Remake del clásico de 1982
dirigido por Gil Kenan (Monster House) y cuyo guión fue escrito por David
Lindsay-Abaire. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y otros
mercados durante el mes de mayo, aunque aquí en México apenas llegó este fin de
semana. Hasta la fecha ha recaudado $73.1 millones de dólares en taquilla.
Sinopsis:
La familia Bowen se muda a una
nueva casa cuyo precio ha sido casi regalado. Estando ahí planean empezar un
capitulo nuevo en su vidas mientras todo se estabiliza, pero pronto extraños
sucesos tendrán lugar en su nuevo hogar; todos provocados por fuerzas malignas
que ahí habitan y cuyo objetivo es la pequeña Madison (Kennedi Clements).
Comentarios generales:
Puedes amarlos u odiarlos, pero
es un hecho innegable que los remakes siguen siendo una parte importante dentro
del género de terror a pesar de que cada vez quedan menos clásicos que explotar.
Son necesarios para mantener la atención a nivel mainstream y con Poltergeist parecía
que se tenía una verdadera mina de oro debido a que no eran pocos quienes
pensaban que este era uno justificable gracias a los beneficios que tendría por
los avances tecnológicos; sin embargo, después de verla queda claro que algunas
películas simplemente funcionan mejor en cierta época y hay que dejarlas así.
Realmente lo que nos presentan Kenan
y Lindsay-Abaire es una historia con la misma línea de la original, pero con algunos cambios que dejan en claro que no pretenden copiar cada situación
para satisfacer con nostalgia al público; algo que la verdad me agradó bastante
y que es el principal motivo por lo que encontré muy disfrutables los primeros
30/35 minutos. Ya que la temprana revelación de un elemento que es vital en el
tercer acto de la del 82 cambia la dinámica por completo, provocando así un
ritmo muchísimo más ágil del esperado para llegar ahí; con el cual no se
pretende darle mucha relevancia al suspenso por medio de los fantasmas pero si
generar varios de los momentos más memorables de la película con elementos de impacto visual, teniendo como
gran pago la secuencia de la casa con los tres hijos y la desaparición de
Madison.
Esta es la parte donde se siente fresco
lo que ves a pesar de que lo mostrado es lo que más se asemeja a lo clásico,
pero justo pasados dichos sucesos se empiezan a tomar ciertas libertades para
realizar una mezcla entre lo viejo y lo nuevo que simplemente no se siente natural.
De pronto toma un rumbo que se asemeja mucho más a la infinidad de trabajos
sobre casas con actividad paranormal que abundan hoy en día con el uso de tecnología
(metida con calzador en algunos casos), así como la presentación de la celebridad
de TV para combatir a los espíritus; se vuelve en gran medida una película
completamente distinta en donde se empieza a sentir todo muy vació e increíblemente
acelerado. Realmente no existe un conflicto Bowen/espíritus potente que te haga
sentir un poco más de preocupación por los personajes que se han visto
afectados y tampoco se genera una atmósfera atrapante que te tenga al filo del
asiento.
El final no está mal. También
sufre por esa aceleración mencionada previamente, todo pasa exageradamente rápido
pero al menos logran ofrecer otra vez ciertas dosis de espectacularidad que te
hacen recordar ese toque “fantasioso” del concepto original.
Las actuaciones están ok, ambos
niños me parecieron acertados en sus roles y el resto de la familia es un buen
complemento para ellos; el único punto bajo que encontré en este rubro fue Jared
Harris en su papel de Carrigan Burke porque se siente muy similar a algunos que
ya ha realizado antes. En la parte de producción todo es de alto nivel: el trabajo
de fotografía es muy bueno, la dirección de arte con la casa es sólida, el
score me agradó y el sonido es impecable; aunque sin duda el highlight de todo
esto son los efectos. La mayoría producto del CGI, pero muy bien cuidados para producir
grandes momentos cuando es necesario.
Opinión final: No diría que
Poltergeist es mala, pero la verdad esperaba mucho más. Un remake con más envoltura
bonita que contenido interesante.
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