jueves, 14 de mayo de 2015

Crítica: The Amityville Playhouse (2015)


Debut tras la cámara de John R. Walker, quien además actúa y comparte créditos junto con Steve Hardy como el creador de la historia. Se estrenó dentro del Reino Unido el pasado 13 de abril en DVD y su llegada a los Estados Unidos bajo el mismo formato se espera para el mes de junio.

Sinopsis:

Después de la trágica muerte de sus padres, Fawn Harriman (Monele LeStrat) descubre que ha heredado un viejo teatro en el pueblo de Amityville. Esto provoca que junto con cuatro amigos decida pasar un fin de semana en el lugar para conocerlo; sin embargo, ninguno de ellos se imagina las aterradoras experiencias que les esperan ahí dentro.



Comentarios generales:

No creo que en la actualidad exista algo que provoque más indiferencia dentro de los fans del género que un trabajo relacionado con Amityville. Lo que en algún momento representaba una insignia en cuanto a las historias de sucesos paranormales ahora es un simple chiste y eso se debe a que cada proyecto que sale parece ser peor que el anterior; una tendencia que Playhouse no se encargará de romper.

Ya que la verdad esta es una película que no cuenta con mucho que destacar, es de esas en las que pasan los minutos y lo único que ves son situaciones genéricas, sin chiste, las cuales seguramente ya presenciaste infinidad de veces pero sin el menor grado de importancia porque en serio no están construidas para generarte algo como espectador. Se trata solo de chicos recorriendo un teatro mal ambientado con alguno que otro intento de susto por aquí y por allá; en donde tienes que estar soportando ver como uno de ellos se la pasa insultando al resto, otra le tiene miedo a todo y la extraña aparición de una chica dark que, salvo por su experiencia en utilizar tablas ouija, nunca logra encajar en la dinámica general del grupo.

Ni que decir de la historia alterna con el profesor, que sin duda podía dar un poco más considerando que el cambio de escenario de una casa a un teatro es la mayor novedad en todo esto, pero esta tan mal llevada que en realidad nunca sientes intriga por saber más del pasado del pueblo o cierta angustia porque se logre resolver el misterio antes de que pase algo peor. En realidad pudieron haber quitado estas escenas y la película hubiera quedado casi igual.

El final es el típico caso de querer poner dentro de los últimos 10/15 minutos todo lo que no pudieron contar de manera efectiva en 80. Y aunque si debo de decir que explican de forma decente las cosas, evidentemente se siente acelerado lo que ocurre; sin detalles y con una conclusión sacada totalmente de la nada.

De las actuaciones no hay que rescatar mucho, por ahí LeStrat tiene ciertos chispazos pero esto raya en lo amateur. La producción es muy limitada, lo cual no es raro considerando que el presupuesto solo fue de apenas £350.000: la fotografía deja mucho que desear, sobre todo en escenas con poca luz; la ambientación es muy pobre, el score es decente y aunque solo lo utilizan por momentos breves, el trabajo de maquillaje cumple.

Opinión final: The Amityville Playhouse es un desperdicio de tiempo. Nada recomendable.

Ojometro: