miércoles, 24 de junio de 2015

Crítica: Creep (2015)


Película dirigida por Patrick Brice, quien además es co-escritor del guión y uno de los protagonistas junto con Mark Duplass. Se estrenó dentro de los Estados Unidos apenas este 23 de junio en iTunes, mientras que el próximo 14 de julio estará disponible como una exclusiva de Netflix.

Sinopsis:

Aaron (Brice) es un camarógrafo que acepta la oferta de trabajo publicada por Josef (Duplass) en Craigslist. Lo que tiene que hacer es filmarlo durante ocho horas y permanecer discreto, algo que parece muy sencillo; sin embargo, conforme pasan las horas Josef se empezará comportar de una manera por demás extraña, haciéndolo dudar sobre si las cosas que dice son solo bromas pesadas o si en verdad es alguien peligroso.



Comentarios generales:

El que Creep fuera una película prácticamente salvada por Netflix de último minuto no era precisamente una buena señal, ya que por lo general esto suele significar que tiene algún detalle que no convenció del todo a muchas personas. Aunque por otra parte, el que un servicio que últimamente ha proporcionado contenido de alta calidad se haya fijado en esta no se podía dejar pasar de largo; algo le vieron y la verdad es que hicieron una buena elección.

Este es un trabajo de dos personas en donde se puede notar desde el primer instante que solo ellos podían hacerlo funcionar, ya que Brice se encarga de poner sobre la mesa un found footage mucho más inteligente de lo que parece con muy pocos elementos, dejando prácticamente todo en manos de su compañero. Y es que no miento, salvo por los primeros cinco minutos en los que establece un escenario muy familiar de amenaza con una cabaña alejada de la civilización o un hacha potencialmente peligrosa, el resto de la sensación de peligro se percibe exclusivamente por medio del personaje de Josef; quien desde que aparece en pantalla logra reflejar una rareza perturbadora a pesar de que sus acciones, si bien extrañas, tienen una razón aparentemente entendible.

Básicamente todo el primer acto se centra en eso, lo cual para muchos puede ser muy aburrido pero yo nunca lo sentí así y en gran parte se debe a que el director es lo suficientemente inteligente para ir añadiéndole pequeñas cosas que no solo justifican el uso del formato, sino que además te hacen dudar en diversas ocasiones sobre si en verdad existe algún tipo de peligro. Algo que a partir del segundo acto empieza a disiparse con el paso de los minutos dado a que por medio de momentos incómodos se va construyendo una tensión evidente que sabes explotará en cualquier instante, pero que no estás totalmente seguro sobre cómo se dará (¿Secuestrarán a Aaron? ¿Lo torturarán?) y eso provoca una angustia muy fuerte.

El final es realmente bueno, esto a pesar de que es en el único lapso en donde el formato se siente un tanto forzado. Se sigue manejando de manera muy peculiar la locura de Josef para volverlo más aterrador sin tener que recurrir a la violencia extrema y además tienen la suficiente habilidad para ofrecerte una conclusión muy bien hecha que, por increíble que parezca, impacta a pesar de que básicamente te la contaron sutilmente en los actos anteriores.

De las actuaciones quien se lleva todo el crédito es Mark Duplass, en el recae todo el peso de película y la verdad hace un trabajo estupendo; simplemente desde el primer momento en que aparece en pantalla logra reflejar una rareza única vital para que la historia sea efectiva. La producción es muy discreta: el trabajo de sonido es limpio, el score cumple, está muy bien editada y los efectos son contados.

Opinión final: Creep es una película muy disfrutable, sin duda una de las mayores sorpresas de este 2015. Chéquenla.

Ojometro:
****