viernes, 3 de octubre de 2025

Crítica: Witchboard (2025)

Remake de la película de 1986 escrito y dirigido por Chuck Russell. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de agosto, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 16 de septiembre.

Sinopsis:

Un tablero de péndulo maldito despierta fuerzas oscuras, arrastrando a una joven pareja dentro de un juego de posesión y engaño del cual no podrán escapar. 


Comentarios generales:

"Witchboard" de 1986 no es precisamente una gran película; de hecho, ni siquiera la podría llegar a catalogar como una película decente. Sin embargo, es uno de tantos trabajos de los 80s que se fueron ganando un estatus de culto entre muchos fans con el pasar de los años y debido a eso no es de extrañar que alguien buscara hacer un remake para explotar dicha nostalgia, aunque el resultado final probablemente es muy distinto al que muchos esperaban.

Ya que lo traído por Russell realmente solo toma el nombre de la original para hacer este remake, cambiando absolutamente todo en su búsqueda por ofrecer una historia de brujas que se siente muy anticuada tanto en su idea como en su ejecución. Lo cual probablemente durante el primer acto no sea tan notorio debido a que, ante la sorpresa por los cambios tan radicales y el rápido desarrollo de las acciones, el espectador se ve expuesto a algo que ofrece lo mínimo necesario para mantener el interés por medio de elementos simples cuyo propósito de establecer el aspecto sobrenatural y el lado violento de la maldición se cumple sin muchos problemas.

Lo malo es que una vez alcanzado dicho objetivo el director empieza a caer en clichés ochenteros e inconsistencias en cuanto a las decisiones de los personajes que son difíciles de ignorar, las cuales trata de tapar con cierto toque de excentricidad por medio del villano sin los mejores resultados. Provocando con esto que la experiencia se vaya volviendo un tanto aburrida y predecible; aunque también hay que mencionar que por algunos minutos se logra retomar el entretenimiento simple con una escena rodeada de muertes, sangre y caos que le da un poco de validez a todo el tema de la bruja con la esperanza de poder cerrar esto de la manera más fuerte posible.

Algo que en este caso no se da del todo, ya que si bien la parte final no es tan mala, lo cierto es que la manera en la que se resuelve la problemática es poco convincente. Dejándonos así un desenlace que trata de ser emotivo sin mucho éxito y que en su afán por acelerar las cosas se termina sintiendo totalmente intrascendente. 

En cuanto a las actuaciones estamos ante el típico caso de un elenco que realmente hace lo que puede con lo que tiene, siendo Madison Iseman (Emily) y Jamie Campbell Bower (Alexander Babtiste) quienes dejan las mejores sensaciones. Mientras que en producción no hay nada que destaque de sobremanera: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está ok, el score es genérico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos tienen altibajos (sobre todo en el CGI) y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Witchboard es decepcionante. Película del montón que olvidarán rapidamente hasta que la pasen en TV. 

Ojometro:
**

martes, 30 de septiembre de 2025

Crítica: Bambi: The Reckoning (2025)

Película dirigida por Dan Allen, cuyo guión fue escrito por Rhys Warrington. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a mediados de julio, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 27 de agosto.

Sinopsis:

Después de que una madre y su hijo sobreviven a un choque automovilístico, pronto se ven perseguidos por Bambi: un ciervo mutante afligido en búsqueda de venganza por la muerte de su madre.


Comentarios generales:

The Twisted Childhood Universe sigue posicionándose como el proyecto más sólido dentro del auge de adaptaciones de personajes del dominio público y en gran parte se debe a que es el único que ha mostrado intenciones de mejoría conforme han estado saliendo cada una de las películas que lo conforman. Lo cual evidentemente no es garantía de calidad y siempre existe el riesgo de ver algo realmente malo como suele ocurrir con trabajos similares; sin embargo, ese no es el caso con Bambi: The Reckoning.

Y es que lo traído por Allen es probablemente la mejor película de las cuatro que llevamos en este universo cinematográfico y mucho se debe a que, al tratarse de la historia más simple, prácticamente no hay necesidad de torcer tanto la idea central. Sobre todo porque esto permite que se pueda explotar desde el inicio la presencia de Bambi y con ello establecer una dinámica en la que represente un nivel de amenaza muy alto en cualquier instante, dejando solo el tiempo necesario para desarrollar ciertos aspectos familiares que nos dan la oportunidad de conocer a un grupo de personajes cuyos destinos no son tan complicados de descifrar.

Situación que ciertamente hace que las cosas se vuelvan un tanto huecas durante el segundo acto, sobre todo si es que se quiere saber un poco más con respecto a la presencia de los cazadores, pero la realidad es que tampoco termina siendo un problema tan grave debido a que una vez que inicia el caos eso te deja de importar casi de inmediato. Ya que la manera en la que exponen la violencia ligada a Bambi es muy entretenida de ver, no solo por el hecho de que aporta buenos momentos de brutalidad, sino porque también logran construir determinadas escenas que juegan de manera interesante con la oscuridad para que su forma de asechar tenga un mayor impacto y también para ocultar de cierta forma un CGI que no es precisamente el más estable.

Todo para llevarnos a una parte final en donde se trata de redondear un poco las cuestiones familiares establecidas previamente y gracias a ello el desenlace no es tan espectacular como se esperaría. Aunque eso no significa que sea aburrido o algo similar; simplemente no alcanza a tener la fuerza necesaria como para dejar una impresión más fuerte.

Las actuaciones cumplen con su propósito básico de sobrellevar una historia que realmente no requiere de demasiada emocionalidad la mayoría del tiempo. Mientras que en producción el presupuesto limitado no impide que se tenga una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es bastante genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos tienen algunos altibajos y la labor de maquillaje resulta competente.

Opinión final: Bambi: The Reckoning está divertida. Película básica que es la que mejor ha funcionado dentro del TCU hasta el momento.

Ojometro:
***

jueves, 25 de septiembre de 2025

Crítica: Ziam (2025)

Producción tailandesa dirigida por Kulp Kaljareuk, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Weerasu Worrapot y Nut Nualpang. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 9 de julio.

Sinopsis:

En un mundo que sucumbe ante la hambruna, un peleador de Muay Thai lucha contra hordas de violentos zombies mientras trata de rescatar a su amada dentro del hospital en el que trabaja.


Comentarios generales:

Cuando se trata de zombies dentro del cine de terror asiático casi siempre lo que se viene a la mente son las producciones coreanas debido a que en los últimos años han logrado crear su propio estilo con un éxito considerable. Algo que los demás países de dicho continente han notado y de a poco están tratando de replicarlo para sacarle provecho, aunque la mayoría de los intentos terminan fracasando de manera importante como ocurre con Ziam.

Y es que lo traído por Kaljareuk inicia como una historia cuya base parece tener cierto nivel de profundidad gracias a todo el tema de la hambruna, pero no tarda prácticamente nada en desecharlo para dar paso a algo mucho más convencional. Diseñando absolutamente todo bajo el propósito de exponer la habilidad atlética del protagonista por medio de una cantidad considerable de zombies en pantalla, lo cual en un inicio funciona dado a que el brote dentro del hospital y la violencia con la que estos se presentan es entretenida de ver; sin embargo, una vez que pasa la novedad las cosas empiezan a volverse poco interesantes.

Teniendo por ahí durante el segundo acto alguno que otro momento desgarrador que se queda en lo anecdótico ante el poco tiempo que existe para desarrollar situaciones que añadan sustancia a algo que va cayendo en lo repetitivo de manera cada vez más rápida. Aunque el hecho de que el ritmo sea tan acelerado evita que lo que ves en pantalla se vuelva pesado y eso termina beneficiando a una serie de escenas que en el análisis más profundo no aportan absolutamente nada, pero resultan competentes para los fines prácticos de perder tiempo rumbo a una parte final en la que la apuesta es lograr ofrecer la mayor espectacularidad posible.

Un objetivo que se cumple a medias dado a que, si bien son los mejores minutos de la película en cuanto a la acción presentada y el aspecto visual, la verdad se siente como si nada de lo que ocurre tuviera relevancia y en el afán por querer hacer lucir como alguien todopoderoso al protagonista se pierde cualquier intento por lograr que el cierre sea lo suficientemente emocional.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría son olvidables y realmente ninguna logra transmitir algún tipo de emoción dentro de una crisis de escala considerable. Mientras que en lo referente a la producción, es de una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score no aporta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Ziam es mediocre. Película de zombies del montón de la que se olvidarán en un par de días.

Ojometro:
**

viernes, 19 de septiembre de 2025

Crítica: Orang Ikan (2025)

Película escrita y dirigida por Mike Wiluan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un soldado japonés y un prisionero británico quedan varados en una isla desierta donde son perseguidos por una peligrosa criatura. Ocasionando que dos enemigos mortales tengan que trabajar en conjunto para poder sobrevivir a lo desconocido.


Comentarios generales:

Un porcentaje muy alto de las películas de terror que nos cuentan historias bajo el contexto de la segunda guerra mundial se suelen enfocar primordialmente en los nazis, así que realmente no existe tanta variedad en este tipo de trabajos y muchos de estos suelen pasar desapercibidos para la gran mayoría de los fans. Por eso es que no es de extrañar que Organ Ikan (Monster Island en su titulo en inglés) no hiciera tanto ruido y quedara un tanto olvidada, siendo una lástima porque al menos se trata de algo curioso.

Y es que lo traído por Wiluan se basa en una criatura del folclore malayo e indonesio de la cual realmente se sabe poco en este lado del planeta y eso inmediatamente hace que la historia tenga una dosis de frescura, a pesar de que el concepto como tal no va más allá de una simple película de monstruos.

La cual se ve aderezada con una dinámica entre un japonés y un británico que durante los primeros minutos son puestos en una situación interesante en la que tienen que dejar de lado su odio para poder mantenerse con vida y establecer así cierto mensaje sobre que la barrera del idioma no es un impedimento para poder empatizar con otros a quienes consideras muy distintos a ti. Algo que genera algunos momentos sólidos con respecto a hacer creíble su alianza, aunque mentiría si no dijera que todo lo que ocurre durante este primer acto se siente demasiado acelerado y eso no permite que la relación entre ambos individuos pueda fortalecerse lo suficiente como para que te importe de gran manera lo que pudiera llegar a ocurrirles más adelante.

Un aspecto que sin duda hubiera sido muy problemático, pero afortunadamente la aparición de Orang Ikan resulta tan llamativa como para evitarlo gracias a que su presencia en pantalla cambia por completo el ritmo y expone un nivel brutalidad mayor al esperado para establecerlo como una criatura en extremo peligrosa. Logrando con esto que la sensación de riesgo para los protagonistas siempre esté presente durante un segundo acto en el que se cae dentro de cierta pasividad al separarlos por un lapso considerable de tiempo y con ello limitar mucho la profundización sobre la amenaza, salvo por ciertos detalles básicos que te dan una idea del porqué su presencia en la isla.

Con todo lo anterior llegamos a una parte final que en términos generales es efectiva dado a que realmente no intenta inventar nada y se propone ofrecer un enfrentamiento decisivo lo suficientemente entretenido que justifique lo que viste. Proporcionando una violencia decente y dejando la puerta abierta para futuras secuelas.

Las actuaciones cumplen con Dean Fujioka (Saito) y Callum Woodhouse (Bronson) haciendo lo necesario para que su acelerada amistad cumpla su objetivo primordial en cuanto al trabajo en equipo contra la criatura. Mientras que en producción la factura es sólida: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Orang Ikan está ok. Película que no tiene ningún otro propósito más que el de hacerte pasar un buen rato.

Ojometro:
***