Adaptación del libro Beware the Night que está dirigida por Scott
Derrickson (Sinister), quien además es co-escritor del guión junto con Paul
Harris Boardman. Se estrenó en cines durante el mes de julio dentro de los Estados
Unidos y desde entonces en varios otros países, pero apenas llegó a las salas
en México el pasado 11 de septiembre.
Sinopsis:
Ralph Sarchie (Eric Bana) es un
oficial de policía en Nueva York que empieza a investigar una serie de
perturbadores crímenes. Al inicio nada parece tener sentido, pero cuando se
cruza con un sacerdote poco convencional y empieza a unir la pistas entenderá
que todo está ligado a fuerzas demoníacas mas allá de su comprensión.
Comentarios generales:
La combinación crimen/horror no
es tan fácil de manejar debido a que existe el riesgo de caer en los eternos
clichés y fórmulas que muchas veces ya se sienten viejas. Para complicar más
las cosas Deliver Us From Evil está basada en supuestos hechos reales,
exponiéndola así a un escrutinio mucho mayor del público, pero afortunadamente
cayó en las manos del director que mejor sabe llevar esta clase de temáticas.
Ahora Derrickson no nos trae una
historia tan original como su último trabajo, incluso por el país donde se
lleva a cabo el inicio sin duda a muchos les vendrá a la mente The Exorcist, pero
a pesar de eso logra una mezcla de thriller policíaco y posesiones demoníacas
muy efectivo.
Evidentemente para ello tiene que recurrir a un camino por demás conocido en donde el escéptico poco a poco se va convenciendo por medio de alguien más sobre la oscuridad que hay detrás de los crímenes, provocando así que los primeros 40/50 minutos pudieran resultar algo pesados para varios ante lo convencional; sin embargo, gracias al ritmo que le imprime, a la ligera comedia, a la creación de imágenes de impacto y al uso de sustos fáciles personalmente nunca lo vi como un problema. Aquí es donde se encarga de establecer de manera efectiva el tono y la atmósfera un tanto deprimente de toda la historia.
Evidentemente para ello tiene que recurrir a un camino por demás conocido en donde el escéptico poco a poco se va convenciendo por medio de alguien más sobre la oscuridad que hay detrás de los crímenes, provocando así que los primeros 40/50 minutos pudieran resultar algo pesados para varios ante lo convencional; sin embargo, gracias al ritmo que le imprime, a la ligera comedia, a la creación de imágenes de impacto y al uso de sustos fáciles personalmente nunca lo vi como un problema. Aquí es donde se encarga de establecer de manera efectiva el tono y la atmósfera un tanto deprimente de toda la historia.
Lo mejor llega cuando se devela el
tema de los demonios por completo y la película entra a una dinámica distinta,
ofreciendo así una larga secuencia dentro de un edificio que termina encapsulando
todos los elementos importantes de manera perfecta para incrementar el nivel de tensión,
así como el grado de brutalidad que hasta ese momento se había mantenido fuera
de cámara. Aunque igualmente al cambiar de dinámica deja varias preguntas sin
respuesta como: ¿Quién diablos escribió el texto en el zoológico? ¿Por qué la
niña escuchaba sonidos en su habitación? ¿Qué tiene ver una canción de The
Doors en todo esto?. Siendo esta última muy molesta porque es un detalle que
luce totalmente forzado y nunca hacen algún esfuerzo para tratar de
justificarlo.
El final involucra una de las
mejores escenas de exorcismos de los últimos años y eso hace que la película
cierre con muchísima fuerza.
En las actuaciones Eric Bana
nunca termina por convencer, le cuesta muchísimo trabajo el poder demostrar
diferentes emociones; de hecho, Édgar Ramírez se lo come en cada escena en la
que están juntos en pantalla. Aunque quienes merecen una mención especial son
Sean Harris, Olivia Horton y Chris Coy como los poseídos; la verdad hacen un
papel muy destacado, especialmente los dos primeros están aterradores.
La producción es bastante
destacada. El trabajo de fotografía ayuda a crear un tono de oscuridad muy interesante
en diferentes escenarios de NY, la dirección de arte en determinados sets está
muy bien cuidada y el sonido es sólido; mientras que los efectos/maquillaje funcionan
a la perfección para los momentos en los que son más relevantes (los últimos 25
minutos principalmente).
Opinión final: Deliver Us From
Evil es una buena película. Aunque considerando su temática puede que no sea para
todos los gustos.
****