domingo, 30 de marzo de 2014

Crítica: The Invoking (2014)


Primer largometraje del director Jeremy Berg, quien además es el co-guionista junto con John Portanova. Estuvo rondando en festivales durante todo el 2013, pero apenas se estrenó en formato físico y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de febrero.

Sinopsis:

Samantha Harris (Trin Miller) hereda una casa de parte de una tía de la cual no tiene recuerdos y junto con tres amigos va a revisar la propiedad con la ayuda de un misterioso chico que vive en la zona. Ya estando ahí, Sam empieza a experimentar extrañas y brutales visiones en donde demonios de su misterioso pasado emergen.



Comentarios generales:

En algunos mercados también ha salido bajo el nombre de Sader Ridge y en general las críticas que había leído eran muy positivas (su labor de cabildeo merece un aplauso), resaltando principalmente como se sale de los estándares convencionales; lo cual es verdad, pero en lo personal no lo encontré como algo realmente positivo.

The Invoking es una película en donde después de 20 minutos no pasa nada;  donde después de 40 minutos sigue sin pasar nada; donde después de la hora sigues esperando a que pase algo y que, cuando empieza a dar señales de vida, termina de manera abrupta. Es como si Berg hubiera estado tan obsesionado por alejarse de lo establecido que al final se le olvidó todo lo demás porque la estructura de esta historia no genera nada de misterio: no solo ocurre muy poco, sino que además los puntos que están pensados para crear dudas nunca logran ser lo suficientemente intrigantes e incluso la manera en que son tratados rozan más lo ridículo que lo brillante.

Es muy lenta y eso la vuelve aburrida. La mayoría de los conflictos o situaciones atípicas presentadas son muy ligeras como para poder mantener al espectador interesado por lo que pudiera ocurrir adelante con cualquiera de los personajes, nunca se pisa el acelerador o se pretende elevar el nivel de violencia en algún punto; al grado de que la primera muerte en pantalla se da pasada la hora con diez minutos y es bastante irrelevante.

El final es extraño dado a que se siente un tanto fuera de lugar a pesar de que tiene mucho sentido con todo lo que te han mostrado. Y esto principalmente se debe a que todas las conexiones con el pasado que se realizan no son muy claras: las visiones de Sam nunca son tratadas de manera convincente y sus interacciones con Eric te explican que hubo algo entre ellos, pero sin revelar grandes cosas como para que te importe.

En actuaciones todo luce muy amateur, lo mejorcito es la actuación de Andi Norris como Caitlin dado a que es la única que logra plasmar en pantalla esa sensación de chicos universitarios cuando todos los demás ya parecen adultos con vidas aburridas. En producción es el típico trabajo independiente en donde se ve un buen trabajo de fotografía y todo lo demás es ínfimo.  

Opinión final: The Invoking me pareció aburridísima de principio a fin. Puede que tenga su público, pero simplemente no funcionó conmigo.

Ojometro:
**