Película dirigida por Jesse
Thomas Cook (Monster Brawl), cuyo guión corrió a cargo de Tony Burgess
(Pontypool). Primero se estrenó directamente en TV dentro de Canadá el pasado
mes de abril, pero su salida en formato físico apenas se dio el 19 de agosto de
manera simultánea tanto en ese país como en los Estados Unidos.
Sinopsis:
Jack (Jason David Brown) es un
trabajador de aguas residuales a quien se le pide investigar la causa detrás de
la contaminación del agua del pueblo que ha hecho evacuar a todo el mundo. Para
ello decide ir a la planta de tratado local, pero termina siendo atrapado en
una fosa séptica por un par de hermanos psicópatas que no pretenden dejarlo
salir de ahí con vida.
Comentarios generales:
Con el simple titulo uno se
imagina que estará a punto de ver algo que involucre escenas que visualmente no
son agradables, una situación de la que no suelo ser gran fan, pero para la
cual si tengo un nivel de tolerancia bastante elevado. Sin embargo, con Septic
Man lo grotesco no se utiliza como un simple conducto para algo más relevante y
eso termina convirtiéndola en un trabajo del montón.
Thomas Cook nos trae una historia
que inicia bien, vendiéndonos un panorama de peligro ante la contaminación del
agua que no solo hace tener sentido a la extraña escena inicial, sino que
además le añade cierto aire depresivo muy interesante que supones establecerá
toda la tónica mientras hace algún tipo de crítica sobre como la clase
media/trabajadora es la que sufre siempre las tonterías del gobierno; esto
acompañado de un pequeño aire de misterio bastante sólido. El problema es que
partir de los 20 minutos, cuando el personaje de Jack queda encerrado en la
fosa séptica, se deja de lado todo eso para dar paso a una repetición de sucesos
que convierten a la película en una totalmente hueca; en donde el director se
escuda en miles de vómitos, desmembramientos y mucha mierda para tratar de
mantener la atención del espectador en base a la duda sobre que tan lejos
llegará con la implementación de lo grotesco.
Y es que no miento, decir que se
estanca seria poco: básicamente todo se limita a ver a Jack vomitando o
gritando mientras alguien tira partes de un cadáver a la fosa. Ni siquiera la presencia
de un par de hermanos dementes es suficiente para sacar adelante algo que
hubiera funcionado mejor como un cortometraje dado a que las interacciones con
ellos son limitadísimas en todos sentidos; no le añaden nada importante a la
trama y por momentos parece que solo fueron integrados a la historia para
conectar de algún modo al protagonista con el mundo exterior. Nunca sabes
exactamente sus motivaciones para matar (¿Son caníbales?) o por qué estos se
odian entre sí.
Inclusive la propia mutación de
Jack no podría ser menos interesante (desde el lado psicológico, en el visual
es otra cosa). Realmente nunca te establecen una línea de tiempo que te indique
cuanto lleva metido en la fosa, pueden ser días o meses y tú no lo sabes, por
ello cuesta tanto trabajo creer su locura sustentada en solo unas cuantas alucinaciones.
El final por lo menos no sigue la
línea “feliz” que uno esperaría, de hecho, es un tanto devastador para el héroe
del pueblo.
En actuaciones realmente todo
recae en David Brown, quien está aceptable en un papel cuyas limitaciones son
bastantes. En producción cuenta varias cosas positivas: tiene un diseño de producción
muy bien cuidado y los efectos son sólidos, pero sobre todo el trabajo de
maquillaje se lleva las palmas gracias a lo que se hace con el aspecto físico del
protagonista.
Opinión final: Septic Man es
aburrida. Pretende sustentar su éxito en lo grotesco, pero ni eso logra
salvarla.
Ojometro:
**