Primer largometraje del director
David Campbell, quien además es co-escritor del guión junto a Erica Brien. Se
estrenó de manera limitada en cines a inicios de mes en ciertos mercados de
Asia, pero también está disponible en algunas plataformas digitales.
Sinopsis:
Una pareja de australianos
introduce a tres viajeros estadounidenses a una vieja leyenda local en Lemon
Tree Passage, donde supuestamente el fantasma de un motociclista advierte a
jóvenes que van manejando a exceso de velocidad. Después de verlo con sus
propios ojos deciden regresar al lugar, pero pronto todos se verán envueltos en
las garras de una fuerza maligna que sobrepasa a la leyenda.
Comentarios generales:
El cine de terror australiano ha
estado creciendo últimamente y por ello cada que sale algún nuevo trabajo suelo
seguirlo con detenimiento. Sin embargo, en esta ocasión la premisa estaba (en
parte) basada en un aparente vídeo de Youtube; generando así pocas expectativas
de mí parte dado a que cuando suele ocurrir esto los resultados no son nada
positivos y esta no fue la excepción.
En Lemon Tree Passage te queda
claro que Campbell está haciendo su debut porque de manera inexplicable la
película tiene dos comienzos: uno que hace referencia al vídeo y otro donde nos
muestran una situación completamente ajena a lo que supuestamente cuenta la
leyenda. Desde este punto te empieza a quedar claro que tal vez la historia no
es lo que hubieras imaginado; de hecho, es claro que la premisa fue añadida con
calzador, pero el director muestra habilidad suficiente para entrelazar ambas
cosas al darle un poco de sustancia añadiendo cierto “humor”, así como posibles
romances y algo de misterio por medio de visiones extrañas diseñadas de manera
pobre.
Lo malo es que esto solo abarca
unos 20 minutos y una vez que los personajes entran al bosque las cosas simplemente
pierden sentido. De pronto estás viendo como estos desaparecen sin explicación
lógica alguna; peor aún, las muertes parecen no tener justificación sólida para
darse y esto provoca que se entre en un circulo repetitivo en donde la única
manera en la que se pretende generar sustos es por medio del trabajo de sonido
sin grandes resultados. Simplemente se trata de un thriller genérico, con un
ritmo estable y cuya premisa supuestamente central se va quedando poco a poco en
el olvido (se los juro, no influye en nada) para darle paso a una venganza que
difícilmente llama tu atención porque no te proporcionan los suficientes
elementos para ello.
La parte final es probablemente
la más intensa ya que te quieren explicar todo en quince minutos de manera muy acelerada
y, por ende, le dan rienda a una clase de violencia ligeramente más gráfica;
provocando una serie de eventos que, si bien no son difíciles de deducir, terminan
por tener poca relevancia en el producto general. Aunque en realidad no te
proporcionan grandes respuestas (¿Cómo llegó Oscar al maletero? ¿Quién ató a
Toby? ¿Por qué diablos los cuerpos de los muertos desaparecen? ¿Qué gana el espíritu
eliminando a todos los que no tuvieron que ver en su muerte?).
Lo mejor, y por mucho, es la actuación
de Jessica Tovey como Maya; especialmente en la última media hora que es cuando
cambia por completo su dinámica y proporciona algunas de las escenas más potentes
emocionalmente hablando. En producción está ok: el trabajo de fotografía es
bastante sólido considerando que un 95% de la película se realiza de noche, el
trabajo de sonido está bien pero quieren sustentar muchas cosas en este, el
score no aporta mucho y todo lo que respecta a efectos/maquillaje es ínfimo
como para destacar.
Opinión final: Lemon Tree Passage
es una película del montón. No se perderán de nada si no la ven.
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