Co-producción canadiense/danesa del
director, escritor y productor Boris Rodriguez; cuyos únicos trabajos previos
que encontré fueron un par de cortometrajes y un filme para TV. Ya se estreno en
Canadá y fue mostrada en el más reciente Screamfest, incluso en su página de FB
se menciona que ya está disponible en DVD y VOD.
Sinopsis:
Lars (Thure Lindhardt) es un pintor que lleva años sin poder crear una nueva obra y que decide probar suerte dando clases en una pequeña escuela de arte en un pueblo en Canadá. Ahí conoce a Eddie (Dylan Smith), un mudo que es el único pariente de la principal donadora de fondos de la escuela que accede cuidar, sin saber que camina por las noches y que, contrario a muchos sonámbulos, despertarlo no es precisamente lo más peligroso.
Comentarios generales:
Rodriguez realiza un trabajo muy
bueno al lograr que uno sienta muchísima empatía por dos personajes que en
punto llegan a hacer cosas que se considerarían como terribles, mezclando un
poco de humor con algo de gore y locura, aunque nunca sin llegar a ofrecer
baños de sangre o muchas escenas con desmembramientos brutales. Además de que le brinda un ritmo ideal a la película,
dándole tiempo para que todo tome sentido y que en los últimos minutos la
historia explote al ver que Eddie en verdad puede llegar a ser toda una amenaza
que necesita ser controlada.
En cuanto a las actuaciones hay
que decir que de Lindhardt y Smith están estupendos, la verdad es muy difícil encontrar
películas del género en donde dos actores resalten de esta manera. Mientras que
en producción es un trabajo muy pequeño, por ahí se gastan algunos litros de
sangre en ciertas escenas y definitivamente el score está muy bien logrado.
Opinión final: Una agradable
sorpresa la que resultó ser Eddie: The Sleepwalking Cannibal, ya que al ver el trailer
pensé que sería una comedia estilo Dead Alive o algo similar, pero lo cierto es
que el humor está muy bien dosificado y en realidad la película utiliza el canibalismo
como puente para hablar de un tema como es la fuente de la creatividad.
Ojometro:
****
****