sábado, 24 de octubre de 2015

Crítica: Paranormal Activity: The Ghost Dimension (2015)


Supuesta última entrega de la franquicia dirigida por el debutante Gregory Plotkin, cuyo guión fue escrito por Jason Pagan, Andrew Deutschman, Adam Robitel y Gavin Heffernan. Se estrenó a nivel mundial durante el 23 de octubre; además de que se espera que en los Estados Unidos esté disponible en VOD dentro de un par de semanas como parte de una nueva estrategia planeada por Paramount.

Sinopsis:

En diciembre del 2013 los Fleeges se mudan a su nueva casa donde encuentran una misteriosa cámara y varias cintas VHS dentro de una caja perteneciente a los antiguos dueños. Para su sorpresa, cuando filman con dicha cámara pueden notar que algo extraño ocurre a su alrededor; algo que al parecer está conectado con las cintas que significan la reaparición de las pequeñas Kristi y Katie.



Comentarios generales:

No existe ninguna otra franquicia en la actualidad que divida más a los fans que Paranormal Activity, principalmente por el hecho de que fue la encargada de popularizar el found footage y con ello el inicio de una ola infame de trabajos muy pobres bajo dicho formato. Sin embargo, el no reconocer su importancia sería un error, así que cuando se dio a conocer que este sería el cierre definitivo todo el mundo se esperaba algo importante que corrigiera el camino después de un marcado declive con las últimas entregas, pero lamentablemente The Ghost Dimension solo vino a confirmar lo que ya todos sabíamos: PA murió hace mucho.

Ciertamente el tener cuatro guionistas se nota que fue un problema desde un inicio, ya que el espectador se queda con una sensación de vacío muy fuerte a pesar de ser una película cuyo principal propósito es responder un importante número de preguntas planteadas a lo largo de siete años. No solo sientes como si quisieran crear su propia versión de PA sustentando todo en la tercera entrega, sino que además es muy evidente que hacen hasta lo imposible por ignorar lo ocurrido en la cuarta parte y en The Marked Ones, lo cual resulta contraproducente debido a que esto genera un agujero muy profundo en todas las conexiones; dejando en el limbo el tema de las brujas que parecía vital en este universo.

Ante esto Plotkin no tiene más opción que introducir, otra vez, nuevos personajes bajo una dinámica ya repetida que no aporta demasiado y cuya principal novedad recae en una cámara con la cual ahora si podemos ver cómo es el espíritu que todo este tiempo ha aterrorizado a las personas. Algo que en principio resulta entretenido, pero que con el paso de los minutos va perdiendo efectividad por el uso excesivo que le dan al momento de generar sustos fáciles; provocando así que, al combinarse con el ritmo lento característico de estos trabajos, la mayoría sean una calca sin ningún tipo de impacto y por ende vuelva muy aburrido el segundo acto.

La parte final es probablemente la más entretenida, aunque no está exenta de problemas como la misteriosa e incomprensible transformación de un padre que en cuestión de días pasa de no saber nada a ser más conocedor que el padre Merrin en The Exorcist. Aún así, el momento del enfrentamiento con el espíritu es intenso y lo que ocurre posteriormente logra atar algunas cosas; sin embargo, nunca sientes que haya ocurrido algo verdaderamente importante que justifique el haber visto cinco entregas previas. 

Las actuaciones no son muy distintas a lo acostumbrado con esta franquicia, solo por momentos la pequeña Ivy George (Leila) logra ofrecer cosas interesantes. En cuanto a producción tampoco tiene muchas novedades, pero el que sea en 3D sin duda hace que sea la más espectacular de todas visualmente cuando se refiere a la cuestión de efectos, a pesar de que los que utilizan se notan un tanto viejos.

Opinión final: The Ghost Dimension es bastante mala. Un cierre muy decepcionante para una franquicia que, guste o no, marcó una época dentro del género.

Ojometro:
**