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miércoles, 19 de marzo de 2014

Crítica: WER (2014)


Película escrita y dirigida por William Brent Bell (The Devil Inside), aunque en la parte del guión también se le da crédito a Matthew Peterman. Tuvo un pequeño estreno en Japón durante el año pasado, pero fue hasta este 2014 que se empezó a estrenar en más mercados, aunque aún no tiene una fecha de salida establecida para los Estados Unidos o México.

Sinopsis:

Después de que una familia fuera masacrada en un bosque de Francia, la abogada Kate (A.J. Cook) es llamada para defender al principal sospechoso: un enorme y misterioso hombre cuyo nombre es Talan (Brian Scott O'Connor). Al inicio parece que ha sido una víctima del sistema, pero poco a poco ella y su equipo se darán cuenta que hay algo mucho más aterrador detrás de todo esto.



Comentarios generales:

Si hay un subgénero que lleva años en terapia intensiva es el de hombres lobo, ya que lo que han hecho con este no ha sido precisamente lo mejor gracias a que por lo general es uno con el cual se suele experimentar mucho (la mayoría de las veces para mal); algo que aquí también se da, pero con muy buenos resultados.

WER sin duda representa la reivindicación de Brent Bell, ya que nos trae una película con un enfoque totalmente diferente a todo lo que estamos acostumbrados a ver últimamente en esta clase de historias al dejar de lado la espectacularidad y efectos de otro mundo para centrarse más en el misterio y la investigación. Lo cual sin duda para algunos puede que no resulte muy llamativo, pero la verdad es que funciona muy bien porque eso mismo ayuda a ir creando un ritmo ideal para ir estableciendo poco a poco las dosis de tensión necesarias en cada situación; aunado a que es lo que permite tener un valor de shock mucho más elevado justo cuando la historia hace la transición de thriller detectivesco a una total de hombres lobo.

Ahora. Esto no quiere decir que la película carezca de momentos de acción o sangrientos, al contrario, tiene bastantes y en general muy buenos porque una vez que la carnicería arranca la verdad es un goce total: todo es crudo y sin rodeos, aunque con su toque de espectacularidad. Igualmente tiene momentos que van a mover a más de uno, en especial lo que ocurre con la familia atacada al inicio.

El único detalle que me pareció innecesario fue toda la pelea final, como si sus creadores se hubieran visto tentados a incluir algo de último minuto con las tendencias de los últimos años para no decepcionar a cierto sector del público. Cosa que no daña el producto en general, pero que creo no se necesitaba.

En actuaciones realmente es sólida, sin nadie que resalte muchísimo; A.J. Cook está bien en su rol, pero creo que quien se lleva los reflectores es O'Connor, quien luce imponente y extremadamente intimidante sin tener una gran caracterización.

En cuanto a la producción también es muy sólida; a pesar de estar filmada en Rumania la ambientación para hacer lucir que todo se realiza en Francia es impecable, el trabajo de fotografía y sonido son de muy buena calidad, mientras que los efectos, sin ser tan ostentosos, cumplen perfectamente con su cometido (no esperen una escena espectacular de transformación). Tal vez el único “pero” que le encontrarán muchos es que el trabajo de maquillaje no es tan espectacular como en otras películas, aunque personalmente creo que en este caso no urgía tener uno así.

Opinión final: WER es una de las mejores películas sobre hombres lobo de los últimos 10 u 15 años. Muy recomendable.

Ojometro:
*****

viernes, 17 de enero de 2014

Crítica: Wishmaster III: Beyond the Gates of Hell (2001)

Tercera entrega de la franquicia y la primera dirigida por el director Chris Angel. Salió directamente en DVD en el año 2001 (en el Reino Unido bajo el nombre de Wishmaster 3: Devil Stone) y en la actualidad se puede encontrarla en dicho formato fácilmente, además de que esta disponible en servicios como Amazon Instant Video.

Sinopsis:

Diana Collins (A.J. Cook) es una estudiante universitaria que libera por error al Djinn. Quien se apodera del cuerpo del profesor Joel Barash (Jason Connery) y no descansará hasta que esta le pida sus tres deseos, aterrando a su paso a varios estudiantes dentro de la propia universidad.

Comentarios generales:

Debo de admitir que en mis planes no estaba escribir una crítica sobre esta película, pero dado a que la pasaron por TV y a que, como he mencionado en ocasiones anteriores, tengo un gusto bastante fuerte por A.J. Cook, decidí hacerla.

La verdad es que uno no tarda mucho en darse cuenta que Wishmaster III es una entrega cuyo principal propósito era alejarse de las dos anteriores para poder aprovechar el ultimo lapso de popularidad que provocó Scream a finales de los 90s e inicios de los 00s, ya que al adaptar la historia con universitarios simplemente cambio el escenario, pero no la fórmula en sí. Ante esto Angel realmente lo único que hace es seguir un camino muy básico para llevar las cosas sin el mayor contratiempo; de hecho, este es un trabajo con una estructura muy de slasher, donde uno realmente no tarda demasiado tiempo en descifrar quienes vivirán o morirán.

Todo se centra en ver a chicos tratando de correr por sus vidas a lo largo del campus, no hay mucha ciencia al respecto y en cierto modo eso es lo que evita que sea aburrida, aunque dentro de todo esto se les ocurrió (y tal vez sea el mayor riesgo de la película) incluir al Arcángel San Miguel. Si, leyeron bien, un arcángel entra a escena con una ineptitud sorprendente que seguramente ha provocado muchísimos lamentos con el paso de los años.

La otra diferencia más significativa es el nuevo Djinn: es mucho menos aterrador que el anterior, pero añade cierto tono cómico que marca una pequeña diferencia en la dinámica de las muertes.

El final es lamentable, prácticamente sacado de una película de Disney o comedia romántica. Lo cual es una pena porque por un breve instante parecía que las cosas seguirían otra línea mucho más depresiva.

En actuaciones es lo que toda película de adolescentes perseguidos de esa época era; Cook (por más que me encante) se vuelve bastante fastidiosa con el pasar de los minutos y Tobias Mehler tiene el mismo carisma que una cubeta de plástico con ojos pintados. En cuanto a la producción también se nota una reducción importante conforme a las anteriores, pero los puntos claves como la caracterización del Djinn o las muertes salen bien librados.

Opinión final: Wishmaster III es bastante olvidable, aunque está lejos de ser lo peor de la franquicia. Solo la recomendaría para aquellos curiosos que nunca han visto estas películas.

Ojometro:
**