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martes, 14 de abril de 2020

Crítica: We Summon the Darkness (2020)


Película dirigida por Marc Meyers (My Friend Dahmer) y escrita por Alan Trezza. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 abril, mientras que su salida en formato físico ya fue confirmada para el próximo 9 de junio.

Sinopsis:

En medio de reportes de asesinatos aparentemente cometidos por un culto satánico, Alexis (Alexandra Daddario), Val (Maddie Hasson) y Bev (Amy Forsyth) asisten a un concierto de heavy metal donde conocen a grupo de chicos con los que pasarán una noche que nunca olvidarán. 



Comentarios generales:

Ya he mencionado anteriormente las armas de doble filo que suelen ser los trailers en la actualidad ante la necesidad que sienten los estudios por mostrar lo más que se pueda sobre su película para que la gente la vea. Es algo que pasa y seguirá pasando por la naturaleza misma de la industria, en donde recuperar lo invertido es algo cada vez más complicado; sin embargo, existen casos en los que esto puede afectarlas al revelar demasiado y tristemente eso fue lo que pasó con We Summon the Darkness.

Esto porque se trata de una historia que depende enormemente de un giro que, por increíble que parezca, lo revelan en el mismo trailer. Quitándole así un factor importante que deja lo realizado por Meyers en una situación desfavorable, aunque la verdad es que a pesar de dicho problema las cosas durante la primera mitad no están nada mal gracias a que se las arregla para poder establecer cierto sello de personalidad por medio de todo lo que rodea al heavy metal y situaciones con humor que ayudan a generar una dinámica entre los grupos de personajes que funciona de buena manera hasta que llega el mencionado giro en la trama.

El cual no es exactamente el problema, de hecho, lo que origina hace que las cosas se vuelvan más interesantes y pintan un panorama satánico con mucha sangre incluida; sin embargo, en una decisión extraña eso de un momento a otro pasa a un plano secundario y la segunda mitad parece de una película completamente distinta. Dejando el humor de lado para centrarse más en el drama que lleva a situaciones random para ganar tiempo y un abrupto cambio con uno de los personajes que se siente increíblemente forzado.

La parte final trae consigo otra sorpresa que no resulta tan difícil de adivinar y en general se le dan muchas vueltas a algo demasiado simple. Aún así, el ritmo es agradable y cuenta con la suficiente acción para que el cierre no te resulte tan indiferente.

De las actuaciones quienes más resaltan son Alexandra Daddario y Maddie Hasson, ellas son el alma de la película al combinar de gran manera su locura con el toque sexy; en cambio, Amy Forsyth está muy desaprovechada con un papel que por momentos se te puede olvidar que existe. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es bastante simple, el score no resalta en lo absoluto, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje es sencillo.

Opinión final: We Summon the Darkness está ok. Película que no logra redondear la experiencia, pero con la que se puede pasar el rato.

Ojometro:
***

martes, 26 de marzo de 2019

Crítica: Lords of Chaos (2019)


Adaptación del libro del mismo nombre que está dirigida por Jonas Akerlund, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Dennis Magnusson. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero, mientras que su salida en formato físico está programada para el 28 de marzo en Alemania.

Sinopsis:

Oslo 1987. Euronymous (Rory Culkin) es un joven de 17 años que se obsesiona con crear el verdadero black metal noruego por medio de su banda Mayhem. Para lograr dicho objetivo está dispuesto a hacer cualquier cosa, sin importar lo peligrosa o ilegal que sea; aunque pronto se dará cuenta que rebasar la delgada línea entre la realidad y el espectáculo puede tener graves consecuencias.



Comentarios generales:

Mi conocimiento sobre black metal escandinavo no es precisamente muy amplio, sin embargo, si conocía un poco de los hechos en los cuales está basada Lords of Chaos y por eso mismo este era un trabajo que me generaba mucho interés. Al final de cuentas el cine de terror y el metal siempre han mantenido un tipo de conexión desde la década de los 80s al ser géneros despreciados en sus respectivas industrias, por lo cual nunca está de más el poder ver una película que incomode a los puristas y sin duda este será uno de esos.

Sobre todo porque lo hace por medio de una mezcla interesante de géneros debido a que esto es una combinación entre biopic, thriller, humor negro y película de terror. Los cuales Akerlund tiene la habilidad de amalgamar para ofrecer así una historia que de inicio pareciera no tomarse muy en serio, pero que con el pasar de los minutos se va transformando en algo realmente oscuro que no rehúye al impacto visual tempranero y que poco a poco va construyendo una dinámica llena de excesos que van revelando las motivaciones de cada uno de estos individuos.

Excesos que adquieren mayor grado de riesgo durante el segundo acto y con ello se empieza a construir un conflicto evidente, aunque también la parte más floja de la película. Ya que por un lapso se cae en una repetitividad que no ayuda a que el desarrollo sea tan fluido como al inicio y que obliga a tener que recurrir al uso constante de situaciones polémicas para poder volver a encontrar un balance adecuado. El cual para nuestra fortuna se vuelve a tener y que ayuda a que una burbuja de malas decisiones vaya creciendo para que explote llegando a los minutos finales.

Generando así una parte final directa, cruda y sin ningún tipo de propósito por querer glorificar a la figura central. Donde la tensión siempre está ahí presente, al igual que la sensación de peligro que hace que el desenlace tenga muchísima fuerza.

En las actuaciones encuentra uno de sus puntos fuertes. Obvio Rory Culkin resalta al ser quien recibe más tiempo en pantalla y porque general hace bien las cosas, pero los secundarios cuentan con el tiempo necesario para poder desarrollar sus personajes y complementar de buena manera momentos importantes de la historia. Aunque creo que un elenco integrado por noruegos hubiera añadido algo más de profundidad. 

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte sólida, el score resulta potente, el trabajo de sonido impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es la adecuada.

Opinión final: Lords of Chaos me gustó. Película interesante con una mezcla de géneros que puede satisfacer a una amplia variedad de públicos. 

Ojometro:
****

martes, 19 de febrero de 2019

Crítica: Dead Ant (2019)


Película escrita y dirigida por Ron Carlson. Se estrenó el pasado 24 de enero directamente en VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico ya está confirmada para el próximo 5 de marzo.

Sinopsis:

Sonic Grave es una banda de glam metal conocida por un hit de 1989, pero ahora planean realizar su triunfal regreso presentándose en el festival de Coachella. Lo malo es que su viaje en búsqueda de inspiración por medio del peyote pronto resultará en una feroz batalla contra hormigas asesinas gigantes.



Comentarios generales:

Cuando uno termina de leer la sinopsis de Dead Ant sabe inmediatamente qué tipo de película le espera, ya que decir que su premisa es absurda sería quedarme corto. Por eso mismo es un trabajo que no es tan sencillo de analizar porque dada su propia naturaleza esto pasa a un segundo término considerando que su meta no es cumplir con los estándares artísticos convencionales, sino más bien tratar de entretener por medio de las ideas más tontas que se puedan imaginar y en ese sentido puede llegar a ser o no efectiva dependiendo de cómo cada persona pueda asumir este humor.

En mi caso la verdad es que lo presentado por Carlson no me terminó por convencer, obvio entiendo el propósito que hay detrás y todo eso, pero simplemente en ningún momento me pareció que lo ocurrido en pantalla lograra su objetivo. Y es que, más allá de las excentricidades y la burla al glam metal, realmente no hay demasiado en esta historia que resulte lo suficientemente entretenido como para hacer de la primera mitad digerible ante la simpleza de las acciones y el avance un tanto lento que tiene para llegar a lo que es supuestamente el punto central de todo esto, ósea… las hormigas gigantes.

Las cuales integran cierto factor sorpresa a la trama una vez que empiezan a ser más relevantes, proporcionando así cierta profundidad a las razones por las cuales son de ese tamaño. Un detalle que podrá parecer menor pero que en cierta medida ayuda a que lo ocurrido durante la segunda mitad tengan un poco más de lógica y vuelva ligeramente más compleja la situación para los personajes. Aunque también da material para algunos momentos de humor pobre que se sienten muy forzados.

Ya para la parte final el nivel de ridiculez es demasiado alto, pero debo de decir que esta es por lo menos divertida. El hecho de que el objetivo principal de la banda se cumpla y al mismo tiempo esto sea la solución para vencer a las hormigas de algún modo funciona, dejando así un desenlace que provocará alguna que otra carcajada.  

Las actuaciones están ok, en el tono ridículo que se espera y no van más allá de eso. La producción es de corte muy similar a lo que vemos en las películas de The Asylum: el trabajo de fotografía es apenas aceptable, la dirección de arte es básica, el score genérico, el trabajo de sonido irregular, la labor de maquillaje decente y los efectos en verdad terribles, dignos de una cinemática de videojuego de PC a inicios de los 90s.

Opinión final: Dead Ant es ridícula a más no poder. Película para no tomar en serio y que ya dependerá de cada quien si gusta o no.

Ojometro:
**

martes, 20 de noviembre de 2018

Crítica: Johnny Gruesome (2018)


Película escrita y dirigida por Gregory Lamberson (Killer Rack, Dry Bones), la cual es una adaptación de su propia novela. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de octubre, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

El rebelde Johnny Grissom (Anthony De La Torre) es asesinado mientras manejaba bajo los efectos del alcohol.  Su muerte resuena por todo el pueblo, pero mientras sus amigos pretenden seguir con sus vidas, el propio Johnny regresará de la muerte para acabar con aquellos que lo traicionaron.



Comentarios generales:

Si están familiarizados con el trabajo de Lamberson seguramente Johnny Gruesome era una película que les generó cierta emoción debido a que se trata de su novela más popular y porque ya existía una demanda importante para que se hiciera su adaptación. En mi caso realmente la emoción era poca, no tanto porque no me gusten las novelas, sino porque las adaptaciones de estas rayan un nivel de mediocridad muy marcada y la verdad nunca he esperado demasiado de estas. Tendencia que no va a cambiar en lo absoluto después de este visionado. 

Y es que Lamberson por lo general trata de darle un toque de serie b muy marcado a sus trabajos, pero incluso para eso hay que tener cierto talento y, aunque se esfuerza, nunca le sale del todo bien. Además para empeorar las cosas aquí acelera demasiado las acciones y nos ofrece un inicio que apenas te da tiempo para conocer al personaje de Johnny o desarrollar su relación con sus amigos, lo cual es algo de suma importancia para la historia y que aun así solo es mostrado de manera muy superficial hasta que se da su muerte.

Un suceso con el cual podemos notar una ligera mejora porque la resurrección de Johnny inmediatamente lleva a los asesinatos y esto añade cierto impacto que, combinándolo con algo de humor, le da variedad  a una dinámica poco interesante. Lo malo es que este toque de aire fresco dura muy poco, ya que una vez que se pierde dicha novedad el ritmo decae y lo que supuestamente tiene que ser una masacre solo queda en un burdo intento de venganza en la que las muertes están muy distanciadas una de la otra y varias son fuera de cámara.  

La parte final tampoco tiene mucho que destacar. Los momentos más esperados resultan decepcionantes y todo el conflicto definitivo se ve perjudicado por la poca claridad tras los motivos de Johnny, haciendo que la conclusión resulte demasiado anticlimática.

Las actuaciones son bastante flojas, no llegan a ser acartonadas como algunos otros trabajos de este tipo pero tampoco es que están ayuden a hacer un poco más digerible lo que estás viendo. La producción es limitada con ciertos detalles positivos: el trabajo de fotografía es pobre, el score es bastante agradable, el trabajo de sonido está ok, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje es correcta.

Opinión final: Johnny Gruesome es decepcionante. Película que probablemente solo le interese a los fans más recalcitrantes de Lamberson.

Ojometro:
**

miércoles, 14 de octubre de 2015

Crítica: Deathgasm (2015)


Producción neozelandesa escrita y dirigida por Jason Lei Howden, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD e iTunes el pasado 2 de octubre dentro de los Estados Unidos; mientras que en México tendrá su estreno durante el próximo “Morbido Fest”.

Sinopsis:

Cuando Brodie (Milo Cawthorne) se muda a la casa de sus tíos su vida se vuelve un infierno, siendo el heavy metal lo único que le da algo de alivio. Gracias a esto conoce a Zakk, otro metalero con quien forma una banda y le ayuda a robar unas partituras muy viejas; las cuales al descifrar como interpretarlas les pueden brindar un gran poder, pero a la vez liberan una amenaza que planea destruir a la humanidad.



Comentarios generales:

Si les toco vivir la década de los 80s o incluso los primeros años de los 90s seguramente recordaran que un tema común era ligar el heavy metal con cuestiones satánicas, lo cual brindaba el motivo perfecto para realizar incontables películas al respecto y de paso afianzar mucho más el estereotipo. Prácticamente se creó un subgénero en base a esto, pero con el pasar de los años se fue perdiendo gracias a diversos factores hasta que de la nada llego Deathgasm; un trabajo que, si bien no revivirá esas épocas, si se encarga de recordarnos lo hilarantemente ridículas que eran.

Y es que Howden no se guarda nada cuando se trata de recrear todo lo que rodeaba a este tema al involucrar familiares religiosos, chicos con padres problemáticos, bullying, gustos por nombres ridículos para bandas y tiendas de discos con los álbumes más extraños (entre otras cosas); todo está ahí para dar una sensación de familiaridad al espectador sin ser precisamente solo un homenaje. Algo que sin duda es efectivo pero que también convierte el primer acto en uno un tanto hueco al no darle suficiente espacio al misterio que existe detrás de las partituras y en base a esto desarrollar una historia un poco más compleja cuando habían los elementos para hacerlo. Además el ritmo no ayuda, se siente algo lenta y salvo, por un par de escenas sangrientas que establecen rápidamente el grado de violencia que nos espera, no se genera una dinámica atractiva.

Evidentemente esto cambia de forma radical una vez que se desata el caos, en gran parte porque el director no tiene ningún tipo de freno para lo que quiere presentar en pantalla y eso añade un impacto constante con una cantidad significativa de muertes que hacen fluir el liquido vital de manera implacable. Lo cual es combinado con un humor que por momentos puede resultar un tanto estúpido, pero que es importante para darle un toque único a varios de los enfrentamientos con los muertos/zombies/demonios y de paso tener un buen contrapeso para un conflicto amoroso que tiene algo de relevancia en las acciones.

La verdad todo es frenético, no hay descanso y eso ayuda a que las carencias existentes a la hora de explicar ciertos aspectos de la amenaza no sean tan notorias o, si las notas, realmente no te importen.

La parte final es sumamente disfrutable. El gore no baja ni un solo instante; de hecho, se incrementa y ofrece un par de cosas que no te esperas para construir un desenlace digno y exagerado para esta clase de historia.

En cuanto a las actuaciones puedo decir que todos en general están bien, no hay grandes figuras que resalten y en gran medida lo más efectivo en este rubro suele llegar cuando interactúan ciertas duplas (Brodie/Zakk, Dion/Giles). La producción no es sumamente espectacular, pero cumple: acertado trabajo de fotografía, buena dirección de arte, gran sonido, un score con mucha fuerza como era de esperarse, efectos prácticos bien hechos y una labor de maquillaje de nota bastante alta.

* Cuenta con una escena pos-créditos.

Opinión final: Deathgasm es divertida, así de simple. Un baño de sangre y heavy metal que definitivamente se encuentra dentro de lo mejor del año.

Ojometro:
****