional familia de Indiana que atraviesa graves problemas económicos. Aunque pronto su situación empeorará cuando extraños eventos empiezan a ocurrir dentro de su nueva casa.


Comentarios generales:

Siempre he mencionado que es positivo que directores de renombre volteen a ver el cine de terror porque eso automáticamente atrae miradas de otro tipo de público que por lo general no consume el género. Sin embargo, muchas veces estos experimentos no resultan tan efectivos por diversos factores y The Deliverance es un claro ejemplo de ello.

Y es que Lee Daniels nos demuestra que en realidad no sabe hacer terror al traernos una historia de demonios en la que el demonio es lo menos importante durante un periodo extendido de tiempo y se centra más en un dramón familiar que durante los minutos iniciales puede ser interesante por la compleja relación de Ebony con sus hijos, pero una vez que se asienta esa problemática las cosas empiezan a irse en picada rápidamente. Sobre todo porque la única manera con la que se pretende generar terror es por medio de recursos básicos que ni siquiera son bien implementados, logrando con esto que exista demasiada repetitividad desde temprano y gracias a ello el ritmo sea uno exageradamente lento.

Un problema que se va magnificando conforme se entra a la segunda mitad de la película debido a que la manera de ir exponiendo la posesión carece de imaginación y los momentos pensados para incrementar la sensación de riesgo son demasiado blandos como para sacudir un poco la monotonía. Además, por si esto no fuera suficiente, la obsesión por seguir empujando fuertemente el drama familiar le quita reflectores a todo lo referente al demonio y esto hace que la profundización sobre dicho tema se sienta totalmente improvisada al saltar de una idea a otra hasta que puedan encontrar algo lo suficientemente estable como para agarrarse de eso y así construir una parte final que pueda ser intensa.

La cual sin duda lo es, sin embargo, eso no quiere decir que sea efectiva debido a que todo lo que ocurre carece de sentido. Donde se apuesta a que sean las dosis de espectacularidad las que oculten las inconsistencias dentro de un desenlace en el que pasan muchas situaciones huecas que pretenden ser más de lo que verdaderamente son.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que probablemente es donde tenemos los únicos puntos fuertes, ya que Andra Day construye un personaje con muchos demonios internos que no genera empatía pero tampoco desinterés. Mientras que Glenn Close (Alberta) ofrece una interpretación excéntrica como pocas veces se le ha visto y definitivamente es la que más destaca por eso mismo.

Sobre la producción no tenemos mucho que resalte de gran forma: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: The Deliverance es mala. Película con muchos problemas que quedará en el olvido rápidamente.

Ojometro:
**